El Banco de España anticipa que el PIB descendió otro 0,4% en el tercer trimestre

El drástico aumento del IVA que aprobó el Gobierno no solo distorsiona la inflación —se fue al 3,4% en septiembre, primer mes de aplicación del alza impositiva—, también la evolución del consumo privado y del conjunto de la economía. Al anticipo de compras en julio y agosto para sortear el recargo fiscal atribuye el Banco de España que la recesión no fuese a más en el tercer trimestre.

Según sus cuentas, que publicó este martes en el boletín económico, el PIB habría caído un 0,4% entre julio y septiembre respecto al trimestre anterior. Corrobora así lo que había adelantado el Ministerio de Economía, que anticipó que el descenso trimestral del valor generado por la economía española sería del mismo calibre que el registrado entre abril y junio (otro 0,4%). Solo falta, la próxima semana, el sello oficial del Instituto Nacional de Estadística.

“El perfil de la demanda a lo largo del trimestre se ha visto afectado por la anticipación de decisiones de gasto ante la subida del IVA anunciada para el 1 de septiembre”, recalca el boletín del Banco de España, que aprecia en la evolución de ventas de vehículos, en los ingresos de las grandes empresas o en el índice comercio un mismo patrón: repuntes muy notables en julio y agosto, con caídas significativas en septiembre, una vez aplicada la subida del IVA (el tipo general pasó del 18% al 21%).

“Como consecuencia se estima un aumento intertrimestral del 0,1% del consumo privado, frente a la caída del 0.9% del segundo trimestre”, añade el Banco de España, que inmediatamente lanza el aviso: “Se espera que el comportamiento de la demanda en el tercer trimestre sea transitoria y vaya seguido de un retroceso en el cuarto trimestre”. Es lo que ocurrió en 2010, cuando se subió el IVA del 16% al 18%: en el trimestre anterior el consumo privado creció un 0,9%; en el posterior al recargo fiscal cayó un 1,2%.

La caída del consumo en el tramo final del año se acentuará, advierte el supervisor, por la eliminación de la paga extra de los funcionarios. Y todo apunta a que la caída del consumo público también ganará intensidad. Un escenario que anticipa un descenso más acentuado del PIB en el último trimestre de 2012. Eso sí, la distorsión creada por la introducción del IVA asegura que se cumpla la previsión del Gobierno (-1,5% para el conjunto del año), salvo que se produzca un derrumbe similar al del arranque de 2009. Aquel fue el peor trimestre de la economía española en más de medio siglo.