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El Pocero demanda a Guinea Ecuatorial ante el tribunal del Banco Mundial

El Gobierno de Malabo ve “irreal” el proyecto urbanístico de Hernando

Tiziana Trotta
Francisco Hernando, El Pocero.
Francisco Hernando, El Pocero.BERNARDO PÉREZ

El fallido intento de construir una megaurbanización en Seseña no le bastó. El Pocero quería una segunda oportunidad y, como todo lo que le rodea, tenía que ser a lo grande. La aventura africana del constructor Francisco Hernando Contreras, El Pocero, aún no está del todo cerrada, aunque haya acabado antes de empezar. El grupo del empresario símbolo de los años dorados del ladrillo en España ha demandado al Gobierno de Guinea Ecuatorial ante el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) por la construcción abortada de viviendas e infraestructuras deportivas.

La demanda se presentó en el organismo del Banco Mundial el pasado 23 de marzo. En cambio, los abogados del despacho De Castro Morenilla, defensores de El Pocero, se niegan a facilitar más detalles por “una estricta regla de confidencialidad, habitual en los procedimientos arbitrales administrados por el CIADI”. Este periódico también intentó, sin éxito, contactar con el Grupo Francisco Hernando Contreras, SL, para obtener más detalles sobre el contencioso.

A finales de 2008, el constructor salido de la nada, sin estudios ni formación, anunció una potente inversión en la antigua colonia española, convertida en la actualidad en un interesante destino para los negocios extranjeros al calor del dinero que ha llevado el petróleo. El Pocero no quería quedarse al margen.

Los planes del constructor fracasan por la negativa de Obiang a financiarlo

Su ambicioso proyecto preveía la edificación de 36.000 viviendas. Y se completaba con infraestructuras deportivas y polígonos industriales. Para llevarlo adelante contaba con el apoyo financiero del régimen del dictador Teodoro Obiang. La mitad de los edificios tenían que construirse en la capital de Guinea, Malabo, y la otra parte, en Bata, una importante ciudad costera.

Hernando planeaba trasladar desde España tanto los trabajadores como el material necesario para las obras. Las cifras del negocio para levantar la Seseña africana nunca fueron confirmadas por la constructora, aunque se habla de unos 1.000 millones de euros.

Pese a sus buenas relaciones con algunos miembros del Ejecutivo africano y tras una larga espera, El Pocero no recibió el visto bueno de Obiang. En una entrevista publicada por el diario El Economista, Melchor Esono, viceministro de Hacienda guineano, explica las razones que llevaron a su Gobierno a rechazar los faraónicos planes de Hernando. “Queremos españoles serios aquí”, afirma. Esono llega a calificar de “irreal” por la importancia de un proyecto de tal envergadura en un país de la extensión de la provincia de Badajoz y una población de menos de 700.000 habitantes. “El dinero del Ejecutivo no es para crear ciudades fantasma”, destaca.

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Sobre la firma

Tiziana Trotta
Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS, principalmente en Planeta Futuro y en la Mesa Web. Es licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad de Urbino (Italia), Máster en Ciencias Históricas, Filológicas y de las Religiones por la Universidad Sorbona (Francia) y Máster de periodismo de EL PAÍS.

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