El efecto arrastre

Siempre hay alguna entidad que da el primer paso: en esta última pelea hipotecaria fue Bankinter que, antes de que finalizar 2013, lanzó su Hipoteca (euríbor más 1,95% a partir del segundo año en caso de máxima vinculación). Le siguieron Caja Sur —tipo de interés inicial durante 24 meses del 2,5%; para el resto de los años, euríbor más un diferencial de un mínimo del 1,25%—; Caja Rioja —orientado al segmento joven, su crédito mantiene un tipo de interés anual inicial del 1,25%; el resto de los años, el diferencial sobre euríbor puede llegar a ser del 0,95%—; Banco Santander —su nueva hipoteca ofrece el primer año un tipo de interés del 2,95%, y el resto, euríbor +1,99% si se cumplen toda una batería de condiciones—; Kutxabank —ofrece la posibilidad de contratar un tipo de interés fijo a 20 años, desde el 5,24% hasta el 3,89%— y hace unos días acaba de entrar en escena ING Direct. El banco ha recolocado el diferencial de su Hipoteca Naranja en el 1,99% (desde el 2,29% anterior para los clientes y el 2,69% para los no clientes) para todos los posibles nuevos suscriptores. Financia el 80% del valor de tasación de la primera vivienda, siempre con un mínimo de 50.000 euros. El plazo puede alargarse hasta cuarenta años, no hay comisiones de apertura, cancelación... pero sí un seguro obligatorio de incendios al que se unen otros de hogar y de vida.

El euríbor del mes de enero cerró en el 0,56%; en los primeros días de febrero se están negociando en torno al 0,55%. De mantenerse este nivel, realmente las nuevas hipotecas —aún hay entidades como La Caixa, BBVA, Bankia, Openbank, Barclays, BancSabadell, étcétera, que no se han dejado llevar por este "efecto arrastre"— resultarán más baratas que hace uno o dos años (a lo largo de 2013, los diferenciales sobre euríbor llevaron a dispararse, en promedio, hasta el 3%). Si la referencia hipotecaria comienza a subir, se perderá al menos una parte de este reciente recorte.