Charcos domésticos en el seguro
La crisis del mercado español recorta los beneficios de Mapfre y Catalana Occidente
El vía crucis está lejos de terminar para las dos grandes aseguradoras españolas cotizadas, Mapfre y Catalana Occidente. Han visto aumentar el desplome de sus ganancias en el pasado ejercicio y sus problemas persisten y, en algún caso, se agudizan: mal comportamiento del mercado asegurador en España, vaivenes continuos en la deuda soberana; repercusión sobre sus balances y estrategias de la reestructuración de las cajas de ahorros, con las que han compartido negocio y capital; y, además, muchas dudas no resueltas aún sobre la próxima aplicación de la norma europea Solvencia II, el sistema de estimación de riesgos y cálculos de requisitos de capital en los seguros.
La diversificación geográfica y de productos está compensando en parte el quebranto que les produce esta situación. Confían, incluso, en poder repetir o mejorar, aunque sea ligeramente, sus cuentas en 2013, gracias a las estrategias que han adoptado y también a las medidas de saneamiento y contención de costes. No porque vaya a mejorar el mercado.
Mapfre, la compañía líder, que ha visto caer un 31% su beneficio atribuible anual en el pasado ejercicio, explica que el descenso se ha debido a la atribución de 404,8 millones a “provisiones y deterioros” (por inversiones en Bankia, Cattolica y en otros activos inmobiliarios y financieros) y hace hincapié en que su beneficio recurrente creció en 2012 un 9,6% y sus ingresos en un 7,5%. Asimismo destaca que el negocio internacional aporta ya más del 60% de las primas y de los beneficios, y que en el último año han elevado los fondos propios en más de 750 millones.
La división de seguro en España, que aporta un 33% de las primas, alcanzó los 7.508 millones de euros, con una reducción del 4,5% (inferior al 5,3% de caída media en el sector). La división de seguros internacional, con papel destacado en Latinoamérica, alcanzó los 10.834 millones, con un incremento del 23,3%. Por último, los negocios globales aportaron 4.888 millones, que son el 20% de las primas del grupo Mapfre.
La paradoja de Mutua Madrileña
La paradoja en el deprimido mercado asegurador español es el caso de Mutua Madrileña, que no cotiza en Bolsa ni tiene actividad fuera de España, y que no redujo sus ganancias en 2012 sino que las incrementó en un 5,7%, hasta los 189,3 millones, consagrándose como tercera aseguradora española, al traspasar el umbral de los ocho millones de clientes. Sus ingresos por primas crecieron en el pasado ejercicio un 4,8%, hasta los 3.645 millones de euros.
Su presidente, Ignacio Garralda, ha precisado que el mayor aumento de la facturación proviene de los productos comercializados por SegurCaixa Adeslas, firma en la que participa al 50% junto con el Grupo La Caixa desde 2011. En concreto, en el ramo de no vida los ingresos por primas se incrementaron un 4,7%, hasta los 3.557 millones, mientras que en vida, aumentaron un 11,4%, frente a la caída media del 9% del resto del sector. En autos, la aseguradora solo redujo un 0,8% sus ingresos, situándose en los 1.257 millones, mientras que en el resto del sector la facturación se rebajó casi un 6%. Mutua Madrileña ha incrementado su cuota de mercado en todos los ramos. De hecho, en autos el grupo está en la tercera posición del ranking nacional y su cuota se situó en 2012 en el 11,85%, tres puntos más que en 2008. En seguros de no vida, en dos años se ha pasado del 4% al 11% de cuota de mercado.
Mutua Madrileña prevé dar el salto internacional en 2014 con su entrada en Latinoamérica, probablemente en Colombia, de la mano de un socio local. En cuanto a posibles operaciones en España, el presidente de la compañía asegura que la empresa está “abierta” a las oportunidades que vayan surgiendo (va a estudiar, por ejemplo, la privatización de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación), Respecto a 2013, el objetivo de la aseguradora, según Garralda, es “igualar los resultados de 2012, aunque va a ser difícil”. La aseguradora tenía un patrimonio de 5.830 millones de euros a cierre del ejercicio 2012, de los que 1.393 millones corresponden a inmuebles. El grupo tiene intención de reducir esa partida inmobiliaria en 500 millones y convertirlos en inversión en el sector asegurador.
