El Gobierno reconoce que hay que "pasarlo mal" para reducir el déficit

La secretaria de Estado de Empleo, Engracia Hidalgo, ha dicho hoy que es necesario cumplir con el objetivo de déficit y que, por ello, ha reconocido que habrá que pasarlo mal. Durante la rueda de prensa para valorar los datos del paro en febrero, Hidalgo ha subrayado la necesidad de cumplir con los objetivos de consolidación fiscal con vistas a dar un mensaje de confianza "tanto dentro como fuera" de España. Con ello, ha añadido, se conseguirá sentar las bases del crecimiento económico aunque los recortes provoquen un mayor deterioro a corto plazo.

En este punto, el Gobierno aun no ha elaborado los presupuestos para este año tras prorrogar los de 2011, con lo que mantuvo los recortes como el de los sueldos a funcionarios, al mismo tiempo que aumentaron su jornada laboral. También, nada más llegar al poder, el Ejecutivo anunció medidas para ahorrar de forma adicional unos 13.000 millones a través de subidas de impuestos y reducciones de gasto.

Sin embargo, a tenor de la desviación del déficit, que cerró 2011 en el 8,51% frente al 6% comprometido, se tendrán que adoptar ajustes adicionales para perseverar en la consolidación fiscal independientemente de si habrá un nuevo objetivo de déficit para evitar una mayor recesión o se mantiene el 4,4% actual.

"Lo tenemos que pasar mal", ha admitido Hidalgo antes de justificar la advertencia de que la situación económica es "difícil y muy dura". A este punto se ha llegado, ha asegurado mirando al pasado y al anterior Gobierno, porque no se tomaron las "decisiones adecuadas" durante muchos años.

También, ha añadido, "probablemente" porque ha habido un marco laboral que ha permitido destrucción de empleo y empresas. Ante este panorama, Hidalgo ha defendido las reformas que ha abordado el Ejecutivo porque sientan las bases del crecimiento en el futuro y, con respecto a la laboral, ha dicho que con ella el Gobierno ha querido dar más flexibilidad al mercado de trabajo.

En este punto, la secretaria de Empleo ha recordado que se puedan aplicar ERE de suspensión o reducciones de jornada para que la última opción del empresario sea despedir. No obstante, ha matizado que en las empresas totalmente públicas, "no tiene sentido un ERE suspensivo" y la única opción ante la crisis será el despido porque muchas entidades están "redimensionadas".