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JARDINES Y TERRAZAS A LA ÚLTIMA

Jardines para usar todo el año

Se llevan los suelos de madera, los muebles de acero y resina y las cubiertas de quita y pon Maderas, cubiertas móviles o telas de barco para un jardín abierto 365 días

Sandra López Letón
Ático en Madrid con cortavientos de madera termotratada que permite su uso todo el año, de Un Jardín Para Mí.
Ático en Madrid con cortavientos de madera termotratada que permite su uso todo el año, de Un Jardín Para Mí.

Una pérgola por aquí, una celosía por allá, unas piedras, una fuente, un bambú... Y mucho más. Crear un jardín o terraza de revista no es tan fácil como parece. El desconocimiento puede convertir un espacio exterior en antiestético o poco práctico. Y si además se quiere estar a la última en decoración exterior, el proyecto se complica.

Para abrir boca. La madera no pierde vigencia pero comparte protagonismo con materiales sintéticos de muy fácil mantenimiento. Segundo plato. El jardín es para disfrutarlo todo el año. “Un ático en Madrid solo puede ser usado en primavera y en otoño. Hay que hacerlo habitable siempre, por ejemplo, con toldos que corran sobre pérgolas”, señala Roberto Román, de Un Jardín Para Mí, firma que presume del diseño de uno en 26 metros.

El cliente suele pedir una mezcla de estilos: zen, mediterráneo y minimalista. Dar vida a un espacio exterior pequeño, con proyecto incluido, parte de 6.000 euros. Si tiene desde 150 metros, parte de 12.000 euros. Aunque hay elementos que encarecen. Un toldo, por ejemplo, supone entre 2.000 y 4.000 euros. “El baremo es el de una reforma de interior, incluso más caro, porque los materiales son más nobles para soportar las inclemencias”, insiste Román.

Proyecto de césped artificial, de Leroy Merlin.
Proyecto de césped artificial, de Leroy Merlin.

El postre es el consejo de los expertos: un buen jardín es funcional pero agradable, de poco mantenimiento, sencillo pero moderno.

Porche con techo, pavimento y jardinera de madera de ipe, de Ábaco Espacios en Madera.
Porche con techo, pavimento y jardinera de madera de ipe, de Ábaco Espacios en Madera.

Con el proyecto del jardín en la mano, toca vestir los suelos. La madera natural termotratada sigue siendo el pavimento protagonista, sobre todo las maderas tropicales de ipe. "Exigimos a nuestros proveedores los certificados FSC, que nos garantizan que proviene de explotaciones controladas y sostenibles", señala Juan Carlos Álvaro, de Ábaco Espacios en Madera.

Pavimento de madera de ipe, de Ábaco Espacios en Madera.
Pavimento de madera de ipe, de Ábaco Espacios en Madera.

 Pero gana terreno la tarima sintética o de composite (a base de resinas), que imita la madera, exige menos mantenimiento y es más económica. A pesar de tener buenos acabados, no consiguen la belleza y calidez de la madera natural. "Preferimos las que no intentan imitar demasiado las vetas y texturas de la madera", apunta Roberto Román, de Un Jardín Para Mí, que apuesta por suelos de madera natural, piedra o adoquinados modernos.

La cerámica también es un material resistente a las inclemencias del tiempo y además es capaz de crear cualquier ambiente, incluso imitar la madera o la piedra, según la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos.

Celosía Zen, de Ábaco Espacios en Madera.
Celosía Zen, de Ábaco Espacios en Madera.

Otra opción. Con el microcemento se consigue una superficie lisa y sin juntas. Se puede aplicar directamente sobre superficies existentes como cerámica, mármol, porcelana o barro, señalan en Leroy Merlin. Tendencia es también el uso de césped artificial. La firma Albergrass cuenta con un perfume que proporciona olor a césped recién cortado.

Pérgola moderna con toldo y pilares gruesos decorativos de Greendesign.
Pérgola moderna con toldo y pilares gruesos decorativos de Greendesign.

Porches, cenadores, celosías. En todo jardín que se precie no pueden faltar una zona de estar o de comedor e instalaciones, como pérgolas, porches, cenadores o celosías. "Las vidrieras plegables, correderas y cubiertas móviles ofrecen infinitas posibilidades para que terrazas, porches o incluso una parte del jardín puedan convertirse en un entorno apto para ser utilizado en cualquier estación del año", señalan en Greendesign, que acaba de presentar la colección primavera-verano.

Pavimento en piscina, de Leroy Merlin.
Pavimento en piscina, de Leroy Merlin.

Las estructuras de aluminio se combinan con la gama de techos fijos o móviles (motorizados), ideales para cubrir las galerías o terrazas que se asoman al jardín.

Y en madera se llevan los acabados más modernos y minimalistas, quedando los antiguos de pecho de paloma e ingletes de pérgolas y cenadores reducidos a ambientes más rústicos o clásicos. El uso de acabados rectos y lineales, mezclados con barnices grises, negros o wengué, que permiten ver la veta de la madera, consiguen dar un aire más moderno a las estructuras, explican en Ábaco Espacios en Madera.

