El Ibex 35 pierde brillo para los inversores
El índice de confianza vive su segunda (y leve) mejora seguida
El Ibex 35 fue el índice bursátil favorito de los inversores españoles durante tres trimestres seguidos (tercero y cuarto de 2012 y primero de 2013). Sin embargo, este idilio entre los ahorradores y la Bolsa local se rompió durante el segundo trimestre de este año, según refleja la nueva oleada de la Encuesta de Confianza del Inversor, que elabora J. P. Morgan Asset Management y que publica en exclusiva EL PAÍS.
La caída del índice selectivo en junio pasado, debido sobre todo al efecto que tuvieron en el mercado el mensaje del presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke, de que se irán retirando los estímulos a medida que la economía estadounidense mejore, ha hecho que los inversores españoles piensen que la Bolsa con más potencial de subida en los próximos seis meses no será la española, sino otros mercados europeos y los índices asiáticos. El Ibex cae al tercer puesto, por delante de la Bolsa de EE UU y los mercados emergentes.
Tras un arranque de año más o menos plácido para los activos de riesgo, que salvaron sin grandes tensiones acontecimientos como el rescate de Chipre o el culebrón electoral italiano, de repente han aflorado diferentes focos de incertidumbre que han provocado un aumento de la volatilidad que es el principal indicador del miedo. Esta situación se refleja en el índice de confianza que aunque repunta por segundo trimestre consecutivo —circunstancia que no ocurría desde el arranque de 2011— lo hace a paso muy lento —pasa del -2,54% al -2,42% en el segundo trimestre— debido sobre todo al fuerte repunte del pesimismo en el mes de junio.
El número de pesimitas —creen que es probable o muy probable que la Bolsa caiga en los próximos seis meses— sigue siendo elevado (38%), mientras que los optimistas —auguran subidas— solo suponen el 18,8%. El peso de los equidistantes —creen que el mercado no sufrirá cambios— alcanza el 43,2%.
Un dato de la Encuesta interesante es que desciende en el trimestre analizado el número de personas que aseguran que no invertirá en ningún producto financiero a medio plazo. Los depósitos se mantienen, a pesar de la restricción a su remuneración, como el producto que concentra la mayor intención de inversión (71,3%), pero otros activos como las acciones y la renta fija empiezan, lentamente, eso sí, a captar la atención de los ahorradores. Es especialmente significativo el repunte que han tenido los planes de pensiones entre las preferencias de los inversores, una tendencia que coincide con el informe del comité de expertos para la reforma del sistema de pensiones. Eso sí, todavía, solo el 11,1% de los encuestados dicen que entrarán en un plan en los próximos seis meses.
La mentalidad de los ahorradores españoles sigue siendo bastante conservadora. El 51,4% de los inversores dicen que se conforman con no perder dinero; el 36,5% está dispuesto a sacrificar parte de la rentabilidad a cambio de cierta seguridad, y solo el 12,1% busca la máxima rentabilidad. Estos datos son muy similares a los de la oleada anterior y contrastan con los resultados previos a la crisis cuando el 32% de los encuestados (tercer trimestre de 2007) aseguraban buscar la máxima rentabilidad con sus inversiones.
En la encuesta de confianza del primer trimestre del año se produjo por primera vez en bastantes trimestres una mejora respecto a cuándo creen los ahorradores que saldremos de la crisis. Sin embargo, en la oleada actual, esa percepción ha vuelto a empeorar. El 86% de los encuestados creen que tardaremos más de dos años en salir de la crisis (83,7%, un trimestre antes); el 8,1% augura una espera de entre un año y medio y dos años, y el 4,5% dice que se retrasará entre un año y un año y medio.
Reacción exagerada
El aumento de la volatilidad y las caídas en los precios de muchos activos que han seguido al anuncio de la Reserva Federal de que irá retirando poco a poco los estímulos si se confirma el crecimiento de la economía estadounidense son calificados por Manuel Arroyo, director de estrategia en España de J. P. Morgan AM, “un tanto exagerados”. “Se ha confundido un poco el mensaje porque si se retira la liquidez será por algo positivo como es una situación normalizadade crecimiento y reducción del desempleo”.
El castigo tras las palabras de Ben Bernanke se cebó especialmente en la renta fija. “Esto ha hecho que en un activo que nos parecía ajustado por precio, hayan surgido algunas oportunidades”. Más allá de este movimiento táctico, la gestora estadounidense mantiene su apuesta por los activos de riesgo, principalmente la renta variable. “Llevamos varios trimestres apostando por la Bolsa y esta visión no ha cambiado. Los tres motivos que nos hacen decantarnos por la renta variable siguen ahí. El entorno macro es favorable, a pesar de algunos datos macro preocupantes en determinadas economías emergentes, los bancos centrales siguen con sus políticas expansivas, y las valoraciones, aunque ya no son las mismas que hace un año, son atractivas sobre todo si las comparas con el resto de activos”, explica Arroyo.
El departamento de análisis del banco estadounidense ha publicado recientemente un informe favorable sobre España. La gestora, que es independiente del banco, comparte esta visión.
“En Londres y Nueva York gustan las reformas que se han implantado, e incluso se piden más cambios. La deuda soberana española es una de las principales sobreponderaciones de nuestros fondos de renta fija”.
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