El Banco de España abre expediente por la filtración de datos confidenciales

El Banco de España ha procedido a la apertura de un expediente informativo para esclarecer por qué un correo electrónico interno dirigido al gobernador y al subgobernador de la institución con información confidencial acabó publicado en un periódico de difusión nacional. En una comunicación interna distribuida a la plantilla, el Banco de España explica que abre este expediente después de que el pasado 26 de mayo un periódico reprodujera "la práctica totalidad" de un correo electrónico dirigido por el director general de supervisión de la institución al gobernador y al subgobernador.

En ese correo se resumían las conclusiones provisionales de visitas de inspección practicadas a tres entidades de crédito, información que por su naturaleza tiene carácter confidencial, añade el Banco de España en la nota enviada a sus trabajadores. En concreto, se hablaba de laxitud por parte del Banco Santander, Banesto y BBVA en el reconocimiento de dudosos y subestándar y en la constitución de provisiones tras la inspección del supervisor para revisar sus carteras hipotecarias. Además, se decía que algunas refinanciaciones eran un mecanismo para no reconocer morosidad.

Por eso, el supervisor ha procedido a abrir un expediente con el fin de conseguir la completa aclaración de los hechos y decidir, en su caso, si aplica las medidas previstas en su reglamento de trabajo, que establece el deber de secreto entre sus empleados por cuantas informaciones confidenciales tengan conocimiento. Así se recoge en el artículo 6 de la Ley de Autonomía del Banco de España, que considera este tipo de infracciones como "faltas muy graves", por lo que incumplir el deber de secreto puede ser objeto de despido.

Además, en la misma línea, el artículo 7 del Código de Conducta para el personal del Banco de España recoge la obligación de guardar secreto sobre cuantas informaciones de naturaleza confidencial tuvieran conocimiento en el ejercicio de las mismas.

En particular, en el caso de las funciones de supervisión, el deber de confidencialidad es "una obligación básica cuyo cumplimiento es exigible tanto a las autoridades con competencias supervisoras como a las personas que trabajan en ellas".

Por último, en España, los apartados 2 y 3 del artículo 6 del Real Decreto Legislativo 1298/1986, de 28 de junio, trasladan al ordenamiento jurídico este principio, con lo que todas las personas que desempeñen o hayan desempeñado una actividad para el Banco de España y hayan tenido conocimiento de datos de carácter reservado están obligadas a guardar secreto. Tanto es así que el incumplimiento de esta obligación determinará responsabilidades penales y las demás previstas en las leyes, advierte el Banco de España a sus trabajadores.

Por todo ello y tras la filtración de una comunicación interna, el supervisor traslada a sus empleados la extraordinaria importancia del adecuado cumplimiento del deber de secreto sobre cualquier información obtenida en el ejercicio de sus cargos.

"El quebrantamiento de este secreto puede ocasionar perjuicios a terceros, dificultar el correcto desarrollo de sus funciones y afectar de forma notable al prestigio de la institución" y por ello el Banco de España solicita el apoyo de todo el personal para evitar que se vuelvan a repetir conductas similares.