Revuelo en la cúpula

La crisis se lleva por delante beneficios y también a los encargados de proporcionarlos en las empresas a sus accionistas. De hecho, la sustitución de consejeros delegados ha aumentado en el último ejercicio. Si en 2010 se cambió el 11,6% de los principales ejecutivos de las 2.500 primeras compañías cotizadas del mundo, en 2011 el porcentaje se fue al 14,2%, es decir, 355 empresas estrenaron líder, según el estudio que elabora anualmente la consultora estratégica Booz & Company. Un porcentaje de rotación que ahora se eleva por los países emergentes, sobre todo por Brasil, Rusia e India, “porque sus ejecutivos notan más la presión de los resultados”, en tanto que a principios de la actual crisis lo hizo por EE UU.

Solo el 28% de los primeros ejecutivos relevados fueron destituidos

Al fin y al cabo, “los consejos de administración prefieren mantener a sus altos ejecutivos en momentos de incertidumbre económica para salvaguardar la estabilidad, pero están dispuestos a hacer un cambio de liderazgo cuando las perspectivas económicas y de la compañía mejoran”, asegura David Suárez, vicepresidente de Booz en España. Y pocas veces les exigen responsabilidades por su mala gestión, indican Carlos Alemany, responsable de la firma de búsqueda de ejecutivos Alemany & Partners, y José Medina, presidente de Odgers Berndtson. Suárez lo corrobora con datos: el 55% de los relevos del año pasado estaban planificados, el 17% respondieron a fusiones y adquisiciones, y el 28% restante fueron dimisiones forzadas o ceses (otra vez mucho más frecuentes en los países emergentes, donde el crecimiento económico se va frenando y se presiona más a los dirigentes para que las empresas mantengan el suyo).

“Hay un incremento de la rotación de altos ejecutivos como consecuencia de la situación económica. Las empresas tienen que actuar ahora de forma diferente y el perfil de dirigente que buscan no es el mismo que antes”, señala Miguel Ángel Zuil, responsable de la firma de cazatalentos Boyden. Cada vez es más habitual contratar consejeros delegados procedentes de otras empresas, pese a que la promoción interna ofrezca mejores resultados, aportando mayor rentabilidad a los accionistas y perdurándose más en el cargo sus protagonistas. El estudio de Booz indica que entre 2009 y 2011 los primeros ejecutivos ascendidos en el mundo ganaron un 4,4% de dividendos a la media del mercado bursátil de referencia, en tanto que los fichados solo generaron un retorno para los accionistas un 0,5% más alto. Los consejeros delegados externos representan en Estados Unidos el 22% de los relevos en las cúpulas, y en Europa, el 31%, casi el doble que en 2007.

Es la tendencia. Los cazatalentos españoles lo tienen claro: se busca a un primer ejecutivo con ideas nuevas, por eso gana atractivo que provengan de sectores distintos al de la empresa que los contrata y que cuenten con una comprobada experiencia internacional, pues el negocio ha dejado de estar en territorio nacional. Además de probada experiencia en el manejo del cliente, añade Luis Conde, socio director de Seeliger & Conde. “Se buscan ejecutivos del sector de telecomunicaciones, pues en él la gestión está más avanzada y traen ideas de entornos más competitivos”, agrega Suárez.

La promoción interna genera mejores resultados para el accionista

Pero los relevos en las cúpulas se suceden con mayor profusión fuera que dentro de España. En otros países, la rotación está bien vista, aquí parece que los consejeros delegados forman parte del inventario de la empresa, dice un cazatalentos con sorna. Sin embargo, el sector de búsqueda de directivos anticipa un baile de líderes en las grandes compañías cotizadas nacionales el año que viene. “Primero están cambiando a los directores financieros. En 2013 sustituirán al consejero delegado y al director de recursos humanos. Un cambio favorece la confianza de los inversores”, opina Carlos Alemany.

Tanto en España como en el resto del mundo, el mandato del consejero delegado se acorta, pues se ha reducido el margen de error que pueden tener los dirigentes en su gestión, sobre todo si se fichan de fuera de la empresa. Los líderes externos permanecen una media de cuatro años en el puesto, y los que llegan a consejero delegado mediante promoción interna lo hacen durante ocho años.

Los movimientos en las cúpulas de las 2.500 mayores empresas cotizadas del mundo se han producido en las compañías de mayor tamaño y sobre todo en las que se han visto afectadas por la mala situación del mercado, las energéticas, firmas de telecomunicaciones y de servicios financieros, donde la rotación de los primeros ejecutivos supera el 16%.