Las ventas del comercio minorista frenan su caída en el arranque del año

La persistente debilidad del consumo en España, cuya economía sigue en recesión, volvió a pasar una seria factura al comercio minorista en enero, aunque la caída en las ventas logró moderarse tras el desplome sufrido en diciembre. Según los datos que ha publicado este jueves el INE, el Índice General del Comercio Minorista cayó un 10,2% en el primer mes de 2013, un punto porcentual por debajo de la caída del 11,5% con la que acabó 2012.

El mayor deterioro de la economía en el cuarto trimestre de 2012, cuando el PIB cayó un 0,8% frente al trimestre anterior, agravó la crisis del comercio, que lleva desde junio de 2010 sin registrar tasas positivas en las ventas. Desde septiembre, además, incrementó su ritmo de contracción tras la subida del IVA y el impacto de los recortes en la renta de las familias. En este periodo ha retrocedido a tasas interanuales del 10,6%, el 8,6% y el 11,5%. Con el arranque del año, sin embargo, parece que ha moderado su caída.

Por tipos de establecimientos, todos los modos de distribución presentan tasas anuales negativas, sobre todo las tiendas pequeñas, con un descenso del 104%. El índice de las grandes superficies baja un 12,2% y el de las pequeñas cadenas, un 11,6%. Una vez más son las grandes cadenas las que han capeado el temporal de forma menos mala, ya que sus ventas retroceden un 3,4%.

Por tipo de producto, la alimentación también es la que sufre la caída menos mala, con un 6%, mientras las ventas del resto bajan un 13%. En cuanto a la evolución por comunidades, todas presentan tasas anuales negativas en las ventas minoristas en enero. Los mayores descensos se registran en Cataluña (–11,2%) y Galicia (–11,0%).

Del lado del empleo, las noticias que arroja la estadística del INE son, incluso, peores. En este apartado, sí que aumenta el deterioro con respecto a enero de 2012. En concreto, la ocupación en el sector baja un 2,3%. Esta tasa es tres décimas superior a la registrada en diciembre. Todos los modos de distribución registran tasas negativas, excepto las grandes cadenas, que incrementan un 0,6% su número de empleados.