“Cuanto antes haya un acuerdo con Grecia, mejor”
Empleado de Goldman Sachs, ha viajado por Europa explicando las perspectivas de la compañía
Para un país al borde de una nueva recesión como España, oír que los ánimos están mucho peor en Francia es, cuando menos, sorprendente. Francesco Garzarelli lo sabe bien porque ha estado de gira por varias capitales europeas contando a los inversores las perspectivas de Goldman Sachs para este año casi maldito. Él, pese a todo, es bastante optimista.
Pregunta. ¿Es el 20 de marzo la próxima fecha límite para la eurozona? ¿Puede haber una suspensión de pagos de Atenas?
Respuesta. Para empezar, yo diría que ya se ha producido una reestructuración de la deuda un par de veces. Si analizamos el porcentaje de bonos que han sido transformados en créditos, inicialmente lo eran a tres años con una gran prima respecto al líbor y ahora su vencimiento es a 30 años y sin diferencial respecto a ese índice. Así que la carga de la deuda para el Estado griego, de hecho, ya se ha aliviado. Por lo que respecta al sector privado, ya llevamos casi dos años con esto y deberían haberse ajustado a la nueva realidad. En el mercado, los bonos a 30 años cotizan a 25 céntimos por euro, no lejos de la quita que se está manejando.
“Hay que crear un banco malo a nivel europeo para que el crédito vuelva"
P. ¿No hay de qué preocuparse entonces?
R. Ese tipo de operación ya está descontada y no debería tener muchas consecuencias. Pero si no es una restructuración controlada, es decir, si no hay acuerdo y las autoridades griegas imponen unilateralmente sus condiciones, es otra cosa muy distinta. Y por unilateral me refiero a que no cuente con el respaldo de alguna manera de las autoridades europeas y dejen entonces de financiar a Grecia, que tiene un déficit primario para el que necesita atraer capital cada día. Entonces eso implicaría algún tipo de ruptura del euro y tendría consecuencias graves.
P. ¿Cómo cuáles?
R. La única opción sería nacionalizar la banca griega y reintroducir su moneda nacional. Pero si tuviera el beneplácito de la UE, seguramente su deuda sería aceptada como colateral y obtendrían un nuevo paquete de financiación. El problema es que las negociaciones tienen tantos actores y ya duran tanto tiempo que los incentivos para intentar hacer dinero con ella han aumentado. De hecho, ha habido un incremento de los tenedores de deuda griega desde diciembre, cuando se desembolsó un nuevo tramo de la ayuda a Grecia pese a sus incumplimientos. Así que cuanto antes se llegue a un acuerdo, mejor para los contribuyentes europeos.
P.¿Se resolvería así la crisis europea definitivamente?
R. Mi tesis es que necesitas hacer que los bancos dejen de estar preocupados por sus fondos y vuelvan a financiar la economía, a dar créditos. Y para eso hay que crear un instrumento financiado con dinero público que asumiría los activos dudosos de todos los bancos europeos de una sola vez, y así las entidades aumentarían su solvencia, sus niveles de capital, y podrían volver a financiar la economía. Digamos que sería un banco malo europeo.
P. ¿Qué podemos esperar del BCE?
R. Draghi da mucha importancia al crecimiento, pero al mismo tiempo es un firme halcón fiscal. Eso, trasladado a la política, creo que se va a traducir en un apoyo al proceso de desapalancamiento, con la posibilidad de una nueva subasta masiva como la de diciembre y la que se producirá este mes, pero sin intervenir en el mercado más que puntualmente para comprar deuda pública.
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