La tasa de ahorro de las familias cae a su nivel más bajo en los últimos doce años
La renta de los hogares se reduce un 3,2% por el descenso de los ingresos por salarios El aumento de impuestos y la caída de las transferencias corrientes pasa factura al gasto
La renta disponible de las familias cayó un 3,2% en el segundo trimestre del año hasta 172.961 millones de euros en términos brutos. Este descenso, que el Instituto Nacional de Estadística atribuye principalmente a la caída de los ingresos provenientes de los salarios, condicionó a su vez la tasa de ahorro de los hogares, que cayó a su nivel más bajo de los últimos seis años ante la necesidad de echar mano de la hucha para pagar facturas y hacer frente a los gastos corrientes.
Según los datos que ha publicado la oficina nacional de estadística, la tasa de ahorro de las familias cayó al 9,6% entre abril y junio teniendo en cuenta su evolución en los últimos cuatros trimestres, lo que corrige las fuertes oscilaciones que sufre la renta de las familias en función de la época del año. El dato supone un descenso de ocho décimas con respecto al arranque del año y el nivel más bajo de toda la serie histórica, que arranca en 200. Hasta la fecha, el mínimo que había marcado la tasa correspondía al tercer trimestre de 2006, cuando este indicador sobre la capacidad de ahorro de los hogares bajó al 9,8%, no marcaba un nivel tan bajo.
El ahorro de las familias ha transitado desde el cielo a los infiernos a lo largo de la crisis. En 2009, la tasa marcó máximos de toda la serie histórica, que abarca la última década, al subir hasta el 18,8% de la renta disponible. Este repunte tuvo su origen en el desbordamiento de los problemas financieros y la entrada de España en recesión. El temor a perder el empleo por el creciente auge del paro contrajo el consumo de los hogares con fuerza y les movió a llenar una hucha que, hasta entonces, había estado más bien vacía por la abundancia del crédito.
No obstante, con el paso del tiempo y el persistente deterioro económico y del mercado laboral, la crisis ha acabado por obligar a las familias a echar mano de estas reservas. Mientras, del lado de los ingresos, reciben cada vez menos por sus salarios, por sus rentas o por sus inversiones y dividendos.
En cuanto a la distribución secundaria de la renta, las familias tuvieron que destinar una mayor parte de sus fondos a pagar impuestos por la subida del IRPF de finales de 2011 al mismo tiempo que cobraron menos por las transferencias corrientes. Así, mientras los pagos a Hacienda subieron en un 2,1%, el dinero recibido por ayudas cayó un 16%.
En el siguiente escalón de la estadística, donde se estudia el uso que las familias dan a la renta, los datos reflejan que el dinero destinado al consumo aumentó, aunque apenas un 0,1%.
Por otra parte, el incremento de los pagos por impuestos siguió sin mejorar la situación de las Administraciones Públicas. En total, éstas registraron una necesidad de financiación de 29.670 millones en el segundo trimestre. Desde enero, la cifra se eleva a 45.250 millones, un 8,6% del PIB.
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