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Banco de Valencia se desploma un 28% en su regreso a Bolsa tras la intervención

La entidad intervenida el pasado lunes declaró beneficio hasta marzo pese a perder 547 millones. -CAM también cae de forma decidida y se deja un 8,77%

El Banco de Valencia ha regresado hoy a Bolsa tras estar suspendida desde el mediodía del lunes, cuando el regulador decidió apartarla de cotización horas antes de confirmarse su intervención por el Banco de España. En su primer movimiento, las acciones del banco han abierto con un recorte del 4,7%, aunque el descenso se ha ido ampliando a medida que avanzaba la sesión y ha cerrado con un desplome de un 28%, con lo que sus acciones abrirán mañana en 0,53 céntimos por título.

En el momento de la suspensión el lunes, la capitalización bursátil de la entidad era de 364 millones, con una caída del 3,27%, hasta 0,74 euros. La cotización, que se ha desplomado un 94% desde sus máximos de 2007, cuando llegó a cotizar sobre los 10 euros por títulos, tiene 50.000 pequeños accionistas.

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Por su parte, otra de las cuatro entidades financieras intervenidas desde el estallido de la crisis, la Caja del Mediterráneo y que cotiza en Bolsa a través de cuotas participativas, también ha registrado hoy fuertes descensos.

Al cierre, los títulos de la entidad, en proceso de subasta por parte del Banco de España, se han dejado un 8,77%, con lo que han acabado la sesión en1,04 euros. El motivo de este nuevo batacazo está en que ha suspendido el abono semestral de intereses de unas obligaciones subordinadas previsto para el próximo 25 de noviembre.

La entidad ha justificado la decisión por las pérdidas registradas (1.731 millones de euros hasta septiembre) y señala que los intereses devengados y no pagados se acumularán en un pasivo que solo se hará efectivo cuando la cuenta de resultados vuelva a presentar excedentes y hasta el importe de un tercio de los mismos. Dicho pasivo podría devengar intereses de demora. Desde su intervención en julio, cuando se intercambiaban en 4,82 euros antes de conocerse la decisión sel supervisor, las cuotas de la caja se han depreciado un 78% en Bolsa.

Por su parte, el culebrón del Banco de Valencia avanzó ayer otro capítulo. En el mercado se desconocía por qué la entidad no había vuelto a cotizar en Bolsa desde el lunes a las 16,30 horas, cuando el Banco de España emitió la nota determinando el agujero patrimonial de 1.000 millones y las necesidades de liquidez hasta 2.000 millones. En principio, esa era la información completa sobre la entidad y estaba a disposición de todo el mercado. Sin embargo, no ha regresado al parqué hasta esta mañana.

Déficit de provisiones de 562 millones

Ayer se despejó la duda. Y las primeras cifras no coinciden exactamente con las actuales porque la tarea no se ha terminado, pese a que la entidad valenciana está bajo inspección desde hace un año. El Banco de Valencia informó de que el jueves de la semana pasada, el 17 de noviembre, recibió un requerimiento del supervisor. En él se le informaba de que tenía un déficit de provisiones de 562 millones "tras la inspección realizada sobre los estados contables de 31 de marzo de 2011". Como la entidad dijo que había ganado 14,3 millones hasta marzo, el supervisor aclara que los 562 millones de déficit "deberán cargarse contra resultados". Es decir, está afirmando que en el primer trimestre el Banco de Valencia perdió en realidad 547,7 millones.

No parece probable que esta enorme cuantía de pérdidas se haya generado entre enero y marzo. Es decir, que el agujero viene de antes, por lo que el resultado que se publicó sobre el cierre del ejercicio de 2010, tampoco se corresponde con la situación real del banco cotizado. Hasta diciembre, la entidad presidida entonces por José Luis Olivas dijo ganar 60,63 millones, cifra auditada por Deloitte y firmada por todo el consejo de administración.

El organismo dirigido por Miguel Fernández Ordóñez dice también que el déficit detectado "podría ser mayor de resultas de las conclusiones que el Banco de Valencia deberá extraer sobre las potenciales pérdidas del resto de la cartera crediticia no analizada individualmente". Según fuentes del mercado, en el Banco de Valencia estiman que hasta noviembre todavía faltan por aflorar alrededor de 250 millones más de déficit de provisiones. Así, el total ascendería a unos 800 millones, como se ha venido publicando los últimos días. Principalmente se debería a activos inmobiliarios de gran riesgo de impago, que se van a pasar a créditos subestándar (a punto de caer en mora).

Inspección de alcance limitado

Hasta marzo, el Banco de España hizo una inspección "con alcance limitado al análisis de grandes acreditados, refinanciaciones, compras de activos, participaciones inmobiliarias, así como a los procedimientos de recobro y mejora de garantías de la cartera crediticia y situación de liquidez". Se detectó déficit de provisiones en los riesgos crediticios y activos adjudicados o adquiridos en pago de deudas.

La entidad, con una morosidad del 7% a cierre de junio, ganó 16,7 millones en la primera mitad del año, un 64 % menos, según cifras oficiales. Ahora está gestionado por José Manuel Oliver, Fernando Viladomat y Margarita Reyes, colocados por el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

¿Por qué acordó el FROB recapitalizar al Banco de Valencia con 1.000 millones si su agujero es menor? La respuesta es "para estabilizar y garantizar la operativa normal de la entidad y para que pueda cumplir con todas sus obligaciones frente a terceros".

Sede central del Banco de Valencia en el centro de la ciudad.
Sede central del Banco de Valencia en el centro de la ciudad.EFE

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