La morosidad en los créditos para vivienda supera el 5% y marca un récord
Los problemas de las familias para llegar a fin de mes pasan factura a la banca La tasa de dudosos del conjunto del crédito registra nuevos máximos a un paso del 12% Las entidades dan por perdido uno de cada tres euros prestados a las inmobiliarias
Tras las quiebras en el sector inmobiliario y la entrada en recesión, ahora son los problemas que sufren las familias para llegar a fin de mes lo que está pasando la enésima factura a la banca, que se muestra incapaz de atajar el alza de la morosidad. Según los datos que ha publicado el Banco de España, los impagos en los créditos para comprar vivienda rebasaron en el segundo trimestre del año la cota del 5%, un nivel sin precedentes en toda la serie histórica, que arranca en 1998.
Los analistas atribuyen este ascenso de la morosidad hipotecaria a los problemas derivados del paro ya que aunque el desempleo ha mejorado en los últimos meses, la recuperación no se ha traducido en más empleo. Así, mientras por un lado se van agotando las prestaciones y subsidios, como la ayuda de 426 euros, cuyo cobro se ha restringido desde el Gobierno, por el otro se mantienen los problemas para encontrar un trabajo. Y sin ingresos no hay manera de continnuar cumpliendo con la máxima de que, en España, lo último que se deja de pagar es la hipoteca.
La estadística muestra que los créditos para comprar vivienda de dudoso se han disparado en el último año, un periodo en el que la tasa de impagados ha subido en dos puntos porcentuales hasta el 5,15%. Si el análisis se acota a las hipotecas, el porcentaje de morosos se modera al 4,9%.
Además, para añadir más gravedad al problema, los impagos siguen aumentando pese a que el volumen del dinero prestado baja. Y con fuerza. En el caso del crédito para vivienda el recorte es del 4%, hasta los 618.662 millones y, en el segundo, para los préstamos con garantía hipotecaria, del 3,4%, hasta los 582.000 millones. Hay que remontarse a 2007 para encontrar un nivel similar en la financiación a los hogares.
Lo que ya no es tan noticia es que la morosidad en los créditos a promotoras e inmobiliarias siguió subiendo hasta rebasar el 31% a cierre del segundo trimestre, lo que equivale a que uno de cada tres euros no se va a recuperar. En esta partida, ni siquiera el traspaso de activos tóxicos del ladrillo al llamado banco malo desde las entidades nacionalizadas ha logrado frenar el fenómeno. En dinero contante y sonante, las empresas vinculadas al sector inmobiliario han dejado de pagar 62.000 millones. Si se suman los impagos de las constructoras, la cifra aumenta hasta los 80.300 millones.
Abriendo el foco, la morosidad en el conjunto de la cartera crediticia de las entidades volvió a subir en julio, con lo que marcó nuevos récords sobre los máximos alcanzados un mes antes. Según los datos del supervisor, el volumen de préstamos de dudoso cobro frente al total avanzó tres décimas, hasta el 11,9%. Esta cifra representa que el sector da por perdidos 178.662 millones tras tomar en consideración la orden del Banco de España de reclasificar como morosos créditos que hasta ahora se consideraban como refinanciaciones.
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