_
_
_
_
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Datos esperados, pero preocupantes

El mercado laboral acumula 800.000 empleos destruidos solo en los últimos doce meses

Esta semana el INE publicaba la Encuesta de Condiciones de Vida, entre cuyos resultados, el más importante era que la tasa de riesgo de pobreza para la población en edad de trabajar (de 16 a 64 años) alcanzaba el 21%, 1,6 puntos porcentuales (pp) más que dos años antes. Este elevado nivel y su tendencia al alza tienen que ver, además de con una distribución de la renta más desigual en España que en la Unión Europea en su conjunto, con otra estadística, la Encuesta de Población Activa (EPA), cuyos resultados del tercer trimestre también se han publicado esta semana.

En términos desestacionalizados, el número de parados aumentó en 225.000 personas respecto al trimestre anterior y la tasa de paro subió al 25,6%. En los últimos cuatro trimestres, el paro ha aumentado en 800.000 personas, y la tasa de paro, en 3,5 pp. Es el coste de la crisis más aguda que ha padecido la economía española, cuyas causas hay que buscarlas dentro del territorio nacional, pero que la mala gestión de la crisis de la deuda soberana europea ha agravado notablemente. Que a estas alturas se esté discutiendo, con una feroz oposición en los países centrales de la zona euro, si el BCE debe intervenir para estabilizar los mercados y evitar las duras condiciones financieras que sufren países como España mientras intentan poner orden y reformar sus economías, es un delito. Seguro que las cosas cambiarían si en esos países tuvieran una tasa de paro del 25,6%.

El aumento del paro respecto al segundo trimestre vino causado, en primer lugar, por la destrucción de 165.000 empleos en términos desestacionalizados y, en segundo lugar, por el aumento de la oferta de trabajo (población activa) en 60.000 personas. En contra de la evolución de la población en edad de trabajar, que disminuyó a un ritmo anual del orden del 1%, la población activa continuó creciendo. Por ello, la tasa de actividad de la población en edad de trabajar aumentó hasta situarse en el 75,5%, cifra superior a la media de la zona euro. Dicho aumento se produjo entre las mujeres adultas, ya que la tasa de los jóvenes bajó y la de los hombres adultos se mantuvo. Ello se explica porque son cada vez más los hogares donde el cabeza de familia varón no tiene empleo y las mujeres antes inactivas intentan encontrar uno para mantener los ingresos, aprovechando que son precisamente ellas las que más oportunidades tienen de encontrar trabajo. Un aplauso para las mujeres.

En el último trimestre se ha intensificado el número de emprendedores en España

La caída del empleo en este trimestre fue algo inferior a la que se produjo en el anterior, lo cual confirmaría que el PIB ha seguido retrocediendo, pero a un ritmo no mayor que en dicho trimestre. En los últimos cuatro trimestres, la pérdida de puestos de trabajo asciende a 835.000, un 4,6%. Y desde que se inició la crisis son ya 3,3 millones, un 16%. El empleo, según cifras desestacionalizadas, descendió en todos los grandes sectores, excepto en la agricultura. La construcción siguió siendo el peor en términos relativos, con tasas negativas del 20%, pero, por el volumen de puestos perdidos, el primero fue el de servicios, con unos 100.000.

Uno de los datos más llamativos en lo que concierne al empleo en los últimos trimestres es que los ocupados por cuenta propia aumentan, intensificándose este fenómeno en el actual. Eso demuestra que en España hay cada vez más emprendedores (a la fuerza ahorcan) y que habría todavía más si recibieran más atención y ayudas por parte de los Gobiernos. Entre los asalariados, disminuyen con fuerza los que tienen contrato indefinido, pero mucho más lo hacen los de contrato temporal, que siguen siendo la carne de cañón de los ajustes del mercado laboral, por lo que la tasa de temporalidad sigue a la baja [gráfico inferior derecho]. En cambio, la tasa de parcialidad, es decir, el porcentaje de ocupados a tiempo parcial, continúa su tendencia alcista y alcanza ya el 15%, un signo de más precariedad, pero también de más flexibilidad del mercado, lo que a la larga es bueno para el empleo. Un fenómeno nunca visto hasta hace poco en España, y que va cobrando intensidad, es la pérdida de empleo que se está produciendo en el sector público: el 14% de los puestos de trabajo perdidos en el último año provienen de este sector. En definitiva, datos esperados en el contexto de la actual coyuntura, pero no por ello menos preocupantes.

Ángel Laborda es director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas).

La cara y la cruz del turismo

Con el dato de septiembre publicado esta semana, las pernoctaciones en hoteles, uno de los indicadores turísticos más importantes, cierra un tercer trimestre que puede valorarse como positivo, aunque con matices. El total de pernoctaciones, corregidas de estacionalidad, aumentan casi un 6% en tasa trimestral anualizada, tras tres descensos consecutivos en los trimestres anteriores. Ahora bien, cuando se desglosa este total entre pernoctaciones de españoles y de extranjeros, los resultados son muy diferentes. Las primeras disminuyen más de un 20% en los mismos términos y las segundas aumentan un 21%, confirmando el buen dato que ya se produjo en el segundo trimestre. A pesar de este repunte trimestral, la tasa interanual para el conjunto del trimestre sigue con signo negativo (-1,3%), con caídas de los españoles del 10,6% y aumento de los extranjeros del 4,5%. En el acumulado de los tres primeros trimestres del año también se produce un retroceso interanual del 1,3%, que se desglosa en una disminución del 7,6% para los españoles y un aumento del 2,6% para los extranjeros.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_