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Las cotizadas deben mejorar sus webs

Un estudio de Deloitte sugiere cambios en la comunicación con los accionistas

David Fernández
La tecnología permite participar en las juntas a través de la web corporativa
La tecnología permite participar en las juntas a través de la web corporativa

La página web es uno de los principales y más potentes cauces de comunicación entre las sociedades cotizadas y sus accionistas. En la relación societaria la junta general es el momento más relevante del año y el canal web ha ido cobrado una importancia creciente tanto para facilitar su convocatoria y el ejercicio del derecho a la información como en lo relativo a la propia celebración de la junta y a la consulta posterior de los resultados y las votaciones.

Las compañías españolas y, en especial, las pertenecientes al Ibex 35 han llevado a cabo un proceso de conversión de sus webs corporativas, incorporando nuevos contenidos y elevando los niveles de transparencia. Pese a este esfuerzo, un estudio de Deloitte sobre el uso de los portales por parte de las cotizadas sugiere que hay aspectos aún por mejorar. “Si bien el estado general de la presentación de la información y contenido de las webs es, en términos generales, adecuado, pueden explorarse mejoras que redundarían en el beneficio no solo de los accionistas, sino también de las propias compañías”, concluye el informe.

Los principales resultados obtenidos por los expertos de Deloitte pueden agruparse en dos grandes conclusiones. En primer lugar, destacan que hay una gran heterogeneidad en la presentación de contenidos y funcionalidades de las webs corporativas en relación con la junta general, así como en el resto de contenidos relacionados con el gobierno corporativo.

“El número de inversores que utilizan Internet para analizar posibilidades de inversión crece de manera continua. La falta de homogeneidad en la presentación de los contenidos del gobierno corporativo por parte de las sociedades dificulta la comparación entre ellas”, destaca el informe.

La estructura de la sección dedicada a las juntas en las distintas webs no es uniforme: mientras que ciertas empresas incluyen toda la información de la junta en un solo epígrafe, otras lo hacen en varias secciones. Además, la tipología de documentos publicados y las funcionalidades también difieren de unas sociedades a otras. “Podrían explorarse trabajos sectoriales entre los grupos cotizados para adoptar unos estándares o buenas prácticas comunes”, sugieren los autores de trabajo.

La segunda gran conclusión a la que llega Deloitte tras estudiar las páginas de las empresas es que existe un “amplio campo de mejora” en las funcionalidades de las webs. Estos expertos señalan algunos aspectos en los que sería oportuno seguir trabajando. Por ejemplo: “Promover la participación de los inversores no solo nacionalmente, sino transfronterizo realizando las oportunas adaptaciones en la web para facilitar la internacionalización del accionariado”.

Otra sugerencia de Deloitte consiste en que las empresas promuevan el acceso y seguimiento de la junta a inversores con discapacidades, así como que las cotizadas aseguren la igualdad de trato entre todos los accionistas “independientemente de los canales de comunicación utilizados”.

El estudio también señala la conveniencia de evaluar otras alternativas de autentificación para personas jurídicas españolas y accionistas extranjeros “debido a que el proceso de obtención de certificados digitales en estos casos es complejo”. Además, y pese a las dificultades técnicas y de autentificación de accionistas, el informe sugiere que sería conveniente dotar a las páginas web de mayor funcionalidad “para permitir la delegación, solicitud de información e incluso presencia, intervención y votación de forma remota”.

El estudio de las webs de las empresas del Ibex 35 contiene algunas cifras reseñables. Por ejemplo, solo dos sociedades del índice (no se dan sus nombres) no han implantado el voto y delegación en las juntas por medios electrónicos. Entre las que sí los han implantado hay una gran heterogeneidad de funcionalidades. Por ejemplo, cuatro compañías hacen mención en sus convocatorias a la posibilidad de usar los medios electrónicos de voto y delegación en caso de personas jurídicas mediante solicitud previa de acreditación para el uso de dicho canal.

Entre las cuatro empresas que permiten usar el correo electrónico, una exige la restricción de utilizar la firma electrónica para acreditar la identificación del accionista. Otra ha implantado un formulario electrónico de voto en su web que, una vez completado, se firma electrónicamente con el certificado reconocido del accionista para su envío por correo electrónico a la sociedad. Además, cuatro compañías permiten solo la delegación por medios electrónicos, pero no el voto, y una sola empresa permite la emisión de voto, aunque solo a favor, mediante el envío de un SMS.

Grietas aún por cubrir en buen gobierno

España ha empezado a ganarse de nuevo la confianza de los inversores internacionales, pero todavía queda un largo camino hasta recuperar los niveles previos al inicio de la crisis. En la tarea de atraer capital foráneo tienen una importancia creciente los temas relativos al gobierno corporativo. Consciente de ello, el Gobierno se propone realizar importantes cambios en la legislación para adoptar las modificaciones propuestas por una comisión de expertos creada a petición del Ministerio de Economía. Además, la CNMV prevé actualizar en breve el Código Unificado.

Y es que las grietas aún por cubrir en materia de gobierno corporativo son muchas, como pone de manifiesto el IX Informe sobre Juntas Generales de Accionistas de empresas del Ibex 35, elaborado por Inforpress en colaboración con IESE, y que fue presentado esta semana en Madrid.

Uno de los desequilibrios a corregir, por ejemplo, es el del tamaño de los consejos. El Código de Buen Gobierno sugiere que los órganos de administración deberían tener una composición que oscilase entre los 5 y los 15 miembros. La cifra más baja garantiza riqueza de puntos de vista y el límite máximo está ideado para impedir que se favorezca la inhibición de opiniones. Sin embargo, casi una de cada tres empresas tiene todavía consejos demasiado grandes, según el estudio. Las empresas que al cierre del primer semestre del año incumplían esta recomendación son Abertis, ACS, Banco Popular, Banco Santander, Caixabank, FCC, Gas Natural, Mapfre, Repsol y Telefónica.

Otra laguna de las cotizadas españolas es la composición de sus consejos por nacionalidades. Muchos de los grupos españoles son multinacionales con negocios en diferentes partes del mundo. Sin embargo, la presencia de consejeros extranjeros es solo del 16% del total, una cifra muy baja si se tiene en cuenta que la mayoría son consejeros de empresas controladas por accionistas foráneos.

La igualdad de género es otra de las asignaturas pendientes de las empresas españolas. Solo el 14,8% de las sillas de los consejos están ocupadas por mujeres. Además, aunque la presencia femenina mejora año a año en términos cuantitativos, no lo hace desde un punto de vista cualitativo ya que todavía son muy pocas las consejeras con funciones ejecutivas en las cotizadas.

El quórum de accionistas presentes o representados en las juntas de accionistas es otro buen termómetro para calibrar los esfuerzos de las empresas en materias de gobierno corporativo. Asegurarse una presencia notable de accionistas en la junta es caro y laborioso, pero es un sinónimo de transparencia. En los últimos años, las empresas se han desentendido un poco en la tarea de incentivar la presencia en las juntas. En los eventos celebrados en 2013 repuntó levemente el quórum medio (pasando del 66,5% de 2012 al 67,3%), pero la asistencia todavía se encuentra muy lejos del 73,7% de media en 2009.

Además, todavía hay compañías que tienen limitados los derechos de voto en sus juntas de accionistas (Banco Sabadell, Enagás, IAG, Iberdrola, Red Eléctrica, Repsol y Telefónica) y otras que exigen un número mínimo de acciones para poder asistir a las mismas, según los datos recogidos en este estudio.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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