KPN aconseja la venta de E-Plus a Telefónica y no valora la opa de Slim

KPN y su máximo accionista, Carlos Slim, han movido ficha para hacer valer sus intereses. La operadora holandesa de telecomunicaciones KPN ha convocado una junta extraordinaria de accionistas el próximo 2 de octubre para someter a votación la aprobación de la oferta de compra de Telefónica sobre la filial alemana del grupo, E-Plus. El consejo de KPN, que apoya decididamente y desde el principio esta operación, ha remitido una circular a los accionistas recomendándoles que le den su visto bueno en la junta. Les promete a cambio retomar el pago de dividendos a partir de 2014, gracias a los 5.000 millones de euros que recibirá en efectivo por E-Plus.

 El Consejo de KPN informó también este miércoles en la convocatoria a los accionistas de la conocida intención de América Móvil, propiedad de Slim, de lanzar una oferta pública de adquisición de acciones (opa) por el 70,23% del capital de KPN que aún no controla. Pero de forma calculada, el máximo órgano de dirección de la compañía se cuida de valorar esta oferta, limitándose a señalar que la considerará “atentamente” y, de acuerdo con su compromiso con la continuidad de la compañía y de los intereses de las partes interesadas, “incluyendo a todos los accionistas, explorará todas las opciones estratégicas abiertas”.

Paralelamente, América Móvil también activaba sus planes para hacerse con el control total de KPN. El martes anunciaba que había llegado a un acuerdo con un grupo de bancos para asegurar la financiación necesaria para el lanzamiento de la opa sobre el 70,23% del capital a un precio de 2,40 euros por acción, lo que arroja un importe total de 7.177 millones de euros.

La compañía del magnate mexicano Carlos Slim ha indicado que una vez que cuente con la aprobación del regulador holandés lanzará la opa formalmente, algo que espera que ocurra “durante el mes de septiembre”.

Como se comprobó desde un principio, ambas partes siguen jugando con los plazos. Por eso, KPN ha advertido en su convocatoria que podrán ejercer su derecho al voto los accionistas de acuerdo con la participación que tengan al cierre de la cotización del próximo 4 de septiembre.

De esta forma, y salvo que Slim comprara más acciones de KPN de aquí al 4 de septiembre, el grupo mexicano concurriría a la junta extraordinaria en la que se debe votar la venta de E-Plus a Telefónica solo con el 29,7% de los votos del capital posee actualmente. Por el momento, Slim aún no ha desvelado la postura que adoptará en esa operación, limitándose a señalar que la evaluará “cuidadosamente”, aunque rompió el acuerdo de no agresión que mantenía con la dirección de KPN precisamente cuando ésta apoyó la operación de Telefónica.

El regulador holandés de los mercados (AFM) tiene ahora diez días para aprobar la oferta de Slim, supeditada a obtener el 50% del capital. A partir de esa aprobación, la oferta deberá estar viva durante ocho semanas. En ese plazo, el consejo de KPN debe posicionarse a favor o en contra de la opa y notificar su postura a los accionistas.

Prueba de que la relación entre los gestores de KPN y Slim ambas partes no es óptima, es que en la convocatoria de la junta se deja claro que en caso de que América Móvil lance finalmente su opa formalmente, el consejo de administración valorará por separado dicha oferta, de forma que la asamblea de accionistas del 2 de octubre 2013 se llevará a cabo “en cualquier caso”.

Contrariamente, KPN recomienda de forma efusiva que se vote favorablemente la venta de E-Plus a Telefónica, que valora en 8.100 millones de euros. Además del señuelo del dividendo, la misiva enfatiza que se recibirán 5.000 millones de euros en efectivo, con unas sinergias de entre 5.000 y 5.500 millones, con la ventaja adicional de contar con una participación del 17,6% en Telefónica Deutschland y se dotará a la firma de una mayor flexibilidad financiera y un perfil crediticio más sólido.

Quien también se ha mostrado a favor de la compra de E-Plus ha sido el ministro de Industria, José Manuel Soria, que ha indicado, en declaraciones a Europa Press, que la operación no solo es “buena” para Telefónica sino también “para España y para Europa” porque supone un paso en la consolidación del sector.