Volkswagen se adelanta a Seat y presenta un nuevo modelo de todoterreno urbano
A falta de SUV, Seat fía su estrategia al León y lanza el modelo deportivo El Comité de Empresa muestra su “cabreo” por la falta de comunicación del consorcio
Cuando la fábrica de Seat de Martorell (Barcelona) ya se había hecho a la idea de que no le adjudicarán la fabricación de un nuevo todoterreno urbano (los llamados SUV, el segmento más vendido por todas las marcas) pero confiaba por lo menos en que la marca tendría un modelo propio, ha llegado un nuevo jarro de agua fría: y es que Volkswagen sí ha presentado en el salón del automóvil de Ginebra un coche de esta gama, el T-Roc. Con este movimiento, el Grupo Volkswagen opta por volver a adelantar la oferta de su marca de origen, que de hecho ya tenía un SUV con el Tiguan, y relega a la española. “Emprendemos una ofensiva de SUV muy fuerte”, afirmó anoche el presidente de Volkswagen, Heinz-Jacob Heuber, durante el show de presentación de novedades que se celebró en la víspera del arranque del salón.
La noticia parece no inmutar al presidente de Seat, Jürgen Stackmann, que ha respondido que la decisión sobre la fabricación de un SUV de Seat “se tomará cuando todos estemos preparados”. A la pregunta de si podría ser que el día que la firma tenga un todoterreno urbano sea demasiado tarde para tener éxito en el mercado, ha respondido que “no”. “El tiempo no me preocupa”, ha afirmado.
A quien sí preocupa es a los empleados. El presidente del comité de empresa, Matías Carnero (UGT), presente en Ginebra, ha reprochado al consorcio alemán su política de comunicación. “Estoy cabreado”, ha dicho sin ocultar su enfado por el anuncio de un SUV de la marca Volkswagen. Carnero ha mostrado su preocupación por “la poca gama de modelos que tiene Seat” y ha recordado que cuando se firmó el último convenio colectivo este “preveía medidas en vistas a futuras adjudicaciones”. “Es inmoral”, ha remachado.
A falta del SUV que no llega, Seat seguirá por segundo año fiando su estrategia industrial y comercial al modelo León y su familia. La firma del Grupo Volkswagen ha presentado este martes en Ginebra el último modelo de la segunda generación del León, el deportivo Cupra. Un modelo que Stackmann defiende como “el más potente fabricado por Seat en su historia y del que ha subrayado su “masculinidad”. “Combina las ventajas y el confort de un familiar con el diseño y la potencia de un coche para hombres, es el más rápido y fuerte de nuestra marca”. Desde hace meses ya están en el mercado el León tres puertas y el ST (familiar), que solo en lo que va de año suma 20.000 pedidos, según la marca. En septiembre está previsto que la marca española presente en el salón de París el modelo que cerrará la gama: el familiar de tracción en las cuatro ruedas.
Seat cerró el pasado ejercicio con unas ventas de 355.000 unidades en todo el mundo, un crecimiento del 11% respecto a 2012, con muy buenos resultados países como Gran Bretaña, Alemania o Argelia. En cambio, cerró la mitad de los concesionarios abiertos desde 2012 en China, donde las ventas son simbólicas, y en Rusia la divisa está dificultando las ventas. La firma en España volvió a caer al segundo puesto del mercado, tras dos años (2011 y 2012) en los que había recuperado el liderazgo tras tres décadas. Poco más se sabe de las cifras de cierre de 2013, que se conocerán dentro de tres semanas, cuando se harán públicos los resultados. En un encuentro con la prensa en Ginebra, al que ha sido invitado este diario, Stackmann no ha querido adelantar ni si se reducirán las pérdidas de Seat ni cuándo prevé salir de números rojos.
Sobre la gama de Seat, Stackmann tampoco se ha mostrado preocupado ni por la falta de relevo del modelo Exeo ni por la ausencia por el momento de una segunda familia del Altea, del que según ha dicho “no hay novedades, se vende bien”. Desde el comité, Carnero, por el contrario, afirma que “Seat no puede vivir con dos modelos”, en referencia al exitoso León y al Ibiza, del que el año pasado se cerró un turno.
Martorell depende ahora mismo en buena parte de la fabricación para Audi del Q3, un modelo que representa la mitad de la producción de Martorell y la plantilla teme que la firma alemana se la lleve tarde o temprano. Es en cuestiones como esta en las que Carnero exige al consorcio alemán mayor claridad sobre dónde se fabricarán los nuevos modelos que se están anunciando: desde el Polo (que se produce en Navarra y en Sudáfrica), hasta el relevo del Skoda Yeti (que podría compartir plataforma con un futuro SUV de Seat y también Skoda), el Siroco de Volkswagen que está previsto fabricar en Portugal, o el mismo todoterreno urbano anunciado por Volkswagen, el T-Roc, que no se sabe dónde ni cuándo se fabricará. “Es un puzle que habría que aclarar”, ha dicho.
La marca aparca el mercado chino y se centra en Europa
El desembarco de Seat en China, anunciado a bombo y plantillo, ha resultado un fracaso. Dos años después apenas se han vendido un millar de coches y se han cerrado la mitad de los 15 concesionarios. De ahí que la marca española del Grupo Volkswagen se quiera centrar en el mercado europeo “donde todavía hay países donde la cuota de mercado es de solo el 1% y se puede ampliar”, en palabras del presidente de Seat, Jürgen Stackmann, que también apostará por mercados emergentes pero más próximos, como el Magreb.
Stackmann entiende que la importación en un lugar como China “quedará relegada al segmento premium –vehículos de lujo que tienen mucho éxito entre la pujante clase alta-- o a marcas muy grandes que fueron pioneras en entrar” en Asia. Es el caso de Volkswagen, que cuenta con cinco fábricas en el país. “Para vender hay que fabricar a nivel local”, ha reflexionado sobre un eventual segundo intento de abrir mercado en China y ha recordado que Seat sigue teniendo sobre la mesa, como dijo hace un año, “el análisis de la posibilidad” de fabricar allí. “Sería una de las mayores decisiones empresariales que podamos tomar y cabría imponer todas las cautelas”, ha dicho Stackmann. Y sería, entiende la firma española del consorcio alemán, aprovechando una planta del grupo, no con una inversión propia del calibre que haría falta para una marca que lleva en números rojos desde la pasada década.
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