China crece más de lo esperado con un 7,7% en 2013 pero no disipa los riesgos
El balance final del ejercicio supera en dos décimas las previsiones del Gobierno de Pekín El país se mantiene como segunda potencia mundial con un PIB de 9,3 billones de dólares
La economía de China logró cerrar 2013 con un avance mayor de lo esperado del 7,7% en tasa interanual. Sin embargo, esta supuesta mejora no logró ocultar los problemas latentes en un modelo económico necesitado de profundas reformas que tendrán que llevarse a cabo a corto plazo y bajo la persistente amenaza de una crisis de crédito.
Sobre el papel, el dato final de 2013 supera en dos décimas el objetivo del Gobierno para todo el año aunque, echando la vista atrás, supone una leve moderación frente al balance del trimestre anterior (7,8%). Por su culpa, repite el ritmo de crecimiento registrado en 2012, con lo que mantiene la tasa más bajo de los últimos 14 años dentro del proceso de enfriamiento gradual con el que prevé dar paso al cambio de moleo.
El país está en plena transformación mientras agota el modelo de crecimiento basado en las exportaciones, una apuestsa que le ha llevado a crecer a ritmos superiores a los dos dígitos hasta el estallido de la crisis financiera internacional y la caída de la demanda en los países receptores. Para ello, las autoridades chinas han anunciado en los últimos meses una serie de reformas cuyo objetivo es fomentar la demanda interna, lo que permitirá a la larga un crecimiento estable y sostenible.
Para este año, las previsiones apuntan a un resultado similar al de 2013. "Creo que será muy difícil que el crecimiento alcance un 8% este año", dijo a Reuters Ting Lu, un economista del Bank of America-Merrill Lynch en Hong Kong. Sus proyecciones pasan por que la economía de China se expanda un 7,6% este año. Además, los analistas ponen el foco en la producción industrial, que pese a que se expandió un 9,7% en 2013 con respecto al año anterior, pierde impuslo. Por su parte, las ventas al por menor crecieron un 13,1% interanual en 2013, para alcanzar un volumen de 23,44 billones de yuanes, o 3,84 billones de dólares.
Después de 30 años de crecimiento económico de dos dígitos que sacaron a varios millones de chinos de la pobreza, pero también devastaron el medio ambiente, China quiere cambiar de enfoque y adoptar un desarrollo sostenible y de mayor calidad. Se espera que cualquier cambio se dé al coste de un crecimiento económico menor, un precio que Pekín dice estar dispuesto a pagar.
En cuanto al resto de economías, el Producto Interior Bruto (PIB) del país alcanzó a cierre de 2013 los 56,88 billones de yuanes, o 9,31 billones de dólares, según la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE). Con ello, se mantiene como segunda potencia mundial a una gran distancia Estados Unidos, cuyo PIB superará los 15 billones de dólares.
No obstante, aunque en su conjunto todavía no alcanza a EE UU, algo que podría pasar en un par de años, ya sí ha adelantado a la primera potencia en el intercambio de mercancías al convertirse en líder del comercio mundial durante 2013.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.