Alemania no quiere que la ayuda a España vaya directamente a la banca
Berlín sostiene que esta fue la solución pactada en la cumbre del Eurogrupo del pasado junio Holanda y Finlandia respaldan su postura
El Gobierno alemán ha reiterado este viernes su rechazo a que la ayuda financiera a la banca española de hasta 100.000 millones de euros vaya directamente al sector. Berlín se inclina por que se conceda al Estado, que debe ejercer de garante y computarla en sus cuentas, lo que supone un enfrentamiento con Bruselas.
El ministerio de Finanzas germano sostiene que la línea crediticia comprometida en el encuentro del Eurogrupo del pasado mes de junio "no pueda servir para recapitalizar directamente a la banca". Su portavoz explicó que el Ejecutivo de la canciller Angela Merkel apuesta por que el fondo permanente de rescate, el denominado Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), "solo pueda prestar directamente a los bancos para sanear deudas contraídas una vez que entre en funcionamiento el supervisor bancario único".
La tesis que defiende Berlín es contraria a la mantenida por el Gobierno español, que ha abogado por que la línea financiera pudiese llegar directamente a las entidades crediticias con problemas y sin contaminar a la deuda soberana.
Lo contrario significa que España debe hacerse garante del total del préstamo a los bancos, responder en caso de impago y computar la ayuda financiera al sector bancario como deuda y déficit, lo que daña las cuentas del Estado.
Enfrentamiento con Bruselas
Holanda y Finlandia respaldan la postura de Alemania. Los ministros de Finanzas de los tres países lanzaron el martes una petición conjunta en la que se exigía que el MEDE solo pudiese recapitalizar directamente a los bancos por las deudas contraídas tras la puesta en funcionamiento del supervisor único.
Este nuevo organismo, que quedaría bajo el paraguas del Banco Central Europeo (BCE), aún no ha echado a andar, aunque la Comisión Europea considera viable que empiece a trabajar a comienzos del año que viene, algo que Merkel ve con extremo recelo.
El pasado miércoles, Alemania, Holanda y Finlandia se enfrentaron a Bruselas por el calendario del mecanismo de rescate. La Comisión Europea insiste para que se apruebe antes de finales de año y elude comentar las condiciones para la recapitalización directa que exige Berlín.
El Ejecutivo de Merkel se opone a que el MEDE se haga cargo de los activos tóxicos de la banca española, pese a lo que aseguraron el vicepresidente de la Comisión, Olli Rehn y el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, en julio.
El ministerio de Economía español sostiene que el coste final del rescate bancario, de unos 55.000 millones de euros, se quedará en 40.000 millones si el banco malo vende activos y las entidades consiguen algo de capital por su cuenta.
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