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Los ‘otros’ chicos de Baltimore

Legg Mason, una de las mayores gestoras, quiere crecer en el mercado europeo

David Fernández
Joe Sullivan, consejero delegado de Legg Mason
Joe Sullivan, consejero delegado de Legg Mason

El éxito televisivo de The wire ha supuesto el descubrimiento de Baltimore para muchos espectadores. En la ficción, la serie retrata los bajos fondos de esta ciudad del Estado de Maryland (EE UU), pero, en el mundo real, la localidad está asociada a una de las mayores gestoras de fondos de todo el mundo: Legg Mason. Para hacerse una idea del tamaño de esta entidad basta con recordar que al cierre del primer trimestre del año manejaba activos por valor de 515.000 millones de euros, es decir, aproximadamente, la mitad del PIB español. A pesar de esta dimensión, el negocio de la compañía ha estado muy concentrado en EE UU y ahora quiere recuperar el tiempo perdido en el mercado europeo, donde gestoras rivales como Fidelity o Franklin Templeton le llevan años de ventaja.

Con esta vocación paneuropea, Legg Mason celebró esta semana en Londres su encuentro anual con clientes. En este evento, en el que estuvieron invitados varios medios de comunicación, entre ellos EL PAÍS, se respiraba optimismo en el equipo de la gestora. En octubre de 2012, el anterior consejero delegado, Mark Fetting, dejó el cargo, y Joe Sullivan lo ocupó de forma interina hasta que fue confirmado como máximo responsable en febrero de este año. La respuesta del mercado es una subida de las acciones de la gestora del 30% en los últimos cuatro meses. “Está claro que el relevo ha gustado a los inversores. El anterior consejero delegado era un financiero y el actual tiene un perfil mucho más comercial”, fue uno de los comentarios que se pudieron escuchar en los corrillos previos al evento.

En su intervención, Sullivan dejó claro que la apuesta por el Viejo Continente va en serio. “En medio de todos los retos que existen actualmente en Europa hay grandes oportunidades de inversión”, enfatizó este directivo que se mueve como pez en el agua en sus intervenciones públicas. El máximo responsable de Legg Mason defendió el modelo de negocio de la gestora como su principal atractivo. La compañía se organiza en torno a una serie de entidades afiliadas o boutiques especializadas en distintas estrategias de inversión. Entre estas filiales destacan Western AM (renta fija), Permal (fondos de hedge funds), Royce (pequeñas compañías), ClearBridge (renta variable), Brandywine (renta fija y variable) y Batterymarch (tácticas cuantitativas).

La compañía se fundó en 1899 y su crecimiento se aceleró especialmente desde mediados de la década de los años noventa del pasado siglo a través de una activa política de adquisiciones. En este sentido, y en un encuentro informal con periodistas, la noche anterior a la reunión con clientes, Sullivan no descató crecer en Europa a través de alguna compra si se presenta una buena oportunidad en cuanto a precio y si encaja con las necesidades de la gestora en el continente.

Las acciones de la compañía han subido un 30% en solo cuatro meses

La presentación a clientes sirvió a los principales gestores de Legg Mason para transmirles su visión del mercado. El mensaje principal es que los inversores se encuentran ante un escenario inédito, condicionado por la ingente liquidez inyectada por los bancos centrales que está generando distorsiones en el precio de algunos activos, principalmente en renta fija, y en el que el crecimiento es sustancialmente desigual en función de la zona geográfica que se analice. En este escenario, la gestión activa, es decir, aquella que no se limita a replicar la evolución de los índices, sino a descubrir nichos de rentabilidad al margen del consenso, cobra cada vez más importancia.

Los tres grandes temas del momento desde el punto de vista de la inversión son, según Terry Johnson, responsable global de distribución de la gestora, la preservación de capital, la captura de rentabilidad y la búsqueda de crecimiento a largo plazo. “La gente busca nuevas cosas con respecto a los objetivos previos al estallido de la crisis y demanda nuevas vías para lograr esos objetivos. Hay un gran salto entre los retornos que se esperan y los que finalmente se consiguen”, señaló. “La inflación, aunque no está desbocada, sí se está comiendo las rentabilidades que proporciona la liquidez. Los inversores necesitan superar su aversión al riesgo para alcanzar metas que a veces son conflictivas”, añadió Johnson.

El encargado de dibujar el panorama macroeconómico y las previsiones generales de Legg Mason fue el presidente y jefe de inversiones de Permal, Isaac Souede, que empezó su intervención citando a John M. Keynes: “Cuando los hechos cambian, yo cambio mis opiniones. ¿Qué hace usted, señor?”. Su teoría es que las cosas han cambiado mucho desde el estallido de la crisis financiera y, por tanto, hay que cambiar la forma de leer los activos y acomodar a estas modificaciones las estrategias de inversión.

“El potencial de crecimiento de EE UU está siendo subestimado. Un aspecto clave es que, en pocos años, el país puede ser independiente energéticamente. Además, su economía está recibiendo una serie de ayudas inesperadas. Por un lado, la política de Japón fortalece el dólar y reduce el riesgo inflacionista. También frena el impacto que tendría un crecimiento de los precios con tanta liquidez la desaceleración de China y su menor demanda de materias primas. Además, la climatología ha incrementado la producción de alimentos este año en EE UU”, subrayó Soudee. Todos estos aspectos, en su opinión, quitan presión a la Reserva Federal, que podrá ir retirando los estímulos de una forma gradual.

En el caso de Europa, el experto de Permal es mucho más cauteloso. “La Unión Europea ha aplicado una estrategia diferente que no ha funcionado allí donde es más necesario: el empleo. La necesidad de actuar es cada vez más urgente. Alemania no puede estar tranquila, ya que el 70% de sus exportaciones las compran sus socios europeos. Además, su principal enemigo comercial, Japón, es ahora mucho más competitivo, gracias a las exportaciones”. Soudee cree que la recuperación financiera en Europa está ya en marcha, “pero la económica todavía no ha empezado”.

Este experto llamó la atención sobre dos factores. Por un lado, el hecho de que el largo periodo con baja volatilidad en el mercado de divisas ha terminado. Por otro, que los mercados y los activos ya no se mueven de una forma tan correlacionada como hace unos años.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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