El informe Gallois propone a Hollande 22 medidas para mejorar la competitividad

Louis Gallois, exprimer ejecutivo de EADS y SNFC, ha entregado hoy, lunes, al primer ministro francés, Jean-Marc Ayrault, el informe que le encargó el Gobierno socialista para mejorar la competitividad de las empresas francesas. Gallois propone reducir en 30.000 millones los costes laborales, repartiendo el esfuerzo en 20.000 millones para las cargas patronales y 10.000 millones para las cotizaciones de los asalariados. Y 21 medidas más.

El informe del comisario general para la Inversión dibuja un panorama de la industria y la economía francesas “extremadamente preocupante”, según han declarado fuentes oficiales, y sugiere que, para compensar la bajada de las cotizaciones de los trabajadores, se suba la Contribución Social Generalizada (CGS), el IVA y la fiscalidad “ecológica”. El ministro de Industria, Arnaud Montebourg, ha afirmado que el Gobierno presentará este martes su propio plan inspirado en las recomendaciones principales de un estudio que resume en tres cifras principales lo que Gallois llama “el patinazo” sufrido por la economía y la industria francesas en la última década de Gobiernos conservadores.

Esos datos indican que la cuota de valor añadido en la industria ha pasado del 18% en 2000 al 12,5% en 2011; la cuota de mercado de sus exportaciones bajó desde el 12,7% en 2000 al 9,3% en 2011, y el saldo de la balanza comercial, sin contar la energía, pasó de un superávit de 25.000 millones en 2002 a un déficit de 25.000 millones este año.

El escrito recomienda que los asalariados que cobran menos de 3,5 veces el salario mínimo se beneficien de la reducción de las cotizaciones

Gallois propone que los asalariados que cobran menos de 3,5 veces el salario mínimo se beneficien de la reducción de las cotizaciones, y que el Estado se comprometa a no suprimir algunas “herramientas básicas” para la competitividad, como la exención de impuestos a las compañías que invierten en investigación, las ventajas fiscales para las empresas de innovación y las ayudas a las pymes.

El informe recoge varias ideas lanzadas hace unos días en una retadora carta por 98 presidentes de las mayores empresas francesas, y una especialmente polémica: la reapertura de las exploraciones del gas de esquisto, que el presidente François Hollande descartó hace solo un mes en un guiño a los ecologistas.

Tras presentar su estudio a Ayrault, Gallois ha explicado que sus 22 medidas intentan “detener el deslizamiento, el descuelgue (de la competitividad), y recabar apoyos para la inversión”, ya que, a su juicio, “en realidad no tenemos una crisis de competitividad sino una crisis de confianza”. El industrial ha pedido además que el diálogo social sea más dinámico, y ha llamado a todos a firmar un pacto social y una verdadera movilización. “No temo decirlo, hace falta un verdadero patriotismo, y que el club Francia trabaje de forma solidaria”.

Hollande, de viaje oficial en Laos, donde asiste a la cumbre Europa-Asia, ha asegurado que el Gobierno “hará todo lo que esté en su mano por el empleo”, y ha explicado que “detrás de la palabra competitividad está sobre todo la palabra el trabajo, es decir la palabra futuro. No se trata solo de reflexionar sobre tal o cual medida sino de hacer una política de conjunto coherente”.

Por su parte, Montebourg ha dicho que Francia vive un estado de “emergencia económica” y ha pedido “estudiar, analizar y respetar” el informe Gallois. “No es una cuestión de golpear a la cuantía de los salarios ni del coste de trabajo, sino de encontrar un consenso nacional para estimular la producción y que la industria sobreviva en vez de ahogarse”.