La emigración española a Alemania se dispara al nivel de hace 40 años
29.910 trabajadores salieron hacia el país centroeuropeo en 2012, el 45% más que en 2011 Berlín recibió casi un millón de inmigrantes en 2012
Una tasa de paro del 5,6%, la alemana, frente a otra por encima del 27,1%, la española, explican claramente que el año pasado se disparara la emigración desde España a Alemania. Creció un 45%, según la oficina de estadísticas alemana. Esto supuso la llegada de 29.910 nuevos inmigrantes españoles al país germano, la cifra más abultada desde 1973.
La buena salud del mercado laboral alemán —justo cuando el desempleo ha pasado a convertirse un problema muy serio en bastantes países de la Unión Europea— ha provocado que desde comienzos de la crisis el número de emigrantes de otros países hacia el país germano casi se haya multiplicado por dos. En 2012 hubo 638.378, la inmensa mayoría de un total de 965.908. En total, la inmigración en Alemania creció un 13% en 2012. No obstante, del país salieron 712.000 personas. El saldo positivo de 369.000 personas es el mayor desde 1995.
El importante aumento de la emigración española es llamativo. Hay que remontarse hasta 1973, cuando la crisis del petróleo llevó a Alemania a cancelar los convenios de migración que tenía suscritos, para encontrar cifras similares. No obstante, los casi 30.000 inmigrantes españoles en Alemania, entre los que también puede haber extranjeros con permiso de residencia español, no alcanzan el de los años de la emigración masiva de la dictadura. La salida de trabajadores españoles hacia Alemania fue muy importante desde que en 1960 se firmó el convenio entre el Gobierno de Franco y Berlín. Ya ese año hubo 31.145 españoles. El pico se alcanzó en 1965 con 82.324.
Pero coger el avión hasta Alemania no supone encontrar trabajo, pese a la baja tasa de paro. Según la Agencia Federal del Empleo alemana, en 2012 había en el país 49.933 españoles con trabajo, un 15,8% más que en 2011.
Hoy, el grueso de los emigrantes de otros países llegados a Alemania proviene del este de Europa. Pero el aumento más llamativo es el de emigrantes desde países afectados por la crisis del euro, como España. Es el caso de Grecia, salieron 10.000 inmigrantes más que en 2011 (34.109 en total) o Portugal, 4.000 más que en 2011 (11.762 en total). En ambos casos supone un aumento del 43% respecto al año anterior. De Italia emigraron a Alemania 12.000 personas más que en 2011. Es un aumento del 40%. Desde Eslovenia llegaron 2.000 personas más que en el año anterior, un 62% más.
A pesar de estos incrementos, el principal emisor de inmigración de la Unión Europea hacia Alemania es Polonia, desde donde salieron en 2012 la friolera de 176.000 trabajadores, un 8% más que en el año anterior. El siguiente país es Rumanía, con 116.000, 21.000 más que en 2011. Bulgaria es tercera de la lista con 59.000.
La necesidad de mano de obra en Alemania explica estas cifras. De hecho, el gigante europeo ha puesto en marcha diversos programas para atraer inmigración cualificada desde otros países. El destino de la mayoría de extranjeros que llegan a Alemania son las regiones más prósperas de la República, con Baviera a la cabeza, seguida del corazón industrial del país, Renania del Norte-Westfalia. Después, Baden-Württemberg y la capital financiera Hesse. Según Eurostat, solo hay un país con una tasa de desempleo más baja en Europa: Austria (4,7%).
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