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Tecnología española rumbo a Alemania

Win Inertia factura 2,5 millones de euros anuales almacenando energía

Eugenio Domínguez, fundador de la empresa Win Inertia, con su equipo.
Eugenio Domínguez, fundador de la empresa Win Inertia, con su equipo.P. V.

Eugenio Domínguez se define a sí mismo un tecnólogo reconvertido en empresario. Fundador y consejero delegado de Win Inertia, una spin off salida de la Universidad de Sevilla especializada en el desarrollo de sistemas tecnológicos de almacenamiento energético “para empresas alemanas”, piensa que lo de ser empresario emprendedor es algo que le ha sobrevenido. “Siempre he sido una persona inquieta y llegó un momento en el que vi que no había más recorrido en la Universidad. Había tenido una pequeña empresa de servicios informáticos de montaje de ordenadores mientras estudiaba la carrera, pero no había estado en mi cabeza el ir más allá”, recuerda.

Pero fue más allá. “Estando en la universidad, en el grupo de investigación, sentía la necesidad de hacer algo útil. Como ingeniero, tenía que ver que la tecnología que desarrolla no se quedaba en un cajón... algo que me dolía en lo más profundo”. Hoy Win Inertia factura 2,5 millones de euros, da trabajo a 28 personas (“algunos de ellos accionistas de la compañía”) y participa en proyectos de la mayor relevancia nacional e internacional en los sectores de la energía, la electrónica de control y electrónica de potencia. “También hemos desarrollado tecnología punta para instalaciones de recarga de vehículos eléctricos en infraestructuras ferroviarias”, añade el emprendedor.

Sin preparación empresarial, “algo que echamos mucho de menos durante la carrera”, Eugenio Domínguez fundó Win Inertia en noviembre de 2008, “justo en el momento en el que la economía mundial estaba en caída libre, lo que nos hizo ser muy selectivos con respecto a lo que podíamos vender en la calle. En 2010, vimos que sí queríamos jugar en el campo de las empresas tecnológicas, teníamos que profesionalizarnos. Por ello cambiamos por completo la estructura de la empresa y profesionalizamos la gestión. También definimos a qué nos íbamos a dedicar, abandonando campos que no eran propiamente el core de la compañía: desarrollar tecnología”, explica el emprendedor.

Perfil y proyectos

Licenciado en telecomunicaciones, Eugenio Domínguez investigó sobre sistemas electrónicos para energías renovables en la Universidad de Sevilla. Luego trabajó en Noruega, Argentina y Chile.

Conseguir que el 80% o 90% del trabajo de Win Inertia esté enfocado hacia el mercado internacional. Ahora la compañía está muy centrada en Alemania, pero quiere entrar en Estados Unidos lo antes posible.

Durante estos años, hubo que lidiar con los impagos de clientes nacidos al calor de la burbuja tecnológica, “por las subvenciones de I+D, había muchas empresas que no trabajaban en el sector tecnológico pero que se metieron a intentar hacer proyectos solo para acceder a las ayudas. El problema es que, cuando tú haces algo para alguien que no quiere lo que vendes, y simplemente se ha dirigido a ti por la subvención, al final tampoco tiene interés en pagarte. Y eso nos lastró bastante. Afortunadamente, nuestros trabajadores aceptaron una reducción del 40% de sueldo durante seis meses para que la empresa siguiera adelante. Ahora evitamos este tipo de cliente e, incluso, hemos modificado nuestro modelo productivo: desarrollamos una tecnología a la empresa que va a vender y recuperamos el feed back a través de los royalties que conseguimos de la venta de los productos que desarrollamos para esas compañías”, indica Domínguez.

“Somos una cocina de ideas”. Así define este emprendedor lo que hacen en Win Inertia. “Nuestro trabajo consiste en manejar ideas, generándolas, desarrollándolas, montándolas y probándolas. Al final, entregamos al cliente un prototipo que puede poner en producción”.

Win Inertia no pone en el mercado los productos que crea, “pero estudiamos constantemente el mercado. Desde un principio tuvimos claro que no íbamos a trabajar sobre productos que no fueran vendibles, así que necesitamos saber cuáles son las demandas y tendencias de ese mercado para trabajar en esa dirección y dar a nuestros clientes productos que puedan vender”. En esta dinámica, Eugenio explica que las actuales prospecciones llevan a Win Inertia a “estudiar los países emergentes para desarrollar productos que nuestros clientes puedan vender allí”. Y pensar que todo empezó en una pequeña nave de San Juan de Aznalfarache (Sevilla)...

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