El BCE abre la puerta a nuevas medidas para que el crédito llegue a las pymes
“Aún nos quedan herramientas. No somos un tigre sin dientes”, dice Mersch
Los casi 150 kilómetros que separan a Bruselas de la ciudad alemana de Aquisgrán sirvieron el miércoles para canalizar un mensaje destinado a toda la eurozona, pero muy especialmente a los países del sur: el Banco Central Europeo (BCE) no agotó sus armas el pasado jueves cuando rebajó el precio del dinero al mínimo histórico del 0,5%. “Todavía nos quedan herramientas. No somos un tigre sin dientes”, dijo Yves Mersch, miembro del consejo del Gobierno del Eurobanco, desde la antigua capital del imperio carolingio. “Tenemos la mente abierta para ver las cosas que podemos hacer, siempre dentro de nuestro mandato”, terció en la sede bruselense del Parlamento Europeo su colega, el alemán Jörg Asmussen.
El presidente del BCE, Mario Draghi, ya había advertido la semana pasada en Bratislava que baraja fórmulas junto con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) para ayudar a que la financiación llegue a las pymes, problema que se ha convertido en una verdadera obsesión para los responsables económicos europeos. Para lograrlo, el italiano se plantea que el BCE compre activos financieros a la banca, aunque este plan se encuentra aún “en una etapa muy inicial”, según dijo hace una semana. El debate lo volvió a suscitar el miércoles el periódico conservador alemán Die Welt tras publicar que la mayoría de consejeros del Eurobanco defiende una política que en Alemania despierta urticaria. Según estar versión, Draghi apoyaría la medida con la oposición de los propios Asmussen y Mersch. “El BCE podría convertirse en el banco malo del sur de Europa”, titulaba este diario dejando bien claro cuál es el miedo de muchos de sus lectores.
“Es parte del debate sobre el crédito a las pymes”, admitió Asmussen cuando se le preguntó por la información de Die Welt. “Parece que la discusión está aún en sus primeras etapas. El BEI podría liderar el proceso”, asegura a Bloomberg el economista jefe para la zona euro de BNP Paribas, Ken Wattret.
Pese a este giro en el discurso del BCE, Asmussen mostró sus dudas sobre los verdaderos motivos de la sequía de dinero que ahoga a las empresas del sur de Europa. “No es la liquidez lo que está impidiendo que los bancos presten, sino la falta de capital o un aumento de la aversión al riesgo”, aseguró el alemán, que también pidió priorizar la unión bancaria. “El caso chipriota ha sido un recordatorio saludable de ello”, dijo.
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