El BCE aplaza la devolución adelantada de los créditos de la barra libre de liquidez
La banca tendrá que mantener los fondos durante el último tramo del año El instituto emisor justifica la medida por la acumulación de operaciones en vacaciones
El Banco Central Europeo ha anunciado este viernes que la banca no podrá devolver a final de año el dinero prestado a bajo precio durante la barra extraordinaria de liquidez, aquella que abrió por dos veces entre diciembre de 2011 y febrero de 2012 para evitar el colapso de la liquidez en el sistema y con la que concedió un billón de euros a las entidades, que tenía de plazo para pagar hasta tres años.
Según informa el instituto emisor en un comunicado, la ventanilla virtual donde los bancos acuden a devolver este dinero permanecerá cerrada desde el 23 a 15 de enero de 2014. Por tanto, se suspende la devolución que estaba prevista para el 30 del próximo mes. Se da la circunstancia de que en estas fechas se cumplen dos años de la primera de aquellas subastas.
En cualquier caso, pese a que el plazo máximo al que se concedió el crédito era de tres años, el BCE dejó abierta la posibilidad de que las entidades reintegrasen el dinero en cualquier momento de forma adelantada. De hecho, la banca española utilizó esta opción y devolvió los fondos antes de tiempo para mejorar su imagen internacional e intentar demostrar que no necesitaban las muletas del organismo con sede en Fráncfort.
El BCE añade que el último pago que se podrá realiza en este 2013 será el 23 de diciembre y que, tras esta fecha, las entidades tendrán que esperar a mediados de enero. Antes, el 10 de enero, el organismo que dirige Mario Draghi hará balance del dinero que queda pendiente de devolver.
En lo que va de año, la banca ha devuelto 371.400 millones de euros de las dos barras de liquidez. En términos netos, según indica el BCE, ya han regresado a sus arcas el 71% del total de efectivo que puso en circulación hace ahora dos años
Por otra parte, mantener todo este dinero en el mercado será un elemento más para atajar los riesgos de deflación mientras el BCE debate si imponer por primera vez una tasa negativa a los depósitos de los bancos con el mismo objetivo.
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