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La banca se rebela contra el Gobierno por el pago de las ayudas a Unnim

Las entidades se abstienen en la reunión del Fondo de Garantía para dar 953 millones a BBVA

Íñigo de Barrón
El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, habla con el presidente de la entidad, Francisco González.
El consejero delegado de BBVA, Ángel Cano, habla con el presidente de la entidad, Francisco González.RAFA RIVAS (AFP)

La prolongación de la crisis está cambiando muchos hábitos. Entre ellos, el que el sector financiero acepte todo lo que dice el Gobierno sin rechistar, como ocurría antes. La norma sobre la dación en pago para evitar desahucios no gustó a buena parte del sector, pero ya existía un malestar anterior desde que el Ejecutivo socialista decidió que el sector financiero pagara el rescate de entidades con problemas, como ha ratificado posteriormente el PP. Esta factura puede ascender a unos 20.000 millones, según algunos cálculos. El 45% correría a cargo de los cuatro grandes del sector.

Con esta mar de fondo, la gota que colmó el vaso fue la subasta de la antigua caja catalana Unnim. El 7 de marzo pasado, se reunió la Comisión Gestora del Fondo de Garantía de Depósitos (FGD) de Entidades Financieras en donde están presentes los bancos, cajas y cooperativas de crédito. Ocupan seis puestos: el Santander, el Popular (porque el BBVA se ausentó al estar implicado en la operación), La Caixa, Bankia, Caja Laboral Popular y Cajamar. Los otros seis están en manos del Banco de España y preside la comisión el subgobernador, Javier Aríztegui. Llegado el momento de votar la entrega de 953 millones para que el BBVA se quede con Unnim, algunos representantes de cajas y de bancos manifestaron su voluntad de abstenerse, mostrando su oposición a la medida y pidiendo que constara en el acta.

Nunca antes había ocurrido una rebelión semejante. Aunque no votaron en contra, fue toda una manifestación de oposición en un ámbito en el que no ocurren situaciones como esta. De hecho, en otras circunstancias en las que el consenso era evidente, no se producían ni votaciones. Algunos de los presentes realizaron una argumentación con tres puntos fundamentales, según fuentes financieras. En primer lugar, que las ayudas del FGD debían ser para entidades que realmente las necesitan, y que este no era el caso del BBVA. Algunos ejecutivos ven en esta posición un reflejo de las tensiones larvadas entre algunos de los primeros ejecutivos de la banca.

Aunque las entidades no votaron en contra, fue toda una manifestación de oposición en una reunión de la Comisión Gestora del Fondo de Garantía de Depósitos

En segundo lugar, se criticó la indeterminación de la hoja de ruta del Gobierno. Es decir, ¿cuántas entidades estarán implicadas en estos procesos de subasta? ¿Hasta cuándo va a seguir abierto este proceso? Unido a este argumento, está el más importante: ¿Cuánto nos va a costar la factura final? ¿Cuántas derramas necesitará el FGD para acabar con todo el proceso? ¿Por qué si en otros países lo ha pagado el Estado aquí lo hace el sector financiero? En opinión de alguno de los presentes en el FGD, esto es un agravio comparativo.

Ahora las entidades pagan el dos por mil sobre sus depósitos. El Gobierno del PP ha modificado la legislación para que se eleve hasta el tres por mil el máximo que podrían pagar si fuera necesario. A las entidades les disgusta, sobre todo, entregar grandes cantidades a competidores que luego les roban negocio, como sucedió cuando el Sabadell se quedó con la CAM. El Santander y el BBVA abonan el 12% del total; mientras que La Caixa y Bankia alrededor del 10%. Casi el 45% de las aportaciones las ponen entre los cuatro. No hay que olvidar que aunque el Fondo lo pagan las entidades, posteriormente serán los clientes de la banca los que lo financien con un aumento de comisiones o de precios de los créditos, etcétera.

El patrimonio común se acaba

Los números son claros y el patrimonio se está acabando. Tras el pago al BBVA, el Fondo tiene unos 2.350 millones de patrimonio (no hay datos públicos), incluyendo las aportaciones de 2011. Cada año se recaudarán unos 2.000 millones. Hasta ahora los Fondos han pagado los 1.650 millones que se colocaron en CCM; 5.249 millones para la CAM y 953 millones en Unnim. En total, 7.852 millones. Pero esto no es lo peor. Estas tres entidades tienen unas carteras de créditos de unos 27.000 millones, de los que el 80% de la posible morosidad que aparezca está garantizado por el Fondo.

El problema es que la lista de entidades que pueden necesitar ayuda del sector es larga: Banco de Valencia, CatalunyaCaixa y Novagalicia. Además, cuando se produjo la reunión por Unnim existían dudas sobre si Caja España-Duero acabaría en esta lista o no.

Para los representantes del Banco de España el mal ambiente que se vivió en la reunión no fue una novedad. El sector ha manifestado en privado en varias ocasiones su oposición a que sean ellos los que paguen el rescate de las entidades con problemas. No obstante, ahora han dado un paso adelante y piden que conste en acta.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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