Gas Natural prevé que la reforma lastre sus beneficios durante dos años

Gas Natural Fenosa (GNF) ha aprovechado la presentación de los resultados trimestrales este martes para lanzar nuevas andanadas contra la reforma eléctrica y criticar sus consecuencias. La primera es la de dos años de resultados planos, de “losa”, según su presidente, Salvador Gabarró. Y la segunda, la revisión del plan estratégico para el periodo 2013- 2015, que ha tenido que adecuar al “contexto actual macroeconómico y energético”.

La empresa estima que la situación económica que atraviesa España y los numerosos cambios normativos aplicados en los últimos años tendrán a partir de 2014 un impacto anual en las cuentas de la compañía de 600 millones de euros. Entre 2012 y 2013, las medidas adoptadas para la reforma suponen un total de 10.700 millones para todo el sector, según GDF.

La compañía cerró los nueve primeros meses del año con un beneficio de 1.120 millones, lo que supone un aumento de solo el 0,4% sobre un año antes. La atonía interna se ha compensado con “la solidez del modelo de negocio con una contribución creciente de la presencia internacional y en la solvencia de la continua reducción del endeudamiento en un contexto de endurecimiento regulatorio”. Mientras el beneficio bruto de explotación (ebitda) creció el 1% hasta 3.865 millones, el del negocio nacional cayó un 10%, la actividad internacional, que creció un 5,1%, ya supone el 44,5 %.

La sociedad, según el nuevo plan presentado ayer, prevé mantener el ebitda por encima de 5.200 millones y el beneficio neto en torno a 1.500 millones en los dos próximos años. Además, contempla una inversión de 5.200 millones en el periodo citado, con especial atención, precisamente, en potenciar el negocio de gas en Europa, la expansión de las actividades en Latinoamérica y programas de eficiencia. A partir de 2016, las “aspiraciones” son aumentar el ebitda a 6.000 millones y 1.900 millones de beneficio neto. Asimismo, las inversiones en dicho años sumarán 4.000 millones más a los citados.

Hasta septiembre la deuda financiera neta alcanzó 15.168 millones, cifra que se reduciría hasta los 14.384 millones si se descuenta el déficit tarifario pendiente de recuperar. El plan estratégico prevé reducir la deuda de los 16.000 millones de euros en 2012 a alrededor de los 13.000 millones en 2015. La compañía, por otro lado, mantiene el objetivo de un pay out (porcentaje de los beneficios que se reparte en dividendos) del 62% y que este pago “será siempre y totalmente en efectivo”.

Tanto Gabarró como el consejero delegado, Rafael Villaseca, se han mostrado optimistas sobre la mejora de la economía, lo que repercutirá en una recuperación de la demanda eléctrica a partir de 2014. A esta mejoría en las perspectivas de la empresa también contribuirá normalización de la actividad de la planta gas de Egipto, que permanece parada desde el año pasado, y para la que no se esperan cambios a corto plazo.

En cuanto a la intención de Repsol de desprenderse de parte o toda la participación que tiene en la gasista (30%), Gabarró ha asegurado que le “gustaría que no hubiera cambios en el capital”, aunque reconoció que no puede impedirlo. “No puedo evitar que un accionista se baje del carro de la empresa”, ha admitido.