El presidente de Pescanova solo prestó a la empresa 9,3 millones y al 5% de interés

La coartada del presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se desmonta. Pescanova confirmó este martes que prestó dinero a la empresa tras vender acciones en secreto. Pero con un sustancial matiz: mientras que Sousa se embolsó 31,5 millones vendiendo el 7% de su participación a espaldas del mercado, a las arcas de la compañía solo llegaron 9,3 millones, y en forma de préstamo solo con tres meses de plazo de amortización y al 5% de interés. Tras la fecha de concesión del préstamo además, el presidente siguió vendiendo.

La compañía había justificado el lunes las operaciones no comunicadas de su primer ejecutivo. Explicó que Sousa había puesto “su patrimonio a disposición de la compañía” realizando las ventas entre diciembre y febrero, que le causaron “grandes pérdidas” para mitigar los problemas de liquidez que atravesaba Pescanova. En la nota enviada a los inversores decía que Sousa había prestado “el dinero neto resultante de la venta”. La compañía no quiso especificar con más detalle a qué se refería en su comunicación con “neto” ni en qué condiciones se había llevado a cabo el préstamo. La CNMV le obligó a ser más claro con los inversores.

“A requerimiento de la CNMV”, aclaró Pescanova este martes, “el contrato de préstamo tiene fecha de 7 de febrero de 2013 y es por un importe de 9.300.000 euros. El importe total de este préstamo se desembolsó los días 7, 8 y 18 de febrero. El tipo de interés es el interés legal del dinero fijado en la Ley de Presupuestos del Estado incrementado en 1 punto, es decir, el 5% anual. El plazo para su amortización, según el contrato firmado, era de tres meses contados a partir del 7 de febrero”, especificó a través de un comunicado César Mata, secretario del Consejo de Administración de Pescanova.

No es el único miembro del consejo que vendió antes del desastre: Alfonso Paz-Andrade, ex consejero delegado, vendió el 18 de febrero 75.000 acciones a 16,6 euros (se embolsó 1,2 millones), pero en su caso sí lo comunicó a la CNMV.

El presidente, por su parte, vendió en 46 paquetes sus títulos, hasta bajar del 14,4% al 7,45% de participación. Teniendo en cuenta los precios de mercado de esos meses, eso significa que el presidente se embolsó 31,5 millones. Varios consejeros han mostrado su sorpresa ante el hecho de que el presidente no comunicara sus andanzas tampoco a los vocales y aseguran que nunca reveló en las reuniones que hubiera dado créditos. El préstamo, según la empresa, se firmó el 7 de febrero. Otro hecho que desmonta la coartada de Sousa: sus ventas continuaron hasta el 27 de febrero. De hecho, después de ese día realizó 16 operaciones más. Entre el 8 de febrero y el 27 de febrero se deshizo de 584.710 títulos. Fue, además, el periodo en el que el precio de la acción era el más interesante, ya que sus ventas fluctuaron entre los 16,59 euros y los 17,69 euros por acción. Ganó 10,1 millones tras el día de la supuesta concesión del crédito.

Sousa se deshizo, en total, de 1,9 millones de títulos antes de comunicar los problemas de la firma. Se ahorró el desplome y, teniendo en cuenta que el concurso de acreedores abre un largo periodo inestabilidad, evitó quizá que esos títulos acabaran por diluirse por completo.