Los sindicatos europeos exigen un “necesario cambio de rumbo”
La CES pide invertir entre el 1 y el 2% del PIB europeo, lucha contra el fraude y armonización fiscal
Los sindicatos europeos quieren estar en primer plano del debate y participar en la construcción de una Europa social de progreso. Por eso, la Confederación Española de Sindicatos (CES), que preside el español Ignacio Fernández Toxo (secretario general de Comisiones Obreras), ha elaborado un documento en el que propone un “necesario cambio de rumbo” y un paquete de exigencias para, como prioridad y entre otros objetivos, “restablecer un crecimiento sostenible y hacer frente al desempleo” y que se dedique a inversiones entre el 1% y el 2% del PIB europeo (entre 130.000 y 260.000 millones de euros) en un Programa de Recuperación Europea.
El citado documento, que los sindicatos de cada país de la UE se comprometieron a presentar a sus respectivos jefes de Gobierno este mes y será esgrimido ante la cumbre europea de junio, también plantea “un plan contundente” de lucha contra el fraude y la evasión fiscal y armonizar el impuesto de sociedades en torno al 25% (tasa media de imposición actual entre los Veintisiete); la corrección de los desequilibrios comerciales entre los países de la UE mediante el aumento de la demanda interna por parte de los países con una balanza comercial positiva; un Protocolo de Progreso Social que se añada a los tratados con el fin de asegurar el respeto de los derechos sociales fundamentales, y que las instituciones europeas y los interlocutores sociales aseguren y promuevan el diálogo social y las relaciones laborales a escala nacional.
Según la CES, “los logros y políticas sociales a nivel nacional y europeo se han visto perjudicados por las políticas laborales y macroeconómicas aplicadas hasta ahora”. Los sindicatos piden, en ese sentido, detener los recortes en gasto público, protección social y salarios, que, en su opinión, “son injustos, aumentan el desempleo, las desigualdades y la pobreza y, además, empeoran la recesión”. Según ellos, la propuesta actual es demasiado restrictiva y si no hay cambio de rumbo no piensan prestar su apoyo a las políticas de dimensión social europea.
Las centrales dan prioridad al crecimiento y a la lucha contra el paro
El empeño de la CES persigue que los Gobiernos tengan en cuenta sus peticiones. Por eso, consideran determinante la activa participación de los poderosos sindicatos alemanes, que mantienen una fluida relación con Angela Merkel. De hecho, serán los alemanes los que encabecen las movilizaciones previstas para la cumbre europea.
En el caso español, Mariano Rajoy ha sido bastante más reticente a mantener encuentros con los sindicatos, que se reunieron antes con Merkel que con él. Precisamente, el próximo día 16 les ha convocado junto a la patronal. No obstante, los líderes sindicales (Toxo y Cándido Méndez) le han pedido otra cita para explicarle el documento europeo junto a la secretaria general de la CES, Bernadette Ségol.
Además de las exigencias citadas, la declaración propone otras:
» La fijación de salarios debe seguir siendo un asunto nacional y el salario mínimo legal debe aumentarse en los países que los sindicatos consideren necesario. En cualquier caso, el salario mínimo debe respetar las normas del Consejo de Europa.
» La CES apoya la introducción de un ingreso mínimo social en todos los Estados sobre la base de principios comunes europeos (renta mínima de inserción).
» Puesta en marcha de iniciativas para el empleo juvenil, con especial referencia al marco europeo de calidad en la realización de prácticas y la Alianza Europea para el aprendizaje.
» Los países deben promover el modelo social europeo y la CES participar en los debates sobre criterios y principios generales.
» Poner fin de inmediato a las medidas de austeridad y recurrir a la flexibilidad fiscal permitidas en tiempos de recesión para el crecimiento y la lucha contra el desempleo.
» Las modalidades contractuales, tales como los memorandos de entendimiento, se pusieron en marcha de manera antidemocrática. Vulneran la negociación colectiva, las relaciones industriales y el diálogo social. La CES se opone a acuerdos de este tipo.
» La CES reconoce la necesidad de poner en marcha políticas que conduzcan al saneamiento de las cuentas.
» Se deben tomar medidas jurídicas vinculantes para detener la competencia a la baja sobre salarios y condiciones de trabajo. La igualdad de trato debe ser la norma para todos los trabajadores.
Ignacio Fernández Toxo se dirige a Bernadette Ségol, sentada entre Cándido Méndez y la ministra de Empleo, Fátima Báñez, el pasado enero. / uly martín
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