Las acciones de Bankia caen a su mínimo histórico tras la inyección pública

Bankia volvió a hundirse este viernes en Bolsa y terminó la semana acumulando una caída del 41,5%. Sus títulos, que en la sesión del jueves ya se dejaron en el parqué casi el 20%, comenzaron la jornada con similares caídas que se fueron afianzando según avanzaba la sesión. Terminó el viernes con un desplome de casi el 27% de su valor. La acción vale 40 céntimos, es decir, su menor precio desde que el banco comenzó a cotizar en julio de 2011, cuando los títulos salieron a Bolsa por 3,75 euros cada uno. En algunos momentos del día cada título valía incluso menos de 36 céntimos, desde los 55 céntimos a los que había terminado la jornada anterior.

Esta ha sido la peor semana de la historia de Bankia en cuanto a cotización se refiere. En solo tres días hábiles para la Bolsa (debido a los festivos navideños) ha descendido un 41,5%. Supera así la que hasta este viernes había sido su peor semana, la última de mayo, cuando retrocedió un 35%, cuando el consejo de la matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), reformuló sus cuentas anuales de 2011 [pasó de arrojar beneficios por 300 millones a reconocer pérdidas por 3.000 millones], y admitió pérdidas multimillonarias.

La capitalización bursátil de la entidad es ahora de 805,6 millones. Cuando salió a Bolsa su precio total en el parqué era de 6.500 millones de euros. Y es que, solo en lo que va de año la entidad presidida por José Ignacio Goirigolzarri ha perdido el 88,8% de su valor. Un hito solo superado por Banco de Valencia (que se ha depreciado un 89,9%).

Banco de Valencia también acompañó a Bankia en su particular vía crucis: acabó la última jornada de la semana desplomándose más del 23%, tras una caída del 21% registrada un día antes. Sus títulos, que el jueves ya alcanzaron su precio mínimo histórico al terminar la sesión en ocho céntimos, valían solo seis céntimos. Ambas entidades han pasado por una durísima revisión de valor que reveló grandes agujeros y una posterior inyección de dinero público, que muy probablemente hará que los accionistas particulares pierdan buena parte de su inversión. En el caso de Bankia, el saneamiento se realizará a través de una inyección de capital de 10.700 millones de euros, que llegarán a la entidad mediante una emisión de bonos convertibles. Esos bonos convertibles los suscribirá su matriz BFA, que, a su vez, ha recibido 17.959 millones de euros del fondo de rescate articulados por el FROB. El Estado es propietario del 100% de BFA, y de este modo controla también un 48% de su filial cotizada Bankia. Sin embargo, una vez se realice la conversión de los bonos que suscribirá BFA para recapitalizarla, la participación del Estado crecerá, a costa del valor que controlan los accionistas minoritarios. Ese miedo a que sus acciones, tras la ampliación, reduzcan mucho su precio es lo que ha empujado a los inversores a vender en el mercado su participación.

En el caso de Banco de Valencia, que será adquirida por Caixabank por un euro una vez que esté saneada, reducirá su capital de 1.099 a 55 millones y cambiará el valor nominal de sus acciones de 0,20 euros a 0,01 euros para recibir una inyección de capital por parte del FROB de 4.500 millones de euros que llegan también del MEDE.