Boeing gana un 20% más en plena crisis del B787 Dreamliner

Los problemas de fiabilidad del B787 Dreamliner no parecen estar afectando a los resultados de Boeing. Tampoco los temidos recortes en el presupuesto del Pentágono. Al menos en este momento. El gigante aerospacial y de defensa estadounidense cerró el primer trimestre con una ganancia neta de 1.106 millones de dólares, un 20% más que en el mismo periodo de 2012.

Del lado de los ingresos se observa una ligera caída, del 3%, hasta los 18.893 millones. Pero eso se atribuye al tipo de cambio del dólar. La nota con los resultados no hace mención expresa al impacto de la prohibición de vuelo impuesta por los reguladores al Dreamliner, después de que en enero se incendiaran dos baterías en aviones operados por All Nippon Airways y Japan Airlines..

La agencia de la aviación civil en EE UU ya dio su aprobado el pasado viernes al nuevo sistema eléctrico del nuevo avión y esta semana emitió la directiva para que las aerolíneas que tienen el aparato procedan al cambio. En los próximos días debería levantar la prohibición de vuelo, por lo que los primeros Dreamliners podrían volver a operar para el mes de mayo aunque en otros países podría ser incluso antes. Ethiopian Airlines tiene previsto retomar el sábado el servicio del B787 en el que será el primer vuelo tras tres meses de suspensión.

“La prioridad estos días es restaurar plenamente el servicio del B787 y retomar las entregas”, señala Jim McNerney, consejero delegado de Boeing. La compañía entregó medio centenar de estos aviones a sus clientes. En Wall Street se calcula, sin embargo, que los problemas del Dreamliner podrían costarle unos 600 millones, en función de la compensación que exijan los afectados.

La división de aviación comercial tuvo unos ingresos de 10.700 millones en el trimestre. Representa una caída del 2% en el año, aunque mejora un 13% el beneficio operativo, a 1.220 millones. Tuvo 209 pedidos. En el apartado de Defensa, mantuvo los ingresos por encima de los 8.100 millones. “Rinde excepcionalmente bien”, afirma McNerney, consciente de la incertidumbre que genera el riesgo de recortes presupuestarios del Gobierno.