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La UE aceptará como capital todas las provisiones de la banca española

Los ministros de la UE aprueban los nuevos requisitos tras introducir más flexibilidad La norma permitirá a las entidades de España aportar sus 15.000 millones en genéricas El compromiso permite a los países miembros imponer un colchón adicional de capital El acuerdo llega en mitad de la tormenta causada en la eurozona por las dudas sobre Grecia

Los ministros de Finanzas de la UE han aprobado hoy por unanimidad una nueva norma para incrementar los requisitos de capital para la banca, pese a la resistencia del Reino Unido y Bulgaria, que a última hora han retirado su amenaza de bloquear la iniciativa. El ministro de Economía, Luis de Guindos, se ha felicitado por el acuerdo y ha celebrado que el acuerdo reconozca el papel de las provisiones genéricas, propias de la banca española y que no fueron tenidas en cuenta en las pruebas de resistencia a la banca europea.

Las entidades tienen unos 10.000 millones en este colchón para la eventual morosidad que pueda salir de sus carteras créditicias, cifra que aumenta en unos 5.000 millones si también se tienen en cuentan las provisiones destinadas a créditos concedidos por sus filiales extranjeras.

"España ha basado su reforma en las provisiones genéricas como instrumento para aumentar la estabilidad de la industria bancaria, mitigar el riesgo y cubrir posibles pérdidas", ha dicho el ministro. En cualquier caso, habrá que volver a revisar las cifras de las entidades cuando entre en vigor la norma para actualizarlas ante el persistente deterioro de la actividad económica, el aumento del paro y el alza de la morosidad.

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El ministro también ha dicho que la nueva norma es "extremadamente importante para introducir estabilidad en nuestros sistemas financieros". Según afirmó Guindos a principios de mayo, la banca española ya supera ampliamente los nuevos requisitos de capital que exige la normativa de la UE.

El pasado 2 de mayo, el Ecofin, pese a que reunía la mayoría cualificada necesaria para avanzar con las nuevas normas, decidió tras 16 horas de negociaciones dar a Londres más de tiempo con la esperanza de lograr un consenso sobre este importante expediente. De hecho, el acuerdo final, que todavía debe ser ratificado por la Eurocámara, deja un amplio margen de flexibilidad a los Estados miembros. Gracias a ello, los diferentes Gobiernos podrán imponer a sus bancos sistémicos requisitos más exigentes que los previstos por la UE, tal y como reclamaba Londres.

Por su parte, las enmiendas que ya ha aprobado la Eurocámara al texto abogan por introducir también límites y restricciones a los bonus para los directivos de las entidades y exigir a los bancos que elaboren planes preventivos de desmantelamiento en caso de quiebra.

Según ha destacado el ministro de Finanzas británico, George Osborne, la presidencia danesa ha accedido a introducir la flexibilidad que se reclamaba desde Londres, donde se encuentra el mayor centro financiero del continente, y que permitirá a Reino Unido aplicar las recomendaciones del informe Vickers. Este documento aconseja la separación entre las actividades de banca minorista e inversión.

La Eurocámara quiere introducir en la norma límites a los sueldos de los banqueros

Sin embargo, el vicepresidente del Banco Central Europeo, Vítor Constacio, ha lamentado que el compromiso final prevé "demasiada flexibilidad", una opinión compartida tanto por la Autoridad Bancaria Europea como por el Ejecutivo comunitario. No obstante, ninguna institución ha bloqueado el acuerdo.

El objetivo de la normativa es tratar de blindar a la banca ante futuras crisis y adaptar a la legislación europea el acuerdo internacional de solvencia bancaria Basilea III, que entrará en vigor el 1 de enero de 2013.

El acuerdo llega en mitad de la tormenta en la eurozona, causada por las dudas de los mercados a la situación en Grecia, arrastrando desde hace meses una crisis económica, social y política que, lejos de resolverse, va a peor cada día. Varios políticos europeos y, sobre todo, el Banco Central Europeo, han amagado con una posible salida del euro de Grecia si no cumple lo pactado, cosa que podría provocar un contagio de miedo en los mercados y afectar a otras economías frágiles como Italia o España, que ayer pidió más cooperación a la UE. La tormenta económica en la UE también surge de las dudas de saneamiento de la banca española y las provisiones que ello exigirá para el Eurogrupo.

La norma en cuestión tiene como objetivo incorporar a la legislación de la UE las reglas internacionales de Basilea III. Para ello, fija un capital del 8% de los activos ponderados por riesgo. De este capital, la cuota que debe ser de la mayor calidad (common equitiy tier 1) aumenta del 2% al 4,5% y el tier 1 del 4% al 6%.

los países podrán exigir a sus bancos sistémicos un tercer colchón de capital adicional de hasta el 3%

Además de estos requisitos, la norma introduce dos colchones de capital: uno del 2,5% idéntico para todas las entidades de la UE y un colchón anticíclico con un tope también del 2,5%, que se creará durante los periodos de bonanza económica y se consumirá durante las crisis.

El compromiso final permite también a los reguladores nacionales exigir a sus bancos sistémicos un tercer colchón de capital de hasta el 3% para todas sus exposiciones y hasta el 5% para las exposiciones nacionales y en países terceros, sin necesidad de ninguna autorización previa de Bruselas.

La norma introducirá además exigencias en materia de liquidez a partir de 2013 y una ratio de apalancamiento desde el 1 de enero de 2018. Bruselas calcula que las 8.300 entidades europeas cubiertas por la legislación necesitarán aumentar su capital en 460.000 millones de euros de aquí a 2019 para cumplir la normativa, que provocará una disminución del PIB de entre el 0,14% y el 0,17% en la UE por cada punto porcentual de incremento del capital de máxima calidad. Pero los beneficios netos serán un incremento de entre el 0,3% y el 2% del PIB de la UE por la reducción de las crisis financieras sistémicas.

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