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Economía pincha la burbuja de Bankia para proteger al ahorrador

La entidad se desploma un 19% en Bolsa tras 11 días consecutivos el alza La alerta de que los inversores tendrán que asumir pérdidas en el rescate frena la escalada

Álvaro Romero

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) irrumpió este viernes de forma inaudita en los mercados con el objetivo de pinchar la burbuja que había permitido a Bankia triplicar su valor en Bolsa en tiempo récord para evitar que la euforia atrapase a más pequeños ahorradores en la entidad. Para ello, el organismo público recurrió al recurso clásico del miedo al advertir a los accionistas de que tendrán que perder dinero para pagar su parte del rescate.

No obstante, en este caso, este es también el argumento de la más pura lógica: aunque frenar algo que está subiendo pueda parecer paradójico, ya que Bankia y su matriz, Banco Financiero y de Ahorro, están nacionalizados y sobreviven solo gracias al dinero público. Tampoco tiene sentido que algo que va a costar miles de millones a los contribuyentes europeos sirva para que unos pocos se enriquezcan.

Desde Bruselas, que defiende que el rescate bancario tiene que tener el menor coste posible para las arcas públicas, está claro que no se veía con buenos ojos los efectos de la especulación en Bankia. Según fuentes financieras, la Comisión también habría presionado para frenar la subida, aunque el portavoz del Ejecutivo comunitario indicó que ellos no entran en sucesos del mercado. El Gobierno español, por su lado, se remitió al texto del comunicado del FROB.

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La nota que puso fin a la escalada alcista tenía apenas un párrafo y en él, en realidad, no se decía nada nuevo. Pero era muy contundente: “Bankia y Banco de Valencia se encuentran sometidos a un riguroso proceso de revisión contable, de reevaluación de su situación patrimonial —el grupo Bankia cerró 2011 con unas pérdidas de 3.318 millones— y de reestructuración”. A continuación, soltaba las cargas de profundidad al recordar que, según el acuerdo del rescate de la banca, “los accionistas deberán participar en la cobertura del coste de los procesos de saneamiento de las entidades que precisen ayudas públicas”. Y Bankia es la que más fondos europeos necesita con 19.000 millones de euros, según calcula el equipo de su nuevo presidente, José Ignacio Goirigolzarri.

El efecto del aviso, que no tiene precedentes desde que la institución fue creada en enero de 2010 para pilotar la reforma bancaria, fue formidable, aunque tardó en llegar. Así, tras amagar con otro día de subidas durante los primeros minutos de cotización, las acciones de Bankia cayeron al cierre un 19%, hasta los 1,21 euros, con lo que en cualquier caso remonta un 140% desde los mínimos de julio. Para los ahorradores que compraron a 3,75 euros en la salida a Bolsa tras la fusión, que en muchos casos compraron animados por la confianza en su antigua caja, el repunte solo ha servido para reducir al 60% las pérdidas acumuladas desde entonces. Para ellos, el final del rally quizás no haya sido tan positivo.

En este sentido, con los antecedentes que ostenta el sector de las cajas, el Gobierno evita a través del FROB, que depende de Economía y el Banco de España y está dirigido por Mariano Herrera, antiguo número dos de Luis de Guindos en el Ministerio, que le vuelvan a acusar de no hacer nada ante los abusos del sistema financiero. De hecho, todavía está pendiente de solucionar el escándalo de las preferentes de la también nacionalizada Novagalicia y colea el fiasco de las cuotas participativas de la intervenida CAM.

Por su parte, la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), que también se sienta en el consejo del FROB y es la encargada de regular los mercados, tenía las manos atadas. Según su mandato, solo puede suspender la cotización de un valor “cuando hay gente que se está aprovechando de información de la que no dispone todo el mundo”, recordó una portavoz.

Pero, éste no era el caso de Bankia, cuya crisis precipitó que España tuviese que pedir el rescate de la banca. “La información definitiva es que Bankia está en quiebra y que quien se mete en un banco en quiebra, sabe a lo que se expone”, indicó Miguel Ángel Rodríguez, analista de XTB, en referencia a que el cambio de tendencia era previsible. No obstante, si bien éste es el hábitat en el que se mueven bien los especuladores, es una trampa para el ahorrador de a pie, que no está acostumbrado a jugar con las pérdidas como los inversores sin miedo al riesgo.

Al final, el FROB, que indicó en la nota que actuaba como propietario de Bankia y Banco de Valencia —que solo el jueves subió también más de un 135% en Bolsa—, también ejerció de supervisor y regulador.

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Sobre la firma

Álvaro Romero
Redactor del equipo de Redes Sociales y Desarrollo de Audiencias en EL PAÍS. Es licenciado en periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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