Telefónica niega su participación en la oferta conjunta por la brasileña TIM

Telefónica ha hecho público este lunes su respuesta al regulador bursátil italiano sobre una eventual venta de la brasileña TIM, que es la filial local de Telecom Italia, para cumplir con las condiciones que le han impuesto las autoridades de competencia del país latinoamericano. En la nota, Telefónica asegura que "no es parte" del supuesto vehículo que estaría negociando el futuro de TIM y su reparto entre los operadores móviles ya existentes en Brasil y que, por tanto, "no tiene detalles de ningún tipo sobre dicha potencial transacción", tal y como se publicó el pasado viernes en los medios italianos. El mercado brasileño está actualmente compuesto por, además de TIM, por Claro, del grupo América Móvil del mexicano Carlos Slim; Oi, participada por Portugal Telecom, y Vivo.

Telefónica controla Vivo, la mayor operadora móvil de Brasil, y por medio de Telco está aumentando su presencia en TIM, su principal rival, lo que está pendiente de aprobación por parte del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE).

Ante el requerimiento de la CNMV italiana de que concrete los requerimientos de competencia brasileño, Telefónica asegura que rechaza estas condiciones y afirma que, de momento, no tiene decidido qué va a hacer con TIM, a la que controla parcialmente gracias al 15% que tiene en Telecom Italia.

Según insiste la compañía presidida por César Alierta, "las medidas impuestas no son razonables y, en consecuencia, está analizando la posibilidad de iniciar las acciones legales pertinentes", tal y como ya dijo cuando en diciembre se hizo público el dictamen de las autoridades de competencia de Brasil.

A este respecto y a requerimiento de CONSOB, la CNMV italiana, Telefónica aclara que no ha tenido ningún contacto específico con CADE sobre la transacción. "Todos los contactos recientes de los abogados y representantes de Telefónica con CADE se hicieron en el contexto de comentar las decisiones del CADE que se mencionan a continuación, incluyendo aspectos generales del mercado de las telecomunicaciones brasileño e internacional".

En concreto, refería una reunión celebrada el pasado 4 de diciembre sobre la aprobación "con restricciones de la adquisición, por parte de Telefónica, de toda la participación que poseía Portugal Telecom y PT Móveis en Brasilcel, que controlaba la compañía de telefonía móvil de Brasil, Vivo Participações". Entonces, CADE impuso la entrada de un nuevo accionista en VIvo en sustitución de PT o que Telefónica dejase de tener un interés financiero directo o indirecto en TIM.

Junto a esta condición, las autoridades del país impusieron a Telefónica una multa de 15 millones de reales por "considerar que había violado el espíritu y el objetivo del acuerdo" que en 2007 firmó con el CADE para formalizar la entrada en Telecom Italia. Así, exige que la española se deshaga de las acciones sin voto suscritas en la ampliación de capital sin derecho de voto en Telco, la sociedad instrumental por la que controla a la italiana.

En cualquier caso, Telefónica advierte de que "el calendario para el cumplimiento de las condiciones y obligaciones impuestas por CADE en ambas decisiones fue clasificado por CADE como información confidencial y reservada, y, por tanto, no estamos autorizados a divulgarlo al público". Asimismo, reitera que "conforme a su política no comenta rumores o especulaciones en prensa o de otro tipo".

En diciembre, fuentes del mercado dijeron a Reuters que Telefónica tenía 18 meses para reducir su control en el mercado brasileño de telefonía móvil, dándole tiempo para llevar a cabo su opción preferida: vender TIM de Telecom Italia entre mediados de 2014 y mediados de 2015.