Los analistas de Bankinter califican, sin embargo, de “flojas” estas cifras. Los resultados, explican, están castigados por la aplicación de un criterio conservador en la valoración de ciertos aspectos, como la inversión en Bankia (que fue inicialmente de 160 millones de euros y que se provisiona hasta dejarla en 11,5 millones), el suelo propiedad de Mapfre Inmuebles (140 millones de provisión), su exposición a deuda griega (ahora anulada) y el reconocimiento del deterioro de su participación en Cattolica. Mencionan también la reducción de dividendos a repartir con cargo a 2012, el deterioro de su mercado en España y una “cierta sensación de inseguridad con respecto al alcance de la valoración de determinados activos, en cuanto a la incertidumbre sobre si surgirán aún cargos adicionales en el futuro”.
En este punto hay que matizar que cuando estos expertos realizaron su análisis, en febrero, las acciones de Bankia cotizaban aún a 0,42 euros (tres céntimos por encima del valor que les reconocía Mapfre en sus resultados de 2012), pero que al concluir marzo —tras la decisión del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria de reducirles el valor nominal a un céntimo y aplicar automáticamente ese valor a un próximo contrasplit o reagrupamiento de 100 acciones en una— lo hacían a 0,265 euros. Y las perspectivas son aún más negras: apuntan a que los más de 400.000 accionistas de Bankia perderán casi toda su inversión.
Los analistas de Renta 4, por su parte, aseguran que no ha habido “sorpresas” en la evolución del negocio de Mapfre con el área internacional como motor del avance de las primas y el deterioro del negocio doméstico. “Una vez que Mapfre ha reforzado los niveles de solvencia hasta el 261% (frente al 237% en los nueve primeros meses de 2012), ha mejorado su posición de liquidez con una emisión de obligaciones por 1.000 millones de euros (3,7 veces sobresuscrita) e incrementado la tesorería en 230 millones en el trimestre”, dicen, “no vemos riesgo” de nuevas reducciones de dividendos.
Catalana Occidente, por su parte, cerró el pasado ejercicio con un resultado consolidado de 222,8 millones, un 7,8% menos que en 2011, y el resultado atribuido a la sociedad dominante quedó en 200,2 millones (-4,9%). Los ingresos, 3.237 millones, se incrementaron un 0,5%. El grupo subraya que el negocio tradicional ha seguido marcado “por la debilidad económica de España y la elevada competencia, sobre todo en el segmento de autos”, lo que queda reflejado en una reducción del 2,7% en la facturación, hasta los 1.613 millones. Sin embargo, el “rigor técnico y la austeridad en el gasto” le han permitido mejorar el ratio combinado en el negocio tradicional, hasta el 88%.
El seguro de crédito ha aportado a los resultados de Catalana unos ingresos por primas de 1.624,3 millones, un 3,9% más que en 2011. En este caso, la contribución de este negocio al resultado recurrente ha sido de 104,5 millones, un 11,7% menos, con un ratio combinado en el 88,4%.
Catalana destaca que la estabilidad de los resultados y una “prudente política de inversión” le han permitido que los recursos permanentes a valor de mercado se hayan incrementado un 5%, hasta 2.343 millones, y que el margen de solvencia se ha situado en el 497,5%, con un exceso de 1.752,9 millones. Ha conseguido, además, un ROE (beneficio neto/patrimonio neto) del 14%.
Una situación que le ha permitido acometer con fondos propios en 2012 la compra del 6,48% de las acciones de Atradius, situando su participación en el 83,2%, y la adquisición de un 49% de Plus Ultra (anterior Groupama Seguros), con una opción de compra sobre el 51% restante del capital.
Finalmente, el grupo catalán aspira en 2013 a mantener los beneficios del pasado ejercicio y a sacar un mayor partido a su participada Plus Ultra.
Respecto a 2013, Antonio Huertas, presidente de Mapfre, avanzó a los accionistas que las expectativas del grupo “son muy positivas y que los ingresos superarán los 26.000 millones de euros, al tiempo que abogó por ampliar su presencia en otros mercados, crecer más en aquellos en los que ya se está y mejorar la eficiencia”. Por áreas, Huertas señaló que la aseguradora “debe volver a crecer en España más que el mercado, pese a que 2013 será un año de incertidumbre, que Latinoamérica tendrá un papel importante en el crecimiento del grupo, y que se prestará una atención especial a Estados Unidos”.
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