México reduce ayudas sociales para crear el seguro de desempleo

México, el único de los 34 países de la OCDE que no tiene un seguro de desempleo, está a punto de instituir por primera vez la prestación. Pero en lugar de destinar más fondos públicos, el Gobierno reducirá las ayudas destinadas a la compra de vivienda a cambio del subsidio. En otras palabras: no se aumentan los recursos, solo cambian de rumbo.

“No es en realidad un auténtico seguro de desempleo”, opina el economista Gerardo Esquivel en un artículo publicado en el periódico El Universal. “Lo que se aprobó es un mecanismo que permite al trabajador acceder con restricciones a sus propios recursos que deberían de estar destinados para una vivienda propia”.

Los diputados habían aprobado en octubre la propuesta del presidente Enrique Peña Nieto, que había incluido el seguro de desempleo en el ambicioso paquete de reformas que marcó su primer año de Gobierno. Pero los legisladores ya habían rechazado desde entonces que la subvención para los trabajadores que se queden sin empleo se creara a cambio de la disminución de ayudas ya existentes, como es el caso del Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), un programa establecido en los años setenta que ha permitido a millones de empleados de clase media y baja hacerse con una casa.

El 80% de las hipotecas en México cuentan con un subsidio oficial

La ley salió adelante sin especificar de dónde provendría el presupuesto necesario para la prestación. Sin embargo, los mecanismos, que toman el dinero para el seguro de desempleo de las ayudas para la vivienda (de una aportación del 5%, el fondo se llevaría tres quintas partes), fueron aprobados la semana pasada. El dictamen ha sido aprobado por las Comisiones de diputados que detallan las nuevas legislaciones. No se instituye un nuevo derecho laboral, sino que se crea uno a partir de reducir otra prestación. La contribución del Gobierno es mínima: solo un 0,5% del salario de los trabajadores.

Pese a las quejas de líderes sindicales y miembros de la oposición, el oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI) defiende la creación del subsidio, así sea echando mano de recursos ya existentes. El coordinador de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones, calificó ante la medida uno de los asuntos de “mayor trascendencia social” de esta legislatura, según declaró a medios locales.

La disminución de las ayudas para la vivienda, además, afectará la demanda del sector inmobiliario en México, un ramo golpeado en los últimos años. Según un informe de Standard&Poor’s difundido en junio del año pasado, las inmobiliarias mexicanas se enfrentan a la peor crisis de su historia. Las acciones de las tres principales compañías del sector cayeron un 60% en 2013. El sector, que comenzaba a dar señales de recuperación (una previsión de BBVA Bancomer afirmaba que el ramo volvería a crecer en 2014), recibiría un importante varapalo si se establece la reducción a las ayudas para la vivienda. El 80% de las hipotecas de México cuentan con subsidios oficiales.

La tasa de desempleo en México se situó en un 5% en febrero pasado, pero el país tiene también uno de los índices más altos de empleo informal: tiene el mayor índice de América Latina, un 59% de la población en edad de trabajar.