El enfermo se estabiliza
La economía española apunta un reequilibrio en la demanda, antesala de la recuperación
Agosto es el mes de vacaciones para la mayoría de los españoles afortunados que aún conservan su empleo. Este año, al contrario que otros en los que los mercados financieros solían aguarnos la fiesta, la economía nos ha permitido descansar tranquilos y en general nos ha traído buenas noticias.
Las economías de la zona euro empiezan a moverse al alza. Los datos conocidos este mes indican que en el segundo trimestre la zona en su conjunto salió de la segunda recesión desde que comenzara esta crisis, con un crecimiento de su PIB de tres décimas respecto al trimestre anterior, el primero en siete trimestres. La mejora es generalizada, pero, como sucede en las carreras ciclistas, unos van en cabeza, otros en el pelotón y otros a la cola. España aún va en la cola, pero aguanta el tirón de los de cabeza, lo que permite que no se quede descolgada. Los factores que más contribuyen a esta recuperación son el aumento de la demanda de bienes y servicios europeos por parte del resto del mundo y una política fiscal menos restrictiva que en 2012. Otras economías del bloque de las más desarrolladas, como EE UU y Japón, también muestran buenos resultados en este periodo. En cambio, muchas economías emergentes, con China a la cabeza, dan signos de cansancio y su crecimiento se desacelera, aunque no de forma preocupante.
En el ámbito financiero, los mercados de valores han tenido en general un buen comportamiento, acorde con las mejores perspectivas para la economía real, aunque en las últimas semanas hemos observado retrocesos e incertidumbre derivados de las expectativas de que los bancos centrales empiecen a retirar parte de la abundante liquidez actual. Lo más positivo es que las tensiones financieras en la zona euro se van suavizando lentamente y ello se traduce, para España, en la reducción de la prima de riesgo, en más posibilidad de acceso a los mercados y en la vuelta de los capitales que abandonaron el país en los momentos más duros de la crisis.
Las economías de la zona euro empiezan a moverse al alza y España aguanta el tirón
En este contexto, los datos publicados sobre la economía española en agosto han sido también positivos, en general. Como ya venimos anunciando desde hace unos meses, la economía tiende a estabilizarse y muchos indicadores apuntan a una recuperación a partir del tercer trimestre, entendiendo por tal que el PIB abandone la recesión y empiece a crecer, aunque sea modestamente. El empleo vendrá más tarde.
La estadística principal conocida ha sido la contabilidad nacional del segundo trimestre, que, como es habitual en estas fechas, ha venido acompañada de la revisión de los datos de los cuatro últimos años. De esta revisión, lo más destacable es que el INE ha rebajado el PIB sobre todo de los dos últimos años, de forma que ahora somos estadísticamente más pobres. Como se ve en uno de los gráficos adjuntos, el PIB de 2012 es ahora 20.000 millones de euros menor que el estimado anteriormente. Toda la rebaja ha sido adjudicada al excedente de explotación de las empresas y rentas mixtas de los empresarios individuales, lo que eliminará o disminuirá la inconsistencia que había entre las cifras de la contabilidad nacional y otras fuentes estadísticas.
Sobre el periodo más reciente, el PIB solo cayó una décima en el segundo trimestre, tres menos que en el primero. Esta mejora relativa se basó, fundamentalmente, en un comportamiento menos negativo de la demanda interna. El consumo privado prácticamente se estabilizó y el consumo público y la inversión de las empresas en equipo aumentaron. Las exportaciones registraron un fuerte crecimiento, pero las importaciones no se quedaron a la zaga, de forma que la aportación de la demanda externa neta es ahora menos positiva que en 2012. Todo ello apunta a un reequilibrio en la composición de la demanda que es la antesala de la recuperación. La caída del empleo se frenó notablemente respecto a los dos trimestres precedentes y los costes laborales unitarios siguen cayendo a buen ritmo, mejorando la competitividad. Es muy significativa la mejora de las cuentas con el exterior, que arrojan ya un superávit notable.
En definitiva, el enfermo se encuentra estabilizado y a punto de dejar la UVI. Pero aún tendrá que estar un buen tiempo en el hospital hasta que restañe sus principales heridas y recupere fuerzas.
Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).
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