“La economía solo crecerá si apostamos por generar empleo”

A Ignacio Sánchez Villares le obsesiona evitar que su empresa sea reducida a los números a corto plazo. El año 2012, reconoce, no será bueno. 2013 tampoco. Y en 2011 la facturación (1.461 millones de euros) ha caído un 3,6%. Pero Sánchez ve el vaso medio lleno, porque lo importante, defiende, es que la empresa va a lograr un crecimiento sostenible y está creando empleo. “Este año invertiremos 100 millones de euros. Agradezco a mi multinacional que confíe en nosotros y nos permita seguir invirtiendo en España y abriendo tiendas”, señala. Solo si se siguen creando puestos de trabajo, defiende, se romperá el círculo de la crisis. El directivo, de 44 años, no quiere hablar de política ni del Gobierno. La solución, considera, vendrá de todos, cuando logremos cambiar de mentalidad. “El mercado no se ha acabado”, insiste.

Pregunta. ¿Cómo ha afectado la crisis a su negocio?

Respuesta. El mercado español (del comercio en general) ha perdido el volumen y va a tardar muchos años en recuperarlo. No creo que se llegue a los niveles que tenía en 2006 a corto plazo, porque se entregaban un millón de casas al año que había que equipar. Hemos pasado a 40.000. Igual que los coches: tampoco se venden los millones que se vendían. No es un panorama fácil. Y mientras el sistema bancario no inyecte liquidez a las empresas, la economía española tendrá problemas para poder crecer.

P. ¿Solo la economía española?

R. Hay una crisis mundial muy grande, porque no se sabe cómo crecer sosteniblemente a largo plazo. Crecer todos los días, en todas las economías del mundo, en resultados, facturación... Es complicado. Y cada vez hay más jugadores. Brasil o India son fuertes y grandes. China está comprando el mundo. Además, EE UU es un mercado muy potente, un bloque con 360 millones de personas. Y, en cambio, Europa es un mercado roto en muchos pedacitos, con legislaciones distintas y políticas económicas distintas. No podemos hacer muchas cosas que hacen otros, como fabricar billetes o devaluar la moneda.

P. ¿Y en ese panorama España tiene futuro?

R. Mucho. Lo tiene. Pero hay que tener claro que necesitamos el valor añadido. El de los productos. Y el de la formación de nuestros trabajadores. A los españoles parece que nos gusta fustigarnos. Pero hacemos muchas cosas bien. Tenemos mucho que ofrecer. Sigue habiendo expedientes universitarios increíbles, y aunque hay fracaso escolar, también hay éxito escolar. Tenemos que darnos cuenta de lo positivo, porque si no, seguiremos retroalimentando esta crisis. El AVE a la Meca es un buen ejemplo: se presentaron empresas de todo el mundo, y han ganado firmas españolas. Por algo será. Tenemos la mejor ingeniería del mundo, y podemos competir. Debemos estar más orgullosos. Aún somos la decimocuarta economía del mundo.

P. ¿Y qué cree que puede hacer su empresa por ese cambio?

R. Se está destruyendo empleo muy rápido en España, y sin embargo nosotros seguimos creando. El personal de la tienda de Majadahonda, que se quemó y va a reabrir ahora, lo recolocamos íntegramente. Además, acabamos de abrir una tienda en Córdoba con 120 empleos, otra en Toledo con 100 empleos... Tenemos un plan de expansión y vamos a invertir 100 millones de euros y vamos a crear 1.000 puestos de trabajo en un año. En 2012 habrá siete aperturas y otras dos entre 2012 y principios de 2013. Creemos que el único modo de que la economía crezca es generar empleo. Si no, el nivel de destrucción es muy grande, la economía no crece, y si no crece, ¿quién se atreve a contratar? Si todo el mundo replica el esquema negativo, la economía nos la cargamos. Las empresas alemanas siguen buscando ingenieros. Bosch saca seis patentes al día. Tenemos que competir con eso.

P. ¿La solución para la crisis está en manos de las empresas?

R. Lo importante es que todos hagamos un cambio de mentalidad. No me interesa la política. Me interesa mi familia y la responsabilidad que tengo al depender de mis decisiones 8.000 colaboradores (empleados) y 1.600 proveedores. Las empresas no podemos tomar decisiones solo en el corto plazo. No podemos decir: “Como España no va a darme beneficios este año, dejo de invertir”. Porque entonces esto va a durar más. Si se invierte en este momento, ayudamos a que pare ese círculo. Si en lugar de despedir plantilla, creamos trabajo, ayudamos a un crecimiento sostenible.

P. ¿Cree que las ventas de su compañía volverán a crecer?

R. Hemos estudiado que hay muchas ciudades con potencial donde todavía no estamos. En mercados como el de EE UU, el equipamiento del hogar y la cultura del bricolaje están muy extendidos. Hasta ahora, en España estábamos más centrados en el tema de la decoración y la estética del hogar, y menos en la cuestión técnica y de mantenimiento. Y cuando la sociedad evoluciona, una de las cosas que aumenta es la cultura del bricolaje. No solo por ahorrar. Según un estudio que tenemos, el 80% de los españoles quiere aprender bricolaje y al 84% le genera autoestima, satisfacción personal, diversión o entretenimiento. Esto demuestra que es una tendencia que va a ir a más. Además, en España el gasto al año por persona es de 297 euros en equipamiento del hogar, frente a los 500 euros de Francia o Inglaterra. Llegaremos ahí si hacemos un buen trabajo.

P. Y mientras llega el crecimiento, ¿cómo sortean la crisis?

R. Si prescindes de tu mayor valor, que son tus trabajadores, no lo lograrás. No vamos a despedir. Nos hemos centrado en trabajar con los costes innecesarios. Hemos optimizado la cadena de valor, toda la cadena de suministro, de transporte... Además, tenemos nuevas líneas de producto. Las Ecopciones, por ejemplo, para un hogar más sostenible: tenemos la mayor gama del mercado, con 5.000 referencias, con las que en 2011 facturamos 191 millones.

P. ¿Tienen más armas para enfrentarse al fin del boom inmobiliario?

R. Hemos pasado de un modelo de equipar un millón de viviendas al año a la necesidad de reformar o mantener 24 millones de viviendas. La gente tiene que reformar la casa para las nuevas necesidades, como tener hijos o evitar que se devalúe. Antes se compraban unas cortinas para toda la vida. Ahora hemos logrado que los productos sean más funcionales y más económicos. Y el cliente puede cambiar. El mercado no se ha acabado.

P. ¿Han entrado en la guerra de precios como otros jugadores de la distribución?

R. Eso es engañar al cliente. Vender a pérdidas no tiene sentido. Pones en riesgo el futuro de tu negocio y de tu gente. No busco echar a la competencia. Estoy para construir un negocio a largo plazo, no para reventar el mercado. Voy a ofrecer el precio más bajo con la mayor calidad posible, e igual en toda España.

P. ¿Cree que deberían liberalizarse los horarios comerciales?

R. No creo que fuera rentable abrir todo y todos los domingos. Pero cada negocio tiene que contar con su estrategia. Nosotros hemos vivido bien con un marco regulado. Si lo liberalizan, también nos adaptaremos y veremos qué nos interesa. Creo que (la normativa) caminará hacia ampliar en mayor o menor medida las aperturas, porque se busca crear más puestos de trabajo.