Las multilatinas pasan de España
Reino Unido, Francia o Suiza atraen a más empresas del otro lado del Atlántico
La idea de que Madrid puede actuar de capital para las empresas latinoamericanas en Europa está aún por demostrar. Pese a la creación del mercado bursátil Latibex, donde cotizan muchas de ellas, las llamadas multilatinas siguen sin apostar decididamente por España, una actitud que se ha acentuado en los últimos años debido a la crisis. De momento, pocas de estas compañías han colocado su sede europea en España, algo que también podría deberse a que muchas están en una primera fase de internacionalización, en la que priman Latinoamérica y EE UU, para muchas, su principal mercado. Tanto que, como apunta Jesús González Nieto, responsable del Latibex, “las compañías latinoamericanas tienden a mirar sobre todo a EE UU”.
De todas las que están en el Latibex, la única que tiene una presencia importante en nuestro país es la brasileña Gerdau, un gigante siderúrgico con 20.400 millones de dólares de ventas. Gerdau, que entró en Sidenor en 2006, tiene hoy nueve plantas en España, desde donde dirige todas sus actividades comerciales en el continente. Otra que también cotiza en el Latibex y que tiene algo de implicación en España es la mexicana Alfa, un grupo multisectorial (petroquímica, componentes, alimentación…) que factura 13.000 millones de dólares (el 60% fuera de México). En 2012 su filial Novak, de componentes, se hizo con una planta con 400 trabajadores en el País Vasco tras adquirir la norteamericana J. L. French. Al contrario de Gerdau, que solo está industrialmente en España, Novak sí tiene operaciones en otros países europeos.
Petrobras, también en el Latibex y asociada con Repsol en varios yacimientos, ha optado por Londres para su sede europea. Una decisión que la empresa explica subrayando que la ciudad es uno de los principales mercados financieros. Otra de sus sedes europeas está en Ámsterdam, debido, dicen, a que tiene varias sedes de bancos, tribunales internacionales y el mayor puerto de Europa, Rotterdam, muy cerca.
Londres parece la ubicación preferida. La empresa de celulosa Suzano, brasileña y también en el Latibex, tiene una sede en la capital británica y otra en Suiza. Lo mismo que ha hecho Vale do Rio Doce, una de las mayores mineras del mundo (45.800 millones de dólares de ventas), que puso sus sedes europeas en Londres y Lausana (Suiza), pese a que cotiza en el Latibex.
La crisis española ha llevado a muchas compañías a elegir otros países
De hecho, las que han acabado asentándose en España lo han hecho más a partir de la compra de firmas españolas (a veces integradas en carteras de otras multinacionales) que por el deseo de hacer del país su sede europea. Fue el caso de Cemex, la multinacional mexicana del cemento, que entró en España en 1992 con la compra de Valenciana, y que llegó a hacer de España una subsede internacional para Europa, África y Asia. En la actualidad ha repartido Europa en dos zonas: el sur se lleva desde España y el norte desde Londres. Lo curioso es que los presidentes de las dos regiones son españoles. También el Grupo Bimbo, con 13.300 millones de dólares de ventas y 125.000 trabajadores, que se hizo con la española del mismo nombre tras la compra del negocio de panificación de Sara Lee a finales de 2011, ha convertido España en su polo europeo. Es natural. Tiene aquí ocho plantas, las únicas en el continente.
Otra que llegó a partir de la compra de activos españoles fue la brasileña Votorantim. El año pasado se hizo con la Corporación Noroeste, tras un cambio de cromos con Camargo Correa. Otra empresa con presencia en España es Pemex, que tiene el 9,49% de Repsol y ha situado aquí la sede de algunas de sus instrumentales, así como en Holanda o Suiza.
La lista de multilatinas que han preferido ubicar sus sedes fuera de España es muy larga. La brasileña Embraer, uno de los líderes mundiales en aviones medianos, que hace años primó a España (Aernnova sigue siendo uno de sus suministradores), ha optado por Francia. Su sede europea está en Villepinte, cerca del aeropuerto parisiense de Charles de Gaulle. Otra brasileña, JBS Friboi (34.900 millones de ventas), uno de los líderes mundiales de la industria de carnes, con cinco plantas en Italia, ha colocado su sede para Europa en Londres. Lo mismo ha hecho la argentina Tenaris (tubos), con una facturación de 10.800 millones de dólares, y plantas en Italia y Rumanía, que ha optado por poner su sede europea en Reino Unido. González Nieto encuentra este comportamiento natural, ya que “al margen de donde te financies, tiendes a poner tus sedes operativas donde el desarrollo de tu negocio es más activo”.
El Latibex siga siendo un mercado residual, al que los inversores siguen sin acudir
Es posible que algo de esto se pueda explicar también por el hecho de que el Latibex siga siendo un mercado residual, al que los inversores europeos y españoles siguen sin acudir y que negocia solo entre dos o tres millones de euros al día. Una situación que se explica también, apunta Alejandro Varela, de Renta 4, porque “España no es el lugar paradigmático en el que la gente se dedica a invertir en Bolsa, al contrario de lo que sucede en EE UU, lo que le resta mucho potencial e interés al mercado para las compañías latinoamericanas”.
Otra razón de peso para optar por otros parajes puede ser también el que a algunas de las multilatinas presentes en España no les esté yendo muy bien. La propia Bimbo tiene pérdidas en nuestro país, que se agravaron el año pasado. Cemex no está pasando tampoco, debido a la crisis de la construcción, por una buena etapa en España. También Gerdau se ha enfrentado a problemas, descensos de ventas y hasta conflictos laborales.
Los expertos creen, sin embargo, que según las perspectivas en Europa empiecen a mejorar, algunas de estas multilatinas intensificarán sus operaciones en la UE, lo que no dejará de beneficiar, en muchos casos a España.
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