Italia reaviva el miedo de los mercados
Las dudas sobre Italia devuelven la presión a los mercados de deuda El español Ibex 35 acaba la sesión con un descenso del 3,20% y pierde los 8.000 puntos El regulador bursátil italiano suspende las operaciones en corto sobre uno de sus bancos
El atasco político en el que se ha metido Italia tras las elecciones tuvo un fuerte impacto en los mercados este martes. Las incertidumbres que generan las dificultades para formar Gobierno evaporaron, de un plumazo, una parte importante de la mejora acumulada en los últimos meses en la deuda italiana y en la de España, aunque el castigo para esta última fue inferior. Los nervios también hicieron presa en las Bolsas europeas, sobre todo en el parqué de Milán, que se desplomó un 4,89% en su peor jornada en los últimos 15 meses. Paradójicamente, este es el tiempo que Mario Monti ha durado como primer ministro hasta que su partido y la política de austeridad que representaba fueron derrotadas en las urnas el pasado domingo.
Las dudas llevan al Tesoro del país transalpino a pagar más por sus letras
En la deuda, las dudas sobre el futuro del país cambiaron el chip a los inversores más tradicionales, que pasaron del modo búsqueda de rentabilidad al de aversión al riesgo, al tiempo que dio munición a los que llevaban días apostando en contra de Italia. Fruto de ello, el sobreprecio exigido a los bonos del Tesoro italiano a 10 años frente a los alemanes, de referencia por su estabilidad, se disparó y avanzó la friolera de 50 puntos básicos de golpe. Tras este repunte, desconocido desde que el acoso contra la deuda de Italia y la de España obligó al BCE a amenazar con intervenir en el mercado en agosto, su prima de riesgo subió a 344 puntos básicos (3,44 puntos porcentuales). Por tanto, en un solo día se comió una quinta parte de la mejora registrada desde que Monti asumió el poder en noviembre de 2011. Desde entonces, el tecnócrata hizo del país un alumno aventajado de la crisis del euro, aunque a cambio de los recortes la economía italiana fue la que más empeoró en el tramo final de 2012.
En las Bolsas, la huida de inversores se tradujo en un batacazo para los bancos italianos con recortes cercanos al 10% para el Intesa San Paolo o el Banco Popolare. En España, el Ibex se dejó un 3,20% y perdió los 8.000 puntos. En el resto de Europa las caídas fueron algo más moderadas con descensos del 2,7% en el Cac 40 parisino o del 2,4% en el Dax de Fráncfort.
El "invento" de la prima de riesgo
En todo caso, según a quien se escuche, no tiene sentido vivir pendiente de los volátiles mercados. “La prima de riesgo es un invento de los últimos dos años”, volvió a denunciar Silvio Berlusconi, que hizo de su escepticismo uno de los argumentos de campaña. “Ya está bien de hablar de la prima de riesgo”, añadió antes de insistir en que los mercados “están un poco locos”.
Guindos confía en que el contagio sea temporal
El ministro de Economía español, Luis de Guindos, ha reconocido que la inestabilidad política italiana ha contagiado a España en los mercados, aunque ha confiado en que el contagio se produzca sólo "a corto plazo".
"Lo bueno para Italia es bueno para España y viceversa", ha dicho Guindos, quien se ha mostrado convencido de que, a pesar de la inestabilidad, prevalecerá "sin duda" la voluntad política para llevar a cabo las políticas que se necesitan para sacar a Europa de la crisis.
Según el ministro, el resultado de las elecciones italianas pone de manifiesto la "gran relevancia" de la estabilidad política para un país, una condición necesaria en estos momentos.
"El resultado de cualquier país, mucho más cuando estamos hablando de la tercera economía de la zona euro, nos afecta a todos (...) Lo que se ha dado es un salto hasta ninguna parte que no augura consecuencias buenas ni para Italia ni para Europa", ha declarado su colega al frente de Exteriores, José Manuel García-Margallo, que ha expresado un "sentimiento de extraordinaria preocupación" por los posibles movimientos de la prima de riesgo española.
Sin embargo, pese a las pretensiones de poder vivir de espaldas a los mercados de Il Cavaliere, el país sigue necesitando contar con ellos y con su confianza. El mejor ejemplo lo dio, también este martes, el Tesoro italiano, que se vio obligado a subir con fuerza el interés de sus letras —del 0,73% al 1,23% de enero— para superar las mayores dudas de los inversores y cumplir los objetivos de la subasta: 8.750 millones. Pero no tendrá tregua, el Estado italiano volverá a ponerse a prueba hoy, cuando le toca emitir deuda a largo plazo porque Italia, con una deuda equivalente al 127% de su PIB y pendiente de devolver 137.000 millones a sus acreedores en este 2013, necesita mucho dinero para mantener la máquina en marcha. Por eso no puede permitirse el lujo de pagar altas rentabilidades y necesita que vuelva la tranquilidad.
En caso contrario, tal y como recuerdan los analistas, está el BCE y su programa de compra de bonos para aquellos países en apuros. La ayuda, aunque está sin estrenar, es de hecho lo que ha motivado la mejora de los últimos meses en los mercados. Eso sí, no está nada claro cuál será el Gobierno que tendrá que negociar con el instituto emisor las duras condiciones vinculadas a una eventual asistencia. Para ello, además, tendrá que aplacar también el rechazo a los recortes que ha llevado al 55% de los italianos a votar por partidos reacios a seguir con los ajustes.
Tensiones en España
Por su parte, el compañero de viaje de Italia a través de las turbulencias, España, también sufrió el recrudecimiento de las tensiones. Su prima de riesgo, considerada como el mejor indicador de la confianza de los inversores en las finanzas de un país, subió en 30 puntos, hasta los 391. El ministro de Economía, Luis de Guindos, reconoció a este respecto que hubo contagio, pero también se mostró confiado en que los efectos de la incertidumbre en Italia sean un fenómeno de “corto plazo”.
Asimismo, por aquello de que siempre se puede buscar algún factor positivo, lo sucedido también ayudó a reducir la distancia que separaba a ambos países en lo que a desconfianza se refiere. Si el viernes la prima de riesgo española volaba unos 100 puntos por encima de la italiana, este martes la superaba en apenas 47.
Guindos reconoce el contagio, pero confía en que sea un fenómeno breve
Pese a la tormenta desatada, los expertos matizan que es previsible que regrese la calma, no creen en un rebrote de la crisis en toda su crudeza y ponen en duda que el veredicto de las urnas sea una moción a la totalidad contra los ajustes. “Más que riesgo de que el programa de reformas descarrile el temor es a que se frenen”, apuntó en un informe Tristan Cooper, de Fidelity. También hay quien recuerda la tendencia de los inversores a sobreactuar, como los analistas de Deutsche Bank, que añaden en otro documento que quizás se había ido demasiado lejos en los avances de los últimos meses a tenor de los problemas de los países de la eurozona por recuperar el crecimiento.
Eso sí, quien seguramente se apuntará ahora a la fiesta —y no para dar más tranquilidad— serán las agencias de calificación. Una de ellas, Standard & Poor’s, que sitúa a la tercera economía del euro a escasos tres escalones del bono basura, ya advirtió hace días que en caso de un resultado electoral incierto volvería a rebajar la nota de solvencia del país.
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