El buceo como profesión
M6 Subsea Training se dedica a formar a inspectores subacuáticos en España
Joan Pages y Ricardo de Assunçao estaban trabajando en un río como lo que son, buceadores profesionales (uno desde hace diez años y el otro, más de treinta). En un momento dado, muertos de frío y con el agua hasta el cuello, se miraron y se dijeron: “No podemos seguir así mucho tiempo”. Así es como Pages explica el nacimiento de M6 Subsea Training, la única empresa existente en España y, según apunta Joan, “una de las pocas que hay en el mundo” especializada en la formación de inspectores subacuáticos.
“Lo que hicimos, básicamente, fue aprovechar nuestra experiencia, trabajando para terceros. Y montamos nuestra propia empresa”, asegura. En todo el proceso de creación de la compañía, Pages considera que resultó especialmente importante su llamada a la puerta de agencia calificadora Lloyd’s Register para plantearles dar este curso. “Estas sociedades son las que les piden a los buques hacer las inspecciones. Y preguntamos que si, nosotros decidíamos poner en marcha los cursos, ellos nos los homologarían. Tuvimos varias reuniones, presentamos nuestro reglamento, el programa... Al final, les gustó la idea y nos dijeron que sí”, recuerda.
Claro que, “carecíamos de cualquier formación empresarial, por lo que tuvimos que adquirirla. En Cádiz, fuimos al Centro de Apoyo al Desarrollo Empresarial (CADE) de la Junta de Andalucía, donde nos enseñaron a gestionar todo tipo de ayudas que pudiéramos buscar y recibir. Además, nos cedieron una oficina, nos ayudaron a crear nuestro plan de empresa... Solo quedaba darnos a conocer… y hasta ahora”.
Perfil y proyectos
Joan Pages, buzo profesional, es licenciado en Ciencias del Mar y máster en enseñanza secundaria. El brasileño Ricardo de Assunçao es buzo profesional de gran profundidad y ha trabajado en mares de todo el mundo.
M6 Subsea Training pretende comenzar con un curso de soldadura subacuática que le dará una visión internacional. Además, quiere empezar a trabajar en el extranjero, como es natural, primero en Brasil.
M6 Subsea Training ha encontrado un nicho de mercado. La Asociación Nacional de Empresas de Buceo (ANEB) agrupa a las más de 40 empresas de buceo profesional que operan en España, con plantillas suman entre 600 y 800 buceadores profesionales en total. Además, hay unas 20 escuelas de formación de buceadores repartidas por el país, con una media de entre 30 y 60 alumnos por año, lo que supone la entrada anual en el mercado de entre 800 y 1.200 profesionales. Sin embargo, esos nuevos profesionales “cuentan apenas con una formación básica, sin especialidades o conocimientos extracurriculares, lo que dificulta su ingreso al mercado laboral. Ahí entramos nosotros”, afirma el emprendedor.
Desde sus oficinas de Algeciras (Cádiz), Pages explica en qué consiste el trabajo de un inspector subacuático: “Los barcos, como los coches, tienen que pasar inspecciones técnicas. Cuando toca, viene un inspector de la sociedad clasificadora de ese buque. Evidentemente, el inspector no se mete en el agua para estudiar el estado del casco, así que es el buzo inspector subacuático quien lo hace. Equipados con una cámara, somos los ojos del inspector de la clasificadora”.
M6 Subsea Training no solo inspecciona, también realiza trabajos de consulta, “tenemos servicio de consultoría para empresas que, por ejemplo, estén trabajando en diseños de buques por ordenador”, indica Joan.
En una situación de crisis como la actual, el emprendedor reconoce que se han podido ver favorecidos para desarrollar el negocio, “por un lado, tenemos muchos buzos profesionales que quieren profesionalizarse más para buscar una salida al paro. Además, muchas compañías que estaban trabajando en obra hidráulica como construcción de muelles, puertos, diques, ahora intentan reubicarse en el sector naval, donde no solo no hay crisis, sino que cada vez hay más negocio en tráfico de mercancías, contenedores... Para eso necesitan especializar a sus trabajadores”, señala.
Con su cartera de clientes creciente, M6 Subsea Training lleva un año en el mercado, pero el emprendedor aún rememora los nervios ante su primer trabajo “fueron tres empresas que nos mandaron a sus trabajadores. Recuerdo aquellos momentos con nervios a la hora de tener que enfrentarte con gente que ya tiene conocimientos. No sabíamos si la formación que les podíamos facilitar era algo nuevo para ellos, algo que les podía hacer falta. Al segundo día quedó claro que sí”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.