2012: primer año negro del móvil
Dos millones de líneas desaparecen por el recorte de segundos números
Dicen las encuestas que los españoles prefieren salir de su casa antes sin la cartera que sin el móvil. Y puede que siga siendo así. Pero la crisis ha motivado que los consumidores particulares prescindan cada vez más de las segundas líneas y las empresas reduzcan considerablemente el número de terminales del que disponen sus empleados. Eso ha motivado por primera vez un acusado descenso del número de líneas activas de telefonía móvil, que tocó techo en octubre pasado, con la desaparición de casi medio millón de líneas.
Aunque las cifras definitivas del conjunto del año 2012 no se conocerán hasta bien entrado el año que viene, las estimaciones son que en este ejercicio se pierdan dos millones de líneas, en la primera gran caída anual desde que apareció la telefonía celular en España, según los datos que manejan los operadores. De hecho, será también la primera vez que retroceda la penetración del móvil
La causa principal de este declive es la supresión de líneas secundarias o innecesarias por parte de los consumidores. Los abonados particulares han unificado todas sus comunicaciones bajo un mismo número, y las empresas y administraciones han metido la tijera a sus empleados el uso del teléfono. Un fenómeno que se ha visto reflejado en el desplome de las líneas de prepago, de las que se han dado de baja 1,95 millones hasta octubre, mientras crecían ligeramente las de contrato (en torno a 46.000).
Caen los ingresos de las compañías, la penetración y hasta el tráfico
No ha sido ajeno a esa caída de líneas de prepago la decisión de los dos operadores más grandes —Movistar y Vodafone— de eliminar las subvenciones o el regalo de terminales con carácter general, desde el pasado mes de marzo, concentrándose en sus clientes de contrato, y asegurándose unos ingresos medios altos y seguros, gracias a los contratos de permanencia.
Ese fenómeno también ha tenido su reflejo en la fuga de clientes desde Movistar y Vodafone hacia sus rivales por el mecanismo de la portabilidad, que permite. Hasta noviembre, la marca de Telefónica ha perdido cerca de 870.000 líneas por este mecanismo y Vodafone 717.000 mientras que Orange ganaba cerca de 400.000; Yoigo, 362.000 y los operadores móviles virtuales, los que no tienen red, como Masmóvil, Simyo, Tuenti, Pepephone o Jazztel Móvil, se hicieron con 885.000 líneas.
Y ese declive puede aún acelerarse en 2013 por la progresiva desaparición de los datacards, los conocidos pinchos o módems USB, que han quedado obsoletos con la irrupción de los smartphones, las tabletas y los portátiles con tarjetas SIM integradas. Desde agosto de 2011, no han dejado de descender mes tras mes y han desaparecido casi un millón hasta los 2,81 millones.
Paralelo a este descenso de líneas, se encuentra la disminución de los ingresos de las operadoras. En el tercer trimestre del año, la telefonía móvil ingresó un 10,7% menos que en el mismo periodo del año anterior.
La causa más determinante de esta caída es la reducción de las tarifas, confirmando un año más que el de las telecomunicaciones es uno de los pocos sectores deflacionista. El ingreso medio por línea (alta, voz y datos incluidos) ha caído un 10% en el último año, para situarse en 59,42 euros.
Y está ocurriendo un fenómeno hasta ahora inédito, el retroceso en el tráfico. El usuario habla menos. En el tercer trimestre se cursaron 17.800 millones de minutos desde teléfonos móviles, una cifra un 2,8% inferior a la de un año atrás. Lo único que se salva en este sombrío panorama, es Internet móvil. Ya hay casi 25 millones de líneas conectadas, la mitad del parque.
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