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Monti: “Con Berlusconi la prima de riesgo estaría en 1.200 puntos”

Las declaraciones del primer ministro a un diario despiertan las iras del partido de su predecesor Las críticas fuerzan al dirigente italiano a llamar a su antecesor para disculparse

El primer ministro italiano Mario Monti en el parlamento de Roma, Italia.
El primer ministro italiano Mario Monti en el parlamento de Roma, Italia. CLAUDIO PERI (EFE)

El primer ministro italiano, Mario Monti, se refiere con duras palabras a su antecesor Silvio Berlusconi. "Con él, la prima de riesgo estaría por encima de los 1.200 puntos o algo así", ha destacado en una entrevista publicada por The Wall Street Journal. Fuentes del Ejecutivo han matizado que con estas palabras el jefe del Ejecutivo no quería abrir una polémica con el anterior Gobierno.

Las mismas fuentes han explicado que las estimaciones de una prima de riesgo en 1.200 son fruto de una proyección sobre los efectos de la especulación sobre Italia, si el actual Gobierno no se hubiese distanciado de la última administración.

Las declaraciones de Monti han despertado las iras del partido de su predecesor. Este comentario ha obligado a Monti a telefonear a Berlusconi para aclarar el asunto, después de que el partido de este, el Pueblo de la Libertad, calificara esta afirmación de una provocación hacia una de las formaciones que le apoya en el Parlamento. En un comunicado, el Gobierno ha dicho hoy que el primer ministro “lamenta” que su comentario, hecho durante “un coloquio de gran envergadura con el periódico, se haya interpretado como una consideración de carácter político”.

El diario financiero americano define el primer ministro italiano como "una anomalía en Europa"

Italia tuvo que recurrir a un gobierno técnico después de que la prima de riesgo tocara niveles insostenibles. En apenas seis meses, el diferencial entre al título italianos a diez años y el alemán pasó de los 150 puntos básicos de mayo a los 550 de noviembre, mes en el que Berlusconi renunció a su cargo

"No quiero que me amen", ha subrayado Monti en la entrevista, "sino que el Gobierno sea creíble y respetado". Su popularidad en nueve meses de Gobierno ha pasado del 72% al 40%. El Parlamento, sin embargo, sigue apoyando sus medidas de austeridad. Este lunes, la Cámara ha votado una moción de confianza sobre los presupuestos, con 403 votos en favor y 86 en contra. 

El primer ministro ha asegurado que le gustaría cambiar la actitud de los italianos. "Esto no significa que pretendo substituir la mentalidad italiana con la alemana, pero hay algunos aspectos que me gustaría modificar, por ejemplo los que están a la base de cuestiones como la evasión fiscal, en contra de la cual está luchando mi Gobierno".

The Wall Street Journal publica las palabras de Monti apenas unos días después de que apareciera una polémica entrevista al primer ministro italiano en Der Spiegel. El jefe del Ejecutivo manifestó en el semanario alemán que "si los Gobiernos se dejaran influenciar por las decisiones de sus Parlamentos, renunciando a su propio espacio de maniobra, una desintegración de Europa sería más probable que una integración".  

El diario financiero norteamericano define el primer ministro italiano como "una anomalía en Europa: un líder no elegido, llamado a realizar cambios impopulares, que causaban reluctancia hasta entre la clase política". El poder de Monti, según el periódico, es su "credibilidad personal".

La pelea entre Alemania e Italia

El diario The Wall Street Journal publica parte de una conversación de Monti y la canciller alemana, Angela Merkel, en la cumbre europea de finales junio. El origen de la discusión fue la insistencia del primer ministro italiano (que incluso amenazó con bloquear todos los acuerdos) en una intervención del BCE para frenar el acoso de los mercados a España e Italia. Merkel, que no está acostumbrada a que nadie se le ponga a la defensiva, no se movía ni un milímetro de sus posiciones, asegura el rotativo citando fuentes conocedoras de lo que pasó en aquella cena.

"Eso no es útil, Mario", defendió la alemana. "Ya lo sé", respondió Monti, consciente de que se trata tan solo de una medida que calmará a los mercados momentáneamente mientras que las economías española e italiana remontan el vuelo. Al final, el primer ministro italiano se salió con la suya y, con el español Mariano Rajoy a rebufo, logró que los líderes europeos cerrasen un acuerdo para flexibilizar el recurso a los fondos de rescate y la ayuda directa a los bancos.

A este respecto, The Wall Street Journal se pregunta cuál será la solución para salir de la crisis: mientras que los inversores dudan sobre la solvencia de las deudas de España e Italia y, en consecuencia, sobre la estabilidad del euro, todavía no hay un acuerdo europeo sobre la necesidad de una intervención del banco emisor.

Barack Obama también apoyó, según el periódico estadounidense, la idea de Monti en la reunión del G-20 en Los Cabos, en México, en junio pero Merkel no cedió. El miedo de la canciller a que los países que reciban ayuda no apliquen las medidas de austeridad que ella apoya, frena cualquier tentativa de intervención del BCE desde el inicio de la crisis.

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