Competencia ve riesgos de parcialidad y descoordinación en el regulador único
La CNC critica duramente la burocracia y los plazos que implicará la nueva organización Señala que el sistema de informes preceptivos entre Salas es "incomprensible" Advierte de la posibilidad de "fragmentar en exceso la especialización técnica" de los consejeros
A la Comisión Nacional de la Competencia (CNC) no le convence el nuevo regulador único que prepara el Gobierno, la llamada Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Este superregulador acogerá en su seno las funciones que ahora realiza Competencia junto a la de los reguladores de energía (CNE), telecomunicaciones (CMT), servicios postales (CNSP), aeropuertos (CREA), ferroviario (CRF) o de medios audiovisuales (CEMA). Sin embargo, según Competencia, existe el riesgo de que su diseño acabe por provocar falta de independencia, que se alarguen los plazos de los procedimientos o que se fragmente excesivamente la especialización técnica de los consejeros.
Competencia, en su reunión de 26 de junio de 2013, analizó el proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el Estatuto Orgánico de este supervisor único. En el informe de conclusiones, la CNC repasa los puntos que considera más controvertidos sobre el regulador que acabará absorbiendo sus funciones. Señala, por ejemplo, que el funcionamiento del Consejo en Pleno y Salas "introduce elementos que complican innecesariamente su funcionamiento, en particular, el incomprensible sistema de informes preceptivos entre Salas" que "desde luego, no favorecen la simplificación administrativa que supuestamente la reforma buscaba".
También avisa de que "el sistema de rotación de los consejeros entre Salas, si bien persigue evitar que estas operen como compartimentos estancos de un único órgano, corre el riesgo de fragmentar en exceso la especialización técnica requerida para el desarrollo de funciones" y critica la poca estructura que se garantiza a la CNMC, teniendo en cuenta la enorme carga de trabajo que comportará. "La carga de trabajo que recae sobre el Consejo aconseja, en opinión de la CNC, dotarlo de una estructura de apoyo más sólida y estable de la que el Borrador de Estatuto contempla", aconseja.
Uno de los puntos en los que más insiste la CNC es en la posible falta de independencia que amenaza al nuevo órgano, que absorbería sus funciones. "Hay una serie de factores que debilitan la capacidad e independencia del órgano instructor, la actualmente denominada Dirección de Investigación. Primero, la disminución del número de subdirecciones", señala. Precisamente la posible falta de independencia es lo que llevó a Bruselas a exigir cambios en este organismo, que el Gobierno tuvo que remodelar.
Otro de los aspectos contra los que más dispara la resolución de la CNC es el de la duración de los procesos bajo el nuevo supervisor. Asegura que el sistema alargará los plazos y creará un sistema más burocrático. Señala que en contra de lo que asegura la memoria del análisis de impacto normativo que acompaña al borrador de Estatuto, "existe un riesgo cierto de que no se aprovechen las esperadas sinergias" y que "no cabe esperar" una "reducción real en los plazos de instrucción de los expedientes sancionadores o de concentraciones". Después de asegurar que en la actualidad los plazos "son ajustados" y funcionan bien, vaticina que "la introducción de nuevos trámites por el Estatuto tenderá a dilatar los plazos e incrementará el riesgo de caducidad de los procedimientos".
En términos más generales, Competencia advierte de que este estatuto de funcionamiento debería acotarse únicamente a realizar un diseño institucional básico, porque los detalles de funcionamiento interno deberá decidirlos el propio organismo, según justifica, para evitar problemas de independencia o autonomía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.