El Sabadell y el Popular creen que las leyes del Gobierno agudizan la recesión

Antes de esta crisis, los banqueros eran personas que transmitían una imagen de cercanía al poder. Estuviera quien estuviera al frente. Pero ya llevan muchos aguijones clavados y a veces dicen lo que piensan, aunque no sea lo políticamente correcto.

El presidente del Banco Sabadell, Josep Oliu, ha advertido esta mañana de que la concesión de crédito se reducirá y se encarecerá en España por las mayores exigencias de capital y de provisiones derivada de las nuevas leyes del Gobierno. “Estas medidas son procíclicas, por lo que acelerarán la caída de la economía. Puede que sean necesarias, pero tienen este efecto: acentúan la recesión porque restringen y encarecen el crédito a las empresas aunque se diga que su fin último es que haya más crédito”, ha comentado el primer ejecutivo de la cuarta entidad privada española. Oliu se refería a los dos reales decretos de febrero y de mayo que también han tenido como consecuencia reducir la cuenta de resultados al elevar las dotaciones. El objetivo del Ministerio de Economía era disipar las dudas sobre la salud de sus balances.

En términos muy parecidos se expresó ayer Roberto Higueras, vicepresidente del Banco Popular, el quinto banco privado. La nueva normativa “penaliza las carteras sanas de créditos. El efecto que tiene es una reducción del crédito a las pymes y al consumo”, en general en todo el sistema. Higuera también comentó que la caída de crédito golpearía al PIB. “Es una reacción instintiva, es darwiniano y es una amenaza para la recuperación que nos mete todavía más en el ciclo bajista", aseveró el número dos de la entidad financiera. En su opinión, la reacción natural de una institución financiera en esta situación sería defenderse, pero “nosotros estamos enfocados en empresas y pymes y lo vamos a mantener por encima de todo".

Durante un seminario sobre el futuro y los retos del euro en la UIMP organizado por la Asociación de Periodistas de Información Económica (APIE), Oliu también ha dicho que en el caso de las entidades que reciban capital público y quieran devolverlo pronto, “su interés por reducir el crédito será mayor. Cuantos menos préstamos, menos exigencias de provisiones por lo que podrán destinar todo lo que ganen a devolver el capital público”. El ejecutivo catalán comentó que a algunas entidades, que no al Sabadell, “les inyectarán bonos convertibles contingentes, conocidos como cocos… A esos bancos sí que les va a venir a ver el coco”, ironizó augurándoles dificultades.

Oliu dibujó un panorama negro de la economía por lo que dijo que “quizá sea más rentable en el futuro gestionar bancos malos” (donde se acumulan los activos tóxicos del ladrillo) “que los bancos buenos”. Respecto a la posibilidad de ceder activos a “fondos buitre”, aquellos que se dedican a comprar a bajo precio carteras de activos dañados, Oliu ha dicho. “Para buitres ya estamos nosotros. Si hay negocio con las propiedades inmobiliarias, no se lo vamos a ceder”. No confía en la solución a la crisis y a la bajada de la prima de riesgo “hasta que Europa no transmita credibilidad en su proyecto política y respaldo a la deuda soberana de los países. Debe haber crecimiento con ajuste. Lo que se hace ahora con los bancos es necesario pero no suficiente”, ha comentado.