Ezentis despega con 4G en Latinoamérica

Manuel García-Durán es uno de esos nombres de empresarios que a uno le resultan familiares no tanto por haber presidido una gran compañía o ser el responsable de una operación de envergadura, sino por su fama mediática. La de García-Durán se debe a que fue la mano derecha de Juan Villalonga en el imperio mediático que este construyó con el talonario de Telefónica cuando presidió la multinacional, a finales de los noventa. En septiembre de 2011 volvió de su retiro emprendedor en Estados Unidos, donde puso en pie varias compañías, para hacerse cargo de Ezentis, la antigua Avanzit y la más antigua Radiotrónica.

“Cuando tomamos el control, la empresa estaba en liquidación. Teníamos una deuda de 130 millones de euros, un flujo de caja negativo, dos concursos de acreedores abiertos —uno en la matriz y otro en una filial—, una guerra accionarial de importancia y un conglomerado de empresas inconexas”, señala García-Durán.

Desde ese desembarco, el empresario ha dado muchos pasos (en algunos casos verdaderas zancadas por su calado) para la reordenación societaria del grupo y el abandono de las actividades que no consideraba estratégicas. Algunas de ellas, como el práctico abandono del negocio tradicional en España de tendido de red telefónica que llevaba Ezentis Telecom o los nuevos equilibrios accionariales, han resultado polémicos o le han granjeado enemigos.

“Me encargaron salvar una multinacional, pequeña, pero una multinacional española. Y había que dar esperanza a 4.000 trabajadores y sus familias. No podíamos continuar con esa estructura. Teníamos una amalgama de negocios, una constructora, geriátricos, catenarias, fotovoltaico… hasta un avión privado que ni siquiera pisé. Y más de cien directivos, que ahora se han reducido a siete. España vive tiempos de cólera. Había que centrarse y buscar las oportunidades de negocio donde las había”, se defiende.

La empresa ha reducido la deuda, saneado el balance y conseguido beneficios

Ezentis se deshizo de todos esos negocios, puso todo su foco en Latinoamérica (Argentina, Perú, Panamá, Chile, Brasil y Jamaica), se concentró en sus negocios de tendido de red de última milla (la que llega a los hogares) tanto en las telecomunicaciones, el sector eléctrico o el agua. En el campo financiero, tras la venta o la liquidación de activos, ha reducido la deuda por debajo de los 30 millones (2,5 veces el Ebitda), ha saneado el balance con una ampliación de capital de 13,2 millones de euros y ha conseguido beneficios de cerca de tres millones. “Nuestro éxito se ha basado en el apoyo de Telefónica y en la gestión de los pasivos”, dice el presidente de Ezentis.

Por eso, García-Durán cree que ha terminado la fase de la reestructuración y empieza ahora la de la “estructuración”, la creación de valor para cumplir con los compromisos del Plan Estratégico 2013-2015, como duplicar la cifra de negocio. En esa nueva etapa, Ezentis se estrena con un contrato muy esperanzador en el que está implicado su principal cliente, Telefónica. En efecto, el grupo ha resultado adjudicatario de un contrato para el despliegue de red de la cuarta generación de telefonía móvil (4G o también conocida como LTE) por parte de Samsung, como proveedor de redes a nivel nacional de Telefónica en Chile.

Telefónica contempla el despliegue de la red y el desarrollo y disponibilidad de terminales con tecnología 4G con una cobertura del 90% en septiembre de este año, para lo cual realizará una inversión de 200 millones de dólares (154 millones de euros) en tres años. En una primera etapa, Ezentis se adjudica cuatro zonas, tres en el norte y una en el centro sur, con 87 emplazamientos sobre los 240 previstos de estaciones base, ampliables a 118 sitios, equivalente al 49% del proyecto en su fase inicial.

Según el máximo responsable de Ezentis, este contrato supone un paso importante para la empresa en su interés por participar en el despliegue de redes 4G en Latinoamérica y refuerza su propósito de crecer en dicha zona, donde acaba de comprar una compañía de instalación eléctrica en Brasil —cabeza de puente para establecerse en ese país— y quiere dar el salto a México y Colombia con compras selectivas de empresas. La aspiración de Ezentis es ampliar la presencia en Latinoamérica hasta más allá del 90% de su negocio.

En esa aventura hispanoamericana quiere embarcar a su participada audiovisual Vértice, que también preside Garcia-Durán, aunque todavía es pronto para dar el salto. Por el momento, la estrategia pasa por hacerse con los contratos de externalización de las televisiones autonómicas públicas, reducir la deuda y volver a beneficios.