Remonte bursátil del 2,24% y alivio en los mercados de deuda soberana europea

La Bolsa española ha remontado en una jornada de altibajos las pérdidas de ayer, día en que cedió un 2,76% y estuvo a punto de perforar el mínimo que marcó en  marzo de 2009, en el momento más agudo de la crisis tras la quiebra de Lehman Brothers. La tendencia alcista del Ibex 35 se ha mantenido desde la apertura y se ha prolongado hasta la subasta de letras a tres y seis meses por importe de 1.933 millones de euros resuelta, como sucedió en la subasta de bonos de la semana pasada, con tipos de interés que duplican los de la emisión anterior -realizada en marzo- pero con razonable demanda de títulos. También se ha emitido deuda pública en Holanda e Italia con resultados moderadamente positivos pero suficientes para aliviar la presión del mercado de renta fija y, por contagio, animar las cotizaciones bursátiles europeas.

En España, el principal indicador de la Bolsa española ha ido recortando las alzas tras la subasta del Tesoro hasta quedarse a diez puntos de su nivel de apertura. El descenso solo se ha frenado con la apertura de Wall Street, que ha impulsado el Ibex de nuevo, al igual que al resto de los índices europeos, hasta situarlo al borde de los 7.000 puntos, en 6.999,9, lo que supone un alza del 2,24% respecto a su cierre de ayer.

El valor estrella de la jornada ha sido el fabricante de hemoderivados Grifols que, tras anunciar que su resultado en el primer trimestre se triplicó hasta 67,5 millones de euros, se a anotado una subida del 11,97%. OHL (+6,93%) y Abengoa (+6,65%) le siguen en alzas de la jornada. En el otro extremo, Ebro Foods (-1,26%), Caixabank (-0,67%) y Gamesa (-0,09%) han sido los valores con mayores pérdidas.

En Europa, la Bolsa de Londres ha ganado un 0,78%, París ha subido un 2,29%, Fráncfort un 01,03% y Milán un 2,48%. El repunte de hoy se interpreta como una corrección, ya que las referencias del día solo hubieran explicado, por sí mismas, un moderado optimismo.

La apertura de Wall Street ha apuntalado los avances de los mercados europeos por una conjunción de buenas noticias. Por una parte, los resultados trimestrales de empresas como ATT o 3M están resultando mejores de lo esperado. Además, hoy se ha conocido el último dato de confianza de los consumidores estadounidenses, un parámetro que los mercados siguen muy de cerca en una economía que depende en un 70% del consumo. El índice que elabora el Conference Board se situó en abril en 69,2, ligeramente por debajo de lo esperado y prácticamente en el mismo nivel que en el mes precedente.

Otro indicador, el S&P/Case-Shiller, revela que los precios de la vivienda en 20 ciudades moderaron su caía en febrero respecto al mismo mes del año anterior, lo que se interpreta como una estabilización del mercado inmobiliario. Este índice retrocedió un 3,5%, la menor caída  en doce meses desde febrero de 2011. También se ha interpretado como un signo de normalización en este sector el último dato de ventas de vivienda nueva, que en marzo cayeron un 7,1%, hasta 328.000 en términos anuales, respecto a las 353.000 de febrero, cifra que se ha revisado al alza.

La nueva situación política surgida en Francia tras la victoria del socialista François Hollande en la primera vuelta de las elecciones presidenciales francesas y la crisis del Gobierno holandés, que ha perdido el respaldo necesario para aprobar los recortes fiscales necesarios para cumplir con el objetivo de déficit de Bruselas (un 3%), dio ayer argumentos a los inversores que dudan de la capacidad de la eurozona de resolver pronto la crisis de la deuda soberana.

La subasta de letras a tres y seis meses ha tenido un resultado mixto. El Tesoro Público ha colocado 724,61 a tres meses con un interés marginal del 0,72 %, frente al 0,428 % anterior, y 1.208,34 millones a doce meses con una rentabilidad del 1,628 %, el doble del 0,868% precedente. La demanda, sin embargo, se ha situado en 9.438 millones de euros, con lo que el ratio de cobertura sobre el importe emitido ha sido de 4,8 veces. La disparidad según los plazos ha sido considerable: la cobertura de peticiones de títulos a tres meses fue de 7,61 veces (3,51 veces el mes pasado) mientras la de letras a seis meses se quedó en 3,25 (frente a las 5,56 veces de la emisión previa).

La prima de riesgo (diferencial de rentabilidad que se exige al bono a 10 años respecto a su equivalente alemán), que partía de 436 puntos básicos en la apertura, se ha llegado a relajar hasta 413 tras la operación, para terminar el día en 416.

La tensión en los mercados de deuda, que ayer parecía inclinada a difundirse desde la periferia hasta el corazón de la zona euro, parece hoy aliviarse. El Tesoro holandés ha colocado 1.995 millones de euros en deuda a dos y veinticinco a tipos moderados. Concretamente, 1.000 millones de euros con vencimiento en julio de 2014 y un cupón del 3,750%, para lo que tuvo que ofrecer un interés medio del 0,523%, por debajo del que se negociaba en los mercados secundarios. En una segunda operación se colocaron 995 millones de euros en deuda con vencimiento en enero de 2037 y cupón del 4%, por lo que ofreció un rendimiento medio del 2,782%

También ha acudido al mercado Italia, que ha emitido algo menos de 3.500 millones de euros en deuda a medio plazo con un importante alza en sus intereses, pero con una demanda que ha duplicado la oferta, con lo que se han alcanzado los objetivos máximos de la operación. El Tesoro italiano ha colocado 2.500 millones de euros de títulos con vencimiento en 2014 a un interés del 3,355% cuando en marzo tuvo suficiente con un 2,352%. También ha vendido 501 millones de bonos indexados a la inflación con vencimiento en 2017, cuyo rendimiento ha subido del 2,04% al 3,88%. Por último, ha colocado otros 441,5 millones en bonos indexados a la inflación que vencen en 2019 a un 4,32%, casi un punto por encima del 3,06% de marzo. La prima de riesgo italiana ha pasado de los 408 puntos básicos de la apertura a los 397 del cierre.