Junto a las pérgolas fijas están las ligeras, que se pueden instalar y quitar fácilmente y no requieren montaje por profesionales. Las hay para cubrir la barbacoa (399 euros) o el comedor exterior con estores en los laterales (659 euros), señalan en Leroy Merlin.

Pérgola fija e independiente de Leroy Merlin.
Pérgola fija e independiente de Leroy Merlin.

Hay otra opción más económica para luchar contra el sol. Las "velas" pueden instalarse en cualquier sitio y se van moviendo para evitar los rayos solares. Cuestan 34,95 euros. Y para el verano, los sistemas de nebulización de agua son más que recomendables para reducir unos grados. Un kit parte de 40 euros.

También hay un cambio de tendencia en las celosías: se llevan la retícula rectangular, de aspecto zen, y la cuadrada. Y los acabados de barnices de colores en lugar de los dibujos de rombo y curvas superiores.

Mobiliario de jardín, de Ikea.
Mobiliario de jardín, de Ikea.

Y tendencia absoluta es el huerto urbano. Cada vez más, en pequeñas terrazas o áticos, hay personas que se lanzan a cultivar sus propias verduras.

Y un chill out. ¿Quién no quiere tener uno en su jardín? Es un área independiente sobre plataformas elevadas y con cubiertas sencillas de toldos y velas tensadas. Los maceteros y muebles iluminados son perfectos para recrear espacios chill out.

Jardín de ambiente Zen, de Leroy Merlin.
Jardín de ambiente Zen, de Leroy Merlin.

Muebles y telas resistentes. La estructura de la mayoría de los muebles de rattan no permite sentarse sin colchonetas (excepto la serie Kettal Maia), y estas suelen estar en el trastero durante el invierno. "Preferimos el acero tradicional pintado y el aluminio, la madera a medida o no (bancos...), los de resinas rotomoldeados o los muebles de última generación con tejidos resistentes", señalan en Un Jardín Para Mí.

Ikea apuesta por sillones modulares que se adaptan al espacio y materiales como el plástico trenzado que aporta resistencia.

Jardinera iluminada de Greendesign.
Jardinera iluminada de Greendesign.

"En las sillas, el policarbonato confiere diseños ligeros y vanguardistas, impensables con otros materiales clásicos", apuntan en Greendesign.

Las telas también deben resistir la intemperie. Pegan fuerte los tejidos de piel naútica, como la que se utiliza en los barcos, y que aguantan el sol y la lluvia, explican en Los Peñotes Centros de Jardinería.

En cuanto al color, por un lado se llevan tonos lisos y puros, fáciles de combinar. El blanco es el color comodín, el del verano, que se combina con negros y grises y, en algún caso, el naranja. Para los atrevidos y divertidos. "Este año no debe dar miedo mezclar estampados, con rayas, cuadros, lisos... todo vale", dice Julia Becerra, responsable de interiorismo de Ikea L'Hospitalet.

La luz, mejor blanca. La iluminación es el 50% en el diseño de un espacio exterior. Imprescindibles son las luces leds y poner una o dos lámparas de diseño. Se llevan las luces indirectas, con elementos de color, con distintos tonos de luz o con formas geométricas. Pero, sobre todo, con luz blanca, la tendencia de este año. Los focos empotrables son una buena opción para señalar caminos. Si no hay corriente, hay lámparas de pilas o de energía solar, o bien faroles para llenar con velas.

Algunos trucos. Hay que dejar atrás el miedo a colocar plantas, bancos y maceteros, y tratar de dejar el espacio diáfano para ganar en amplitud. "El efecto es exactamente el contrario, conseguimos que cualquier espacio parezca pequeño y falto de interés", prosigue Román.

En terrazas estrechas no conviene colocar un lineal de jardineras en el lado más largo, como se suele hacer, porque estrecha el espacio. "Se puede conseguir un efecto de ajardinamiento colocando estratégicamente las jardineras", explican en Los Peñotes. Ojo con abusar de la grava. Expuesta al sol deslumbra y es difícil transitar por ella.

Un jardín japonés o uno en pleno salón. El jardín japonés tiene que reunir los elementos básicos del universo: el agua, las montañas, los bosques... "Debe estar constantemente en movimiento, se pueden recolocar las piedras, peinar las arenas de distinta forma, utilizar ramas secas o cultivar plantas tapizantes", aconsejan en Un Jardín Para Mí.

Además, hay que elegir variedades de arces resistentes, dejándose asesorar por los proveedores locales. No descuidar la presencia de agua y, a ser posible, realizar estanques preparados para la cría de kois u otros peces apropiados. Hay que integrar la madera en porches y bancos.

En cuanto a los jardines interiores, bajo techo, la cosa se complica, porque hay pocas plantas que resistan la calefacción y el aire acondicionado. Habrá que acudir a viveros locales para pedir asesoramiento.

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Sobre la firma

Sandra López Letón
Redactora especializada en el sector inmobiliario, del que informa desde hace más de dos décadas. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en EL PAÍS. Actualmente, escribe en el suplemento de información económica 'Negocios'. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid.

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