Cómo seducir a la chequera china
Las empresas carecen de una estrategia para atraer a estos inversores a su capital
Todos los ojos están puestos en China. El gigante asiático tiene una economía que, en plena crisis, crece a unas tasas inalcanzables para cualquier país occidental. Pekín, además, se ha convertido en el poseedor de la mayor reserva de divisas extranjeras del mundo. En este contexto, los departamentos de relaciones con inversores de las compañías europeas, estadounidenses o latinoamericanas se cuestionan si deberían captar capital chino para que forme parte de su accionariado y cuál sería la manera más eficaz de hacerlo.
El proceso para atraer este dinero todavía se encuentra en una fase incipiente. Aún existe un control estatal que limita la cantidad de capital que los inversores locales pueden colocar en los mercados exteriores. Sin embargo, el Gobierno chino está suavizando gradualmente estas barreras, sobre todo al aflojar las restricciones para los fondos soberanos y los denominados inversores institucionales domésticos cualificados.
A pesar del pobre comportamiento de las Bolsas mundiales en los últimos años y la lenta pero continua apreciación del renminbi, el número de fondos internacionales buscando inversores chinos sigue creciendo. Estos fondos están además buscando otras plazas distintas de la de Hong Kong, que hasta ahora había concentrado la mayoría de las transacciones. Los expertos creen que el apetito por activos foráneos aumentará mientras la economía doméstica se desacelera y las fortunas chinas giren su mirada hacia los mercados internacionales.
Si se quiere convencer a los fondos chinos, hay que actuar allí, en su terreno
En un intento de medir si los departamentos de relaciones con inversores están preparados para aprovechar esta importante tendencia, AMO, la asociación internacional de agencias de comunicación, ha realizado una encuesta entre 71 multinacionales de 12 países diferentes. El resultado del informe muestra que, a pesar de que las compañías evidencian su interés por el potencial de China, la mayoría de los departamentos de relaciones con inversores “permanecen en el mejor de los casos escépticos y en el peor ignorantes acerca de lo que los inversores institucionales chinos están buscando y qué esperan de ellos”.
Las compañías de Europa continental están ya trabajando activamente con inversores chinos, según la encuesta. “Una mayoría de empresas francesas, alemanas y españolas aseguran que han establecido programas de aproximación a estos inversores, y un grupo alemán de gran capitalización dice que ultima la apertura de una nueva oficina de relaciones con inversores en China”, explican desde AMO.
En el caso de las cotizadas británicas, están abiertas a reunirse con potenciales accionistas asiáticos, pero centran sus energías en captar capital estadounidense. “La mayoría de las empresas británicas no están convencidas de que merezca la pena un esfuerzo para atraer capital chino. En el corto plazo prefieren centrar sus esfuerzos en EE UU, donde hay mayor cantidad de dinero disponible”.
Por lo que se refiere a las empresas de Wall Street, la encuesta concluye que son “profundamente escépticas” sobre los inversores chinos. “Los departamentos de relaciones con inversores de EE UU dicen que no dan prioridad a los fondos chinos por el esfuerzo de trabajar con ellos a mucha distancia y por la percepción de falta de transparencia”. En el caso de las empresas latinoamericanas, el informe señala que están más centradas en desarrollar estrategias de asociación (joint ventures) con grupos chinos que de buscar inversores institucionales.
Los expertos de AMO, tras analizar los resultados de la encuesta, ofrecen una serie de observaciones a las compañías occidentales. La primera de ellas es que es el momento de desarrollar una estrategia para contactar con potenciales inversores chinos y adelantarse a la competencia. “El porcentaje de directivos que se ha embarcado en un programa específico en este mercado es significativamente bajo. Todavía hay una oportunidad de construir un perfil propio allí y aprovechar el progresivo levantamiento de la restricción a la inversión china en el exterior”.
Prefieren empresas de gran tamaño de sectores como farmacia, energía o servicios financieros
El segundo consejo es que hay que actuar sobre el terreno para captar dinero local. “Muchas empresas todavía consideran que con un roadshow en Londres será suficiente para hablar con potenciales inversores chinos. Sin embargo, las decisiones de estos fondos se toman en Pekín o Shanghái. Viajar hasta allí significa una mayor inversión en tiempo y dinero, pero ofrecerá mejores resultados”.
Otra idea que sugieren estos expertos es seguir el flujo actual de estos capitales. “La mayoría de los inversores institucionales chinos en compañías cotizadas europeas, como se ha identificado en la encuesta, ponen su dinero en empresas de gran capitalización en una serie de sectores muy concretos como energía, servicios financieros y farmacia. A corto y medio plazo, el potencial es limitado para grupos de menor tamaño, sobre todo en determinadas áreas como construcción, industria pesada, tecnología y medios”.
Otra pauta de actuación, según la encuesta de AMO, es hacer bien los deberes a la hora de identificar a los inversores chinos apropiados. “No te dirán mucho sobre ellos mismos. Son muy discretos y no ondearán banderas para advertirte de su presencia”.
Un aspecto que ayudará en las negociaciones es contar con un negocio local. “Los fondos chinos no te van a ayudar a levantar una empresa en este país, pero se tienen más posibilidades de aparecer en su radar si ya cuentas con presencia en la región”.
España es uno de los países cuyas empresas tienen puestas más esperanzas en el capital asiático. Actualmente ya existe presencia china en el capital de grupos españoles, como el intercambio accionarial entre China Unicom en Telefónica. Eso sí, también hay casos de fiascos sonados como la espantada del grupo chino HNA tras llegar a un principio de acuerdo para entrar en el accionariado de NH Hoteles.
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