Petrobras aumentará un 50% su producción para intentar salir de la crisis

Petrobras, que cumplirá sus 60 años el jueves próximo, va a aumentar un 50% su producción para intentar salir de la crisis de caja en que se encuentra en este momento. Las nueve unidades de producción que están siendo instaladas ofrecerán un aumento de un millón de barriles de petróleo diarios ya a partir del año próximo, según ha anunciado la presidenta de la empresa, María das Graças Foster.

La petrolera ya fue la joya de la corona de la industria brasileña: llegó a ser la tercera mayor del mundo de capital abierto y hoy aparece en décimo lugar.

Tres años después de su capitalización por valor de 120.200 millones de reales (54.000 millones de dólares al cambio actual) en el mercado financiero, Petrobras vale actualmente 240.900 millones de reales (108.000 millones de dólares) en la Bolsa de valores de São Paulo (Bovespa), casi un 50% menos de lo que valía en octubre de 2010 cuando su precio era de 453.800 millones de reales (204.000 millones de dólares).

Petrobras vale hoy menos aún de lo que valía antes de la capitalización. Esa tendencia a la baja comenzó en 2012 y los motivos alegados son varios. Entre ellos se alega la descompensación de los precios del petróleo, ya que Petrobras compra combustible más caro de lo que puede venderlo en Brasil.

Ello se debe a que el gobierno de la presidenta Dilma Rousseff no ha autorizado la subida del precio de la gasolina por miedo a un aumento de la inflación, que ya está rozando el objetivo oficial del 6%.

Otro de los motivos alegados por los economistas es la obligación que tiene la empresa de participar por lo menos con un 30% en los proyectos de exploración de los nuevos campos del pré-sal en aguas profundas.

Según cálculos de Vinicius Canheu, analista del Credit Suisse para los temas petroquímicos, por cada 10% de diferencia entre el combustible importado y el precio al que es vendido en Brasil, Petrobras pierde 5.200 millones de dólares. Y esa diferencia estaría hoy en un 20%.

Por ello, la esperanza tanto de Petrobras como de los accionistas privados de la estatal es que este mismo año Rousseff autorice la subida de la gasolina, algo que preferiría sin embargo no hacer ya que sería una medida impopular a menos de un año de las presidenciales a las que va a concurrir.

La mandataria brasileña, que fue ministra de Minas y Energía y miembro del Consejo de Administración de la empresa en el Gobierno del expresidente Lula da Silva, cambió al entonces presidente de Petrobras, Sergio Gabrielli, que era un político del Partido de los Trabajadores (PT) por la técnica Foster, una decisión que fue aplaudida por los inversores.

Una serie de coyunturas y quizás una excesiva influencia del gobierno en la gestión de la empresa que ha podido en algunos momentos alejar a los inversores, ha llevado a la petrolera brasileña a la crisis actual.

La ausencia los días pasados de las grandes gigantes mundiales del petróleo a la subasta del campo Libra del pré-sal, considerado el mayor del mundo, fue un jarro de agua fría. Más tarde, en Nueva York, Rousseff confió a una serie de empresarios extranjeros que quizás las supuestas acciones de espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NAS) estadounidense a Petrobras, pudieran haber alejado a las otras petroleras de participar a la importante subasta.

A pesar de todo, existe la esperanza y hasta un cierto optimismo de que a largo plazo las acciones de Petrobras volverán a ser rentables como en el pasado. Baste recordar que Petrobras llegó a rendir hasta un 465% desde 1986, descontada la inflación del período.

Los inversores de hoy tendrán solo que tener una cierta paciencia ya que antes de diez años Petrobras, dicen los especialistas, “volverá a ser altamente rentable”.

Esa es la apuesta del Gobierno y de la empresa, que con ese aumento de la producción de un 50%, con un millón más barriles diarios y el futuro de los grandes nuevos yacimientos, espera salir pronto de la encrucijada en que se encuentra.