El Eurogrupo no aportará más de 9.000 millones al rescate de Chipre
Los ministros aprueban dar más plazo a Irlanda y Portugal para devolver las ayudas La extensión a Portugal solo entrará en vigor si la troika aprueba los nuevos recortes
Da igual lo que necesite Chipre para sacar a su sistema bancario del agujero: la aportación de los socios comunitarios será de 9.000 millones de euros, lo previsto inicialmente, y ni un céntimo más. Así lo han machacado tanto el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, como el comisario europeo de Economía, Olli Rehn, tras la reunión informal de ministros de la zona euro antes del encuentro que ha congregado a los 27 ministros de finanzas de la Unión Europea, que se lleva a cabo en el castillo de Dublín (Irlanda). El Eurogrupo también ha llegado a un acuerdo para aumentar en una media de siete años el plazo para que Irlanda y Portugal puedan devolver los préstamos del rescate, acuerdo que, tras ser aprobado por los 27, deberá pasar el trámite de algunos parlamentos nacionales. En el caso del país luso, la decisión solo entrará en vigor si la troika formada por el BCE, la Comisión y el FMI aprueba los recortes que compensarán la decisión del Tribunal Constitucional portugués de obligar a devolver las pagas extraordinarias a jubilados y pensionistas.
Klaus Regling, director gerente del Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), esbozó las condiciones del rescate: los chipriotas tendrán un máximo de 30 años para devolver las ayudas, con una media de 15 años. La ayuda externa para el rescate sumará 10.000 millones de euros: 9.000 del MEDE y 1.000 del FMI. El resto, hasta un total de 23.000 millones de euros, es responsabilidad del nuevo ministro de Finanzas chipriota, Jaris Georgiadis. Y para sacar 13.000 millones de euros, una cifra equivalente a un 70% del PIB del país mediterráneo, Nicosia deberá sudar mucho. Rehn intentó endulzar la píldora indicando que la Comisión intentará reubicar fondos estructurales europeos para compensar el golpe y reconstruir la economía chipriota, pero, como de costumbre, Dijsselbloem fue directo: "Los chipriotas van a vivir tiempos difíciles, sin duda".
La intransigencia con las cifras del rescate dan fe de que, una vez más, en el Eurogrupo han triunfado las posiciones de Berlín. "La contribución de los países europeos no va a cambiar", había augurado por la mañana el portavoz del Gobierno alemán, Steffen Seibert. "Ya es lo bastante grande". Otra de las exigencias alemanas, vigilar que ningún euro del rescate acabe en los bolsillos de los que utilizaban la banca chipriota para sus lavados de dinero, también ha sido respetada. "La auditoría externa sobre el blanqueo de capitales debe estar terminada antes del primer desembolso de la ayuda", ha recordado Regling.
El acuerdo respecto a la prórroga concedida a Irlanda y Portugal para que puedan devolver sus respectivos rescates es, según Rehn, "un paso más hacia el regreso a los mercados de estos países". Dijsselbloem ha indicado que espera que los respectivos parlamentos nacionales aprueben la ampliación de los vencimientos "en una semana, o una semana y media". Para Portugal, todo depende de si los socios comunitarios dan el visto bueno a las nuevas medidas de austeridad, que, según el presidente del Eurogrupo, "[el Gobierno portugués] está dispuesto a acordar rápidamente con la troika". Lisboa ya se ha comprometido a ahorrar 600 millones de euros aplicando este año medidas que se iban a tomar en 2014, según ha anunciado el viernes el primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho. Esa cifra equivale a la mitad de los recortes adicionales que debe aplicar el país luso. Passos Coelho ha insistido en que el dinero se sacará recortando gasto, y no subiendo impuestos.